Salzburgo, a los pies de Plácido Domingo
El festival le rinde un cálido homenaje a los cuarenta años de su debut. El tenor llega hoy en Madrid, ya que se le tomarán medidas para llevar a cabo su figura de cera
Pocos artistas pueden decir que llevan cuarenta años siendo un habitual del Festival de Salzburgo . El tenor español Plácido Domingo no sólo puede, sino que ha recibido un homenaje del prestigioso certamen para celebrar esa larga y productiva relación.
«Es uno de los festivales más importantes del mundo», declaraba el domingo a Efe antes de la gala musical con la que se ha celebrado el aniversario. «Es una gran satisfacción y me da mucha felicidad», reconoció.
Durante el recital, del que se vendieron todas las entradas, estuvo acompañado de la cantante la soprano italiana María Agresta ; la puertorriqueña Ana María Martínez ; la búlgara Kassimira Stoyanoba ; y el tenor mexicano Rolando Villazón , artistas que han estado con Domingo a lo largo de su carrera.
«Es magnífico poder venir y cantar con cuatro figuras de gran categorí a, con un maestro extraordinario y una orquesta para celebrar mi participación en el festival del mundo», ha asegurado el tenor.
El italiano Gianandrea Noseda dirigió a la Orquesta de la Radio de Múnich en una velada, celebrada en la Großes Festspielhaus, en la que se pudo disfrutar de arias y duetos de obras de compositores como Giuseppe Verdi y Giacomo Puccini .
Para Rolando Villazón, el maestro Domingo es «un ejemplo de constancia, es un artista único, no hay, ni habrá otro como él ». «Estoy muy contento de estar en esta gala celebrándolo», ha indicado el artista mexicano, una de las voces que fue «descubierta», precisamente en el concurso lírico Operalia, creado por Domingo.
Si ser invitado a participar en el Festival de Salzburgo es uno de los mayores reconocimientos para un músico, ya que reúne sólo a lo mejor de la música clásica internacional, llevar cuatro décadas siendo un habitual es algo queda reservado a los más grandes.
Su debut en 1975
Ha sido «un camino muy largo que empecé cuando mis hijos no tenían ni diez años. Y ahora tienen más de 40», recordó el Domingo ante un público que se puso de pie para aplaudir con intensidad y entusiasmo tras gozar de su canto excelente.
Los caminos de Domingo y de Salzburgo se cruzaron por primera vez en 1975 , cuando el tenor ya era una voz de prestigio que había pasado por los teatros más importantes del mundo.
Su debut en el Festival fue en el papel principal de la ópera «Don Carlo» de Giuseppe Verdi , dirigida por el legendario Herbert von Karajan (1908-1989), una actuación con la que Domingo se ganó la simpatía y la admiración del público, que se mantiene hasta ahora.
Desde aquel estreno, Domingo ha dado vida a personajes inolvidables, entre los que destaca Hoffmann , el enamoradizo poeta de «Los Cuentos de Hoffmann», del francés Jacques Offenbach, una producción tan exitosa que se repitió en el programa del festival por tres veranos consecutivos. Tampoco se puede olvidar su encarnación del joven Parsifal en la ópera del mismo nombre de Richard Wagner .
Tras el concierto homenaje, se celebró una velada musical y una cena benéfica, a 750 euros el cubierto, para recaudar fondos para proyectos juveniles del Festival.
Plácido Domingo regresa hoy mismo a Madrid. Aquí, el equipo artístico del Museo de Cera le tomará sus medidas antropométricas con el fin de crear una escultura de cera en su honor , que se presentará en enero, según ha informado el propio Museo.
La escultura, que se inaugurará el 21 de enero , con ocasión del cumpleaños del tenor , tiene la finalidad de «rendir el merecido homenaje al más grande de la lírica española e internacional».
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