Andrés Suárez: «Soy un patriota, me gusta España, el país culturalmente más rico del mundo»
«Mi pequeña historia», un álbum cuya primera edición incluye las canciones al desnudo, es «más yo que nunca», dice a ABC este cantautor ya universal que también inicia gira
Dado que la aventura discográfica de Andrés Suárez se llama «Mi pequeña historia» , y ésta comenzaba en 1983 en las mismas calles y el mismo mar en la que empieza promoción, el hielo dura los 0,2 segundos en que se tarda en decir «Ferrol». «Allí hay musicazos como Fran Rey, Alvarito...», crónica previa de un lamento compartido sobre su Ferrol natal, «una ciudad con tanto talento, tanto humor elegante, tanta cultura silenciada», y que también duele a Suárez.
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El cantautor que engañando a sus padres se fue a hacer sonar lo que le brotaba de dentro entre el musgo y la piedra del Santiago al que iba a estudiar, vio muy pronto que su tierra quedaba pequeña para el tamaño de su talento. Se ganaba la vida en «la BBC, bodas, bautizos y comuniones» y llenando de incondicionales pequeñas salas de su Galicia querida, pero volvía a Madrid para adornar fugazmente las penas y preocupaciones que viajaban con los pasajeros del metro. Luego llegó Libertad 8 , después el reconocimiento, hoy una aventura musical a medio camino entre el mainstream y el tipo que te canta al oído con una guitarra.
El país culturalmente más rico del mundo
Habla honesto, un taco tras otro , mirando a los ojos y buscando dentro lo que dice. No elude nada, el domingo 24 votó «cambio», dice. Pero aún no se atreve a decir que ha ganado, porque «otras veces voté creyendo que ganaba y me he llevado grandes decepciones».
Dice, sin justificarse por ello, que es «un patriota». «Me gusta España, sus mujeres, sus paisajes, su cultura...», un tipo que asegura vivir «en el país culturalmente más rico del mundo»...«De España, hablo», remarca por si su mensaje corre el riesgo de caer en medias tintas. «Hablo de su teatro, de su cine, de su flamenco y de su rock ... De verdad lo creo y así lo digo». Y esa España también le duele, por los «IVAs injustos, por el cierre de locales...» , porque «en Madrid antes había un lunes 2.000 locales donde tocar y ahora hay cinco... ¿Y en Santiago?», pregunta retórico sobre una ciudad que conoce bien y en la que ha quedado poco escenario vivo.
Cuando Sabina muera se estudiará en los colegios
No pone nombre a las decepciones , bueno, sí lo hace:«de derecha y de izquierda, me han decepcionado en ambos lados», pero «alguien tiene que decir en algún momento: '¿qué está pasando para que me tenga que ir a Argentina a que me hablen como lo hacen de Serrat , de Sabina o de Ismael Serrano ?'... Aquí cuando Sabina muera se estudiará en los colegios, pero ahora está vivo y no se hace».
Un buen día cayó en su manos «una cinta de Extremoduro , a los que fui a ver en directo luego», y entonces las horas de «conservatorio en aquel edificio húmedo de Ferrol», cobraron sentido .«Después de aquello, cogí una guitarra eléctrica y supe que esto era lo que yo quería para mi vida, si no era cantando sería de técnico de sonido, de luces o montando el escenario, pero la música iba a ser lo que hiciese que me levantara. Siempre he sido muy radical para todo, así las he pagado luego, sobre todo con las mujeres, pero entonces fue cuando dije: esto o nada ».
Leño , El Drogas , Barricada , Los Piratas , Platero y tú , Rosendo influencias juveniles a las que él sí encuentra «es que para mí Robe Iniesta es cantautor, y hay cantautores que hacen botar un palacio de los Deportes, porque este disco suena a banda», dice sonriendo.
«He hecho toda mi vida lo que me ha salido de...», dice para contestar a quienes le acusan de sonar diferente ahora que «la discográfica y...». «La discográfica ni oyó este disco, jamás me han domesticado» .«Acepto que tengo dos mánagers una discográfica una... si no, no estaría aquí, pero todavía soy yo en que pone las normas», asegura.
Hay cantautores que hacen botar un Palacio de los Deportes
Sus normas ahora pasan por hacer una gira (ya ha agotado entradas en varias ciudades) «con una banda impresionante», se sonríe quien ha tocado, cuando llegó a Madrid «para tres personas, que eran los camareros». Lo dice para quienes «dicen que a ellos si no es Libertad 8, pues yo he tenido la suerte de vivir eso, pero ahora es otra cosa»
Tontxu , Pablo Milanés , Javier Ruibal , Iván Ferreiro , Javier Álvarez , Pedro Guerra , Víctor Manuel ... O Julián, de Libertad 8. Son los nombres de aquellas personas que le han «ayudado muchísimo», pero si algo explica a Andrés Suárez es que es un artista al que «nadie ha regalado nada» . Y eso que tardaron 5 años en darle una fecha en la mítica sala de cantantes de Madrid. En Libertad 8 entró una noche y salió «ocho años después con más noche de la que debía, pero salieron canciones» . Allí despotricaba de las discográficas «que estropeaban carreras y eran unos dictadores», allí también fue donde le vio Simone Bosé y ficha por EMI , poniendo muchas condiciones, y resulta que«me tuve que morder el labio por la pandilla de profesionales que me encontré y que me dejaron hacer todo lo que yo quería», luego no le gustó a Warner -que absorbía EMI- y ahora graba para Sony.
«Mi pequeña historia» , un álbum cuya primera edición incluye las canciones al desnudo, es decir, «tal y como las grabé para pasárselas a los músicos» es «más yo que nunca», Opina Suárez.
«Cuantos artistas hacen un disco como Moraima, que se vendió, y mucho, y dedican su carrera a hacer «Moraima 2», «Moraima 3», «Moraima 4», «Moraima...» A mí no me sale, porque en tres años y medio he visto más cine, más teatro, he follado... ¡Por eso es un disco distinto!».
«Gracias»
«Yo estoy aquí para que tú me escuches », dice quien es «muy pesado dando las gracias en redes, porque hay gente que ahorra dos meses, se coge un bus, viene a verte y vuelve esa misma noche», o «una pareja que, a punto de ser desahuciados, vinieron a verme... Yo no tengo una vida para agradecer esas cosas»; a quien le fastidia emocionarse en público; y quien «claro que quiere llenar Las Ventas, pero Andrés Suárez no hace discos para eso, los hace porque ama hasta la muerte lo que hace», dice. Y al que preocupa «qué van a escuchar mis nietos cuándo yo no esté . Antonio Vega ya no está, ni Enrique Urquijo , pero su obra permanece. Su «Pequeña Historia» ya forma parte de eso que escucharán.
