AC/DC, «empieza a rugir la apisonadora»
Johnny Cifuentes (Burning) cuenta en este artículo para ABC sus impresiones ante la visita de la banda de Angus Young
Una vez más iré el domingo a ver a AC/DC . Una vez más me empaparé de algunos de los mejores riffs de guitarras que he oído en mi vida, junto con esa bestia salvaje, de bajo y batería...
Ir a ver a estos australianos es ir a disfrutar de una de las mejores fiestas de rock (creo que los he visto todas las veces que han aterrizado en mi ciudad). Sonido contundente , espectáculo audio visual asegurado, la gente que vamos a ver AC/DC sabemos a lo que vamos, cerveza fría y concierto de hard rock auténtico ...
Echaremos en falta todos al gran hermano Malcolm , todo mi respeto, cariño y admiración, como también echamos de menos en su momento a su gran primer peligroso vocalista Bon Scott.
Aún recuerdo el impacto que me produjo su primer disco (vinilo que me compré en el rastro de Madrid en los años setenta). Fue como una coz en el estómago y un taladro en la cabeza, brutal mezcla de rock y blues como no había oído en mi vida.
Todavía pincho alguna canción de ese disco en mi bar y qué bien chicos, la cosa no se quedó ahí, tienen una carrera llena de grandísimos himnos que todos cantamos y coreamos nada más escuchar las primeras notas. Son otros que tampoco pueden negar la influencia del rey negro Chuck Berry ...
El show y parte fuerte lo lleva siempre el demoniaco Angus Young, pero seguro que nos dejarán un gran sabor su arranque de concierto.
Chicos no lleguéis tarde, suelen ser apoteósicos cuando se apagan las luces y empieza la apisonadora a rugir. Bueno, disfrutadlo y cuidado: ¡EL ROCK SIN TRAMPA, HA LLEGADO A LA CIUDAD!
