Mikel Erentxun: «Si mañana me muero querría que este hubiera sido mi último disco»
El artista donostiarra vuelve a los escenarios con «Corazones» un disco con 16 canciones con el que espera girar hasta finales de 2015
Dice su biografía que Mikel Erentxun nació en Caracas, sin embargo, la eterna cara de Duncan Dhu es a San Sebastián lo que los pintxos o La Concha. Asociados ciudad y personaje, «todas las canciones se han escrito allí», dice, Erentxun sigue en el ruedo después de 30 años subido a un pentagrama.
Lo hace con «Corazones», un álbum grabado en una revox analógica y con el propio Erentxun a los mandos de baquetas, trastes y cuerdas vocales. «Definitivamente creo que es el disco más completo», dice, en realidad antes de añadir con media sonrisa que «siempre se dice lo mismo del último».
«Si mañana me muriese...»
«Creo que es el disco mejor escrito, del que más orgulloso estoy. De entrada porque es el primero que escribo todas las canciones, lo que me llena de mucho orgullo. Y luego creo que estoy cantando mejor que nunca. Todo eso hace que sea para mí el disco más completo. Desde luego, si no grabase más, si mañana me muriese o dejase la música, me encantaría que este hubiese sido mi último disco. Y eso no me había pasado nunca», cuenta a ABC.
Las preguntas de los lectores le llevan por derroteros menos musicales, y habla, por ejemplo, de sus lugares favoritos de Madrid: «Los bares con buenos cañeros. Como El Doble» y de la sala Joy» como un lugar perfecto para hacer frente a una gira con la que espera «seguir tocando todo 2015» y en la que incluirá Iberoamérica, donde recalará en junio «acompañado de Karlos Arancegui, Joseba Irazoki, Fernando Macaya y Mikel Azpiroz».
De la mano de Paco Loco, en quien ha «descubierto la otra cara de mi moneda», Erentxun ha creado un disco con 16 canciones -destaca él mismo las letras de El corazón del dragón y El último Vals- «con mucha información y mucha música dentro. Siento que va a aguantar bien el paso del tiempo.».
Su portada «refleja muy bien lo que hay dentro. Tiene un punto Beatle que me encanta», dice, y en la contraportada lleva impresa una declaración de elaboración: «mezclado analógicamente», dice, y «escúchalo con el volumen alto».
Erentxun, cazadora de cuero y el aspecto de siempre con alguna cana más, espera «envejecer como Johnny Cash», guitarra al hombro y sobre un escenario. Sigue tocando con Diego Vasallo, alter ego de Duncan Dhu, con quien acaba de terminar una gira que tendrá nuevos capítulos de los que «posiblemente» salga un nuevo disco en directo. Amenaza además con una secuela de «Corazones» «un EP con 4 temas que no han entrado y que saldrán en verano».
Mientras tanto, acumula fechas de conciertos y sigue siendo uno de los grandes viejos clásicos de la música en España. Banda sonora intergeneracional. Queda Erentxun para rato.