Antony and The Johnsons entra en el estudio de Andy Warhol

El cantante publica «Turning», grabación del montaje en el que aborda la transexualidad, evocando el ambiente de la Factory neoyorquina

Antony and The Johnsons entra en el estudio de Andy Warhol abc

jesús lillo

No hace mucho que Dean Wareham y Britta Phillips pusieron música a algunas de las pruebas de cámara que, por amor al arte y la provocación, protagonizadas por su compañía estable de estrellas barriobajeras y del pop convencional, entonces alternativo, Andy Warhol realizó en su Factory, algunas recopiladas en su día en «13 Most Beautiful Girls», venerable pieza de cine mudo que por fin encontró una banda sonora -«13 Most Beautiful... Songs for Andy Warhol’s Screen Tests» (Double Feature, 2010)- capaz de darle argumento a su abstracción narrativa.

En estado puro, la proyección de estas grabaciones de Warhol ya formó parte del Exploding Plastic Inevitable, el espectáculo con que el artista norteamericano presentó a su Velvet Underground. De eso hace ya casi cincuenta años, pero las posibilidades escenográficas de aquellas inspiradoras filmaciones no han dejado de ser exploradas por quienes, en el mundo de la música, han necesitado articular un aparato audiovisual cada vez más elaborado.

«Walk on the wild side»

Al frente de sus Johnsons, Antony Hegarty ya situó a Candy Darling -musa transexual de la Factory, retratada en su agonía por Warhol y llorada por la Velvet Underground («Candy Says») y luego por Lou Reed («Walk On The Wild Side»)- en la portada de uno de sus discos.

En «Turning» (Rough Trade, 2014), el cantante renueva el reparto de aquella histórica función y presenta en sociedad a otras trece bellezas neoyorquinas, mujeres contrahechas por el bisturí y las hormonas y reclutadas por Antony para ilustrar con sus rostros maquillados un drama que, entre canción y canción, gira sobre la identidad y la transformación sexual. Es Nomi Ruiz, cantante ocasional de , la que ahora posa desde la portada de «Turning».

Comisariado por el Barbican londinense, «Turning» pasó en el otoño de 2006 por Madrid, una de las cinco ciudades en la que recaló una producción que ahora es editada en audio y vídeo. Las canciones de Antony Hegarty aportan el ingrediente musical, tormentas melódicas, a una remezcla de señales en la que, sin embargo, domina la pantalla en la que el realizador Charles Atlas proyecta y distorsiona los retratos grabados al natural y sobre la marcha de cada una de las trece invitadas a la función. Lo hace de cuello para arriba: si no es el espejo del alma, la cara es capaz, al menos, de expresar lo que sugieren unos cuerpos que son el genuino argumento del espectáculo y que, sin embargo, son ignorados de forma premeditada por el cineasta, un Atlas que fue pionero de la videodanza y que durante años figuró como cineasta de cámara de Merce Cunningham.

Música en vivo

La versión discográfica de aquel montaje ofrece al aficionado una nueva oportunidad de disfrutar en vivo de un artista que suele dar lo mejor de sí sobre las tablas y que en poco más de un década ha grabado cuatro álbumes en directo, el último junto a Franco Battiato, «Del suo veloce volo» (Universal, 2013).

El documental que completa este lanzamiento, en cambio, tiene más miga. Junto a las interpretaciones de Antony and The Johnsons, cuyos textos son lo suficientemente explícitos, Atlas monta sus retratos de las trece modelos invitadas a «Turning» y, lo que es más valioso, una serie de entrevistas en las que cada una de ellas confiesa su más íntima experiencia en el cruce de las dos fronteras del sexo.

«Recordad. Sobre todo, dignidad», pide Antony a sus musas antes de salir a escena. «Cuando estéis ahí arriba, pensad en el momento más amoroso de vuestra vida», les recomienda el cantante. «Libertad», responden ellas entre bambalinas, en unas escenas que remiten a las películas con que, desde «En la cama con Madonna», la autora de «Material Girl», otra experta en la comercialización de la provocación, ha tratado de reivindicar el papel de su vistoso cuerpo de baile. Son ellas, las divas callejeras de Hegarty, las genuinas protagonistas de la versión cinematográfica de «Turning».

Parte de un todo

«Tengo la necesidad de conectar con el público, de buscar ese momento en que podemos llegar a ser parte de un todo», recordaba Antony Hegarty antes de llegar con «Turning» a Madrid. «La primera vez que lo pusimos en escena, no solo lo presentamos en sociedad, sino a nosotros mismos. Buscábamos una reflexión en nuestro propio interior, un ejercicio que parte de una actitud muy neoyorquina: fijarse en la gente y en sus historias. Por eso decidimos sentar a las modelos en primera fila. Sacar este espectáculo de gira, solo en ciudades que tienen unas comunidades similares a las de Nueva York, nos va a permitir -añadía el cantante- estudiar cómo reaccionan otros públicos».

Algo parecido a lo que, hace casi cincuenta años, sin tanta dramaturgia, pretendía Warhol.

Antony and The Johnsons entra en el estudio de Andy Warhol

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación