Kylie Minogue, la eterna estrella sexy del pop

Si, por trayectoria y repercusión acordamos otorgarle a Madonna el trono del pop femenino, Kylie Minogue está colocada en los primeros puestos de esa misma línea de sucesión. Después de más de un cuarto de siglo de carrera, la menuda, elegante y sofisticada estrella australiana está en plena forma, embarcada ahora en la gira de presentación de su nuevo disco, el sugerente y vitalista «Kiss Me Once» , editado el pasado mes de marzo, y con el que logra mantenerse sin problemas en la élite del pop más sofisticado, bailable y hedonista.

Particularmente hábil y más prudente que la mayoría de sus compañeras del gremio de las divas del pop, Kylie Minogue ha manejado su carrera con firmeza y astucia , lo que, unido a un talento difícilmente cuestionable, ha dado como resultado una sólida posición que sigue suponiendo asombrosas cifras de ventas (suma más de 70 millones de discos vendidos ) y repetidos llenos en sus actuaciones, como los que se han venido registrando en las primeras fechas de su nueva gira, que arrancaba en Liverpool el pasado 24 de septiembre.

Después de una temporada trabajando con cierto éxito en series de televisión , la carrera musical de Kylie Minogue arrancó de forma prometedora. Su almibarada y un tanto artificiosa (estamos en 1988) versión del clásico de Gerry Goffin y Carole King «The Loco-Motion» sale disparada al número uno de las listas australianas y se mantiene allí durante siete semanas, siendo el sencillo más vendido en Australia en toda la década de los ochenta.

Antes de editarse su primer álbum, ya tuvo otro enorme éxito, «I Should be so Lucky» , que también arrasó en países como Reino Unido, Inglaterra, Alemania, Suiza o Israel. «Kylie» , título de su debut en formato largo, obtuvo el éxito esperado, y convirtió a su protagonista es una de las más rutilantes nuevas estrellas del momento.

Después de otro disco igualmente artificioso y descaradamente comercial ( «Enjoy Yourself» , de 1989), al siguiente año dio un ligero giro a su propuesta, lanzando el más sofisticado y consistente «Rhythm of love» , algo que se agudizaría aún más con «Let’s Go to It» . Ambos fueron muy bien recibidos en Australia y en Europa, pero el mercad estadounidense se le seguía resistiendo. El peso de su propia personalidad y carácter se hace más patente a partir de mediados de los 90. Es entonces (1994) cuando hace un sorprendente y atractivo dueto con su compatriota Nick Cave en la sugerente «Where the Wilde Roses Grow» .

En 2012 celebró sus 25 años de carrera con otra demostración de cierta audacia y ganas de huir de lo previsible y manido: un disco de versiones orquestadas de sus canciones más significativas, «The Abbey Road Sessions» . Su nuevo álbum, «Kiss Me Once» , en el que cuenta con la colaboración de Sia Furler o Pharrell Williams , alcanzó una vez más el número uno en su país, demostrando que hay Kylie para rato.