ENTREVISTA

«Pensé que me iban a matar, desde el primer día hasta el último»

Antonio Pampliega relata sus 299 días de secuestro por Al-Qaeda 'En la oscuridad': «Cuando no te queda nada, te aferras a Dios; y eso te salva o te radicaliza»

Antonio Pampliega, después de su intervención en la Asociación de la Prensa de Cádiz. Francis Jiménez

JOSÉ MARÍA AGUILERA

En la oscuridad. A plena luz , con los destellos filtrándose entre las nubes y golpeando con fuerza la mañana, pero aún así envueltos en la nebulosa que como un manto de penumbra cubren palabras y recuerdos. Va más allá de mirar. Antonio Pampliega (Madrid, 1982) rompe su silencio con un grito, con una voz desgarradora que retumba en todo el cuerpo. Va más allá de escuchar. Acompasando las palabras y liberando la sequedad con breves sorbos a un vaso de agua para deslazar el nudo en la garganta. Va más allá de tragar, de oler y de tocar. Va de sentir .

El periodista 'freelance' refleja en su libro el secuestro sufrido durante 299 días en Siria por una filial del grupo terrorista Al-Qaeda . Visita Cádiz para participar en un debate de la Asociación de la Prensa gaditana sobre la conveniencia o no de publicar las imágenes del terror que él conservará de por vida en la retina. Su rutina.

-Liberado el 7 de mayo de 2016, tras un año sin hablar decide poner fin a ese silencio. ¿Por qué? ¿Y por qué ahora?

- No me encontraba con ánimo para enfrentarme a la realidad y no quería exponerme mediáticamente. Cuando estuve preparado, publicamos el libro para contar lo que había pasado. Necesitaba expresarlo . Siempre seré el secuestrado por Al-Qaeda, me preguntarán toda mi vida por ello; estaba harto de responder, así que quien quiera saber lo que ocurrió durante esos 299 días ahí tiene el libro para saberlo.

-¿Puede existir un objetivo terapéutico más allá del informativo?

-También es una forma de eliminar recuerdos; contar y compartir, pues no es bueno ocultar lo sucedido , como si no hubiera pasado nada, como comprendí en mi charla con los psicológos. Sentí que necesitaba vomitarlo y los expertos me aconsejaron que compartiera mi experiencia, pues quizás la gente que leyera el libro se vea un poco reflejada. Y efectivamente, ha sido lo mejor en estos meses. Muchos que han leído el libro y me han dicho que les ha ayudado en su vida personal. Me ha ayudado en mi vida personal. Y eso es gratificante.

-A todo el mundo no le van a secuestrar, pero sí que todo el mundo puede vivir una situación límite

«No son las aventuras y desventuras de un corresponsal en Siria, sino el testimonio vital de un ser humano»

-Y espero que no los secuestren. Es duro, pero aporta esperanza y es una lección de supervivencia de una persona que se encuentra en un momento muy difícil de su vida, que teme por su integridad, y que todos los días se enfrenta a la muerte. Y hay que vencerla cada día, sobre todo mentalmente . Estuve siete meses solo y hay que tener mucha fortaleza. No son las aventuras y desventuras de un corresponsal en Siria, sino el testimonio vital de un ser humano durante 299 días secuestrado por Al-Qaeda.

¿Y donde encontraba esa ayuda?

- Me aferraba a mi familia y a Dios . Al llegar a la guerra creía en Dios, y al ver sus horrores entendí que no podía existir si permitía ésto o que no merece que se le rece. Pero en el secuestro me reencontré con él. Le pedía todos los días por mi familia y que estuviera conmigo. Hablaba todos los días, por la mañana y por la noche, y me di cuenta de que me reconfortaba. Necesitaba hablar con alguien. Tienes que aferrarte a algo para no perder la esperanza. Y cuando ya no te queda nada, te agarras a Dios .

La imagen que su contacto (fixer) subió a las redes sociales y que pudo originar el secuestro. LA VOZ

-Eso a veces es lo que radicaliza.

«En 2012 me dijeron: 'Si Occidente no nos ayuda, el problema no será sólo nuestro, si no que lo tendréis vosotros en vuestra propia casa'. Tenían razón»

-Sí, cuando lo pierdes todo y alguien utiliza a Dios para que hagas algo en su nombre y beneficio . En plena guerra, muchos de los rebeldes cambiaron de la noche a la mañana la bandera tricolor de la revolución por la negra del Daesh. Entendieron que Occidente los había abandonado y los que estaban dando el callo ahí en ese momento en la lucha contra Al-Assad eran Estado Islámico y Al-Aqueda. En 2012, un rebelde me comentó que si los occidentales no apoyaban, 'ya vendrá alguien que nos ayude y entonces el problema no será sólo nuestro, sino que lo tendréis vosotros en vuestra propia casa '. El primer atentado en suelo europeo fue en 2015 (Charlie Hebdó). Tenían razón.

-El secuestro lo diferencia claramente en dos partes. Primero con sus compañeros y luego solo

-Los tres primeros meses, junto a mis compañeros, fueron llevables. El trato con los carceleros no era malo: no había amenazas, ni palizas, y en algún momento hubo cercanía. S e podía hablar hasta de sindrome de Estocolmo. Era una relación casi entre colegas y nos compraron hasta un ajedrez. Querrían algún beneficio económico., imagino

-Incluso llegó a sentir empatía por ellos.

-Sí, especialmente con el más joven. Le pusimos de apodo Tom Sawyer, y a través del ajedrez empecé a tener una relación de igual a igual, de seres humanos a los que circunstancias de la vida les han puesto en esta tesitura. Tom tenía 19 años, digo tenía porque probablemente ya esté muerto , y acababa de tener una niña pequeñita. Había trabajado con sus padres ganaderos, antes de ir a la escuela. Y era el más religioso. Deja el colegio, empieza a ir a la mezquita y los imanes le atraen. No es más que un pobre diablo que ha tenido mala suerte en la vida, que ha nacido en un país donde con 14 años ha estallado una de las peores guerras del siglo XXI. Sólo te queda unirse al Régimen, o marcharse con los rebeldes, o te vas al campo de refugiados en la frontera con Turquía. Después de visitar campos de refugiados, os aseguro que es duro vivir en las condiciones de esta gente.

-Pero todo cambia cuando una noche entran y preguntan por 'Antonio'. Ya le señalan.

«Me confunden con un espía y ahí empiezan las vejaciones, insultos, golpes y tortura psicológica»

-Esto ocurre en octubre de 2105, cuando me separan y paso 204 días solo porque me confunden con un espía. Piensan que no soy un periodista. Me aíslan en una habitación y comienzan las vejaciones, insultos, golpes y tortura psicológica . Y descubro lo que es un secuestro de verdad. Pensaba que me iban a matar desde el primer día hasta el último.

-En este tiempo apartado le sometieron a torturas ¿de qué tipo?

-Sobre todo psicológicas. Por ejemplo, simular una ejecución . Un día que volvía del baño, uno de mis carceleros se había disfrazado de yihadista con un cuchillo y me pidió que me arrodillara en el suelo, mientras otro me grababa por teléfono . Me coloca la hoja en la garganta y a continuación empieza a golpearme con el mango en la cabeza y se empieza a reír. 'Esto es una advertencia. Lo que te va a ocurrir si intentas escapar', me dicen. Lo que hacen es machacarte psicológicamente para acabar convirtiéndote en un pelele , para que obedezca y no se defienda. Cuando te reducen a la nada, te manipulan como quieran.

Me golpeaban por cualquier tontería. Porque tardé demasiado en el baño, otra vez porque llamé a la puerta porque me hacía las necesidades encima, porque hablaba alto, porque me pasaba el día tumbado en la cama, ¡¡¡hasta porque no me gustaba la mortadela!!! Esa vez por quejarme no comí en todo el día.

Momento en que los periodistas liberados llegan a España; en la imagen, Antonio Pampliega. ABC

-Se encuentra con lo peor del ser humano.

-Te das cuenta de que hay gente que en estas circunstancias disfruta, machacando y torturando . Al tipo que yo bauticé con el sobrenombre del 'tarao', también maltrataba al que estaba en la celda de al lado.

-¿Y lo consiguieron? ¿Llegó a ser un pelele?

«Abrían la puerta y me acojonaba. Llegué a escribirles: 'no soy vuestro perro'. Pedí que me mataran y en cambio me pusieron una televisión»

-Durante mucho tiempo, sí. Cuando abrían la puerta me acojonaba. Llegué a escribirles en la pared: 'No soy vuestro perro'. Me anularon. Hasta que llegó el 11 de abril de 2016. Ese día me acerqué a mis secuestradores y les pedí mi ejecución. 'No os aguanto más. Matadme ya. Quiero dejar de sufrir'. Y su respuesta fue ponerme una televisión. Se dieron cuenta de que estaba perdiendo el juicio y podía ser peligroso.

-¿Alguna vez intentaron captarle para sus propósitos?

- Intentaron convertirme al islam. En febrero, me comentaron que habían descubierto que era buena persona, que no era un espía. Entraban todos los días justificando sus actos y diciéndome que me convirtiera a su religión. Se generó un 'buen rollo' como entre colegas. Me trajeron un bollo de chocolate, me dieron el corán para que lo leyese y estuviera entretenido. Me querían ganar para su causa. Hasta que les dije: 'No me voy a convertir'. Y se mosquearon bastante, tanto que estuvieron 21 días sin hablar conmigo.

Fracción del libro 'En la oscuridad'. «Lágrimas heladas resbalan por mis mejillas. Sobre la palma de mi mano derecha sostengo las dos cuchillas que he robado a mis carceleros del cuarto de baño. La luz del led refulge sobre sus afiladas hojas. La decisión está tomada. Miro esos dos trozos de metal y me pregunto cómo he llegado a este punto ».

-La desesperación es tal que hasta pensó en ponerle su propio final a esta historia.

-Intenté quitarme la vida. No quería que el último recuerdo de mi familia fuera verme a mí con el mono naranja mientras un tipo me cortaba la cabeza. Para eso lo haría yo a mí manera, que estos hijos de puta no utilizaran mi imagen como propaganda. Pero cuando lo estaba haciendo, con las cuchillas de afeitar y las heridas en las muñecas, pensé en mi hermana pequeña y en mi amigo Jim Foley , que aguantó estoicamente, nunca se derrumbó y así acabó venciendo. 'Si me toca, quiero intentar ser como Jim y aguantar'.

-Para colmo, asegura que han tenido mucha suerte. Que por fortuna les secuestró Al-Aqaeda.

-Sí, porque con Daesh nunca habría habido negociación posible . No hay esperanza. Todos los rehenes desde 2014 han sido ejecutados. Es la muerte segura . Los secuestrados son propaganda y los utilizan como tal, propaganda con técnicas de Hollywood dirigida especialmente a los 'millenial' (los nacidos en el actual siglo).

-¿Que ha sido lo peor del secuestro?

«Acabé con depresión de caballo, llegué a pensar que era un niño pequeño, hasta recordar mi primer día de colegio»

- Estar solo, sin duda . Si te pegan, te amenazan, y estás solo, todo te lo comes tú. La preocupación de qué le estará ocurriendo a mi familia.. toda tuya. Por eso divido el secuestro en dos. Yo acabé con una depresión de caballo, no me reconocía. Llegué a pensar que era un niño pequeño . Recuerdo momentos de mi infancia, por ejemplo mi primer día en el colegio, y que mi profesora de Primero de EGB se llamaba Mayte . El cerebro retrocede a situaciones en los que el ser humano se siente protegido.

-Es curioso que se viene abajo justo cuando ha sido liberado.

-Cuando salgo de Siria, estoy cenando con mi familia y tengo un episodio de epilepsia en el que convulsiono durante diez minutos. Diez minutos en los que no recuerdo nada. Todos los centros terminales del cerebro se colapsan, y se fueron encendiendo punto por punto. Como si lo hubiera reseteado . Es un mecanismo de gente sometida a grandes niveles de estrés. Podría haber estado secuestrado quince años y no me habría pasado nada porque mi cuerpo sabe que debo estar con las defensas muy altas. Y cuando me relajara llegaría ese colapso.

-¿Y qué ha aprendido de esta experiencia?

-Que soy más fuerte mentalmente de lo que yo pensaba y que el ser humano es capaz de aguantar casi de todo

-También a tener miedo.

-Bueno, a ir con más cuidado. No ir en plan kamikaze.

¿Se ha flagelado por haber corrido tal riesgo?

«Primé mi ego, mi afán de protagonismo a la seguridad. Ahora no estoy dispuesto a eso»

-Siiií, sí que lo he hecho. Asumo mi error de entrar en Siria en un momento que no debía haber entrado. Primé mi ego, mi afán de protagonismo, ser mejor que los demás por encima de la seguridad. Yo intuía que nos iban a secuestrar . Te puedes exponer pero hasta cierto punto. Ahora mido muchísimo porque no quiero que me vuelva a pasar.

¿Tan mal se está contando la guerra de Siria como parece?

-Se ha contado muy mal porque los medios no han apostado por ella. Casi ninguno ha mandado a un periodista en plantilla a cubrir este conflicto. Se basaban en 'freelance' a los que pagan muy poco dinero. El público no exige periodismo de calidad y la prensa le baila el agua .

-¿Es la guerra más dura de este siglo?

«En esta guerra no habrá final feliz; nunca hay final feliz porque las guerras son una puta mierda»

-Es el conflicto más cruento del siglo XXI pese a llevar varias guerras. Medio millón de muertos, seis millones de refugiados, diez millones de desplazados internos, y todo en seis años y medio. Además, tardará tiempo en acabar y cuando termine el futuro de los sirios seguirá siendo incierto. ¿En manos de quién? Estado Islámico, Al-A-Qaeda, los kurdos, el Régimen, Irán también tiene intereses, Rusia, EEUU, Catar... e s una pequeña guerra mundial dentro de un país .

No hay final feliz para esta guerra.

«Pensé que me iban a matar, desde el primer día hasta el último»

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