Novela Negra
«La sordidez y la violencia tienen algo que nos atrae»
Ángel Osuna se ha hecho con el I Premio Sed de Mal por su novela ‘El despiadado país de las maravillas’

El gaditanoÁngel G. Osuna (1975) ha ganado el I Premio Sed de Mal del Certamen Octubre Negro. Su novela, ‘El despiadado país de las maravillas’ (editado por Ediciones Atlantis), tenía algunos de los elementos que más impactan de un género que va ganando adeptos cada día: crimen, investigación y extrañas relaciones personales. Sin embargo, la novela de este escritor nacido en Tarifa descolló por su hábil manejo del lenguaje y por la profunda complejidad de los personajes, difíciles de encasillar en adjetivos como bueno o malo.
¿Qué ha supuesto estrenar el galardón de un certamen dedicado a un género con tanta competencia como el de la novela negra?
La verdad es que ha sido una gran alegría. Y me ha hecho especial ilusión que uno de los miembros del jurado fuera José Luis Muñoz, que es todo un referente de la novela negra en España. Y ha sido una gran satisfacción, sobre todo, por la dura competencia que había en el certamen, lo que demuestra que estamos viviendo un buen momento para el género de la novela y, en especial, para la novela negra. Aunque es verdad que esta novela, en particular, trata también otros géneros distintos más allá de la novela negra pura.
La novela negra está viviendo una época dorada en España en la actualidad ¿A qué lo atribuye?
Sí, es cierto que está viviendo un buen momento, y eso que parecía que estaba olvidada en este país. Creo que el interés por explotar el género se despertó gracias a los escritores nórdicos, que son los que han levantado de nuevo el género internacionalmente. De hecho, a mí me pasó un poco eso.
¿También se inició con este tipo de autores?
Efectivamente. Yo siempre he leído mucho y fue con este colectivo de autores, que tienen una producción muy importante, como me inicié. Me interesó mucho porque pese a que se basa en una temática que es ficción ésta forma parte de nuestra vida. Y es que en el día a día estamos rodeados de noticias plagadas de sucesos, asesinatos, secuestros... que además suelen ser las que más interesan porque la sordidez y la violencia tienen algo que nos atrae.
Muchos novelistas afirman que tienen un suceso que les marcó para escribir su obra. El crimen que da origen a ‘El despiadado país de las maravillas’, ¿surgió de algo real?
Pues es cierto que, desde siempre, me han llamado la atención las páginas de sucesos. No sé por qué pero ante las noticias de robos, asesinatos o secuestros con vioelncia se me van los ojos. Y en ellas siempre busco referencias a la hora de escribir. Creo que la novela nace del batiburrillo que tengo en la cabeza.
«En la vida real, los papeles de bueno y malo nunca están claros y tampoco quería que sucediera en la novela», afirma el autor
En cualquier caso, sí se adivina un proceso largo de documentación
Es innegable que, con internet, el proceso de documentación se ha simplificado mucho. Y tengo la suerte de tener amigos policías que están en la calle y me dan muchos detalles de cómo es el día a día. Y para los temas médicos y forenses, recurro a unos amigos del gremio, que me echan una mano.
En la novela no ahorra detalles escabrosos en algunos pasajes.
Yo tenía un profesor en la universidad que cuando me encargaba un proyecto decía «si vas a hacer algo, hazlo». Eso lo aplico a la hora de escribir: si voy a matar a alguien, quiero que se vea que lo están matando. Cierto que algunos me dicen que podría haberme ahorrado algún detalle, pero para narrar un crimen, como sucede en la prensa, hay que hacerlo con la crudeza de los hechos.
La historia se desarrolla en un pueblo sin nombre, ‘Vigilia’, ¿está inspirado en algún pueblo real?
Nací en Tarifa y los que hemos nacido en ciudades pequeñas siempre tenemos nuestro pueblo en el imaginario. Como los hechos son tan particulares, no veía bien que se localizara de una manera clara. Eso sí, hay pistas, como que está entre Zaragoza y Barcelona.
Llama la atención el tratamiento que le da a los personajes, que en ocasiones parece que representan un juego de máscaras.
Esa era la intención, que pudiera haber varias interpretaciones a lo que decían, que no quedara claro quién es el bueno y quién el malo. Creo que en la vida real esos papeles nunca están claros y tampoco quería que sucediera en la novela. De hecho, un lector me escribió diciendo que un personaje le parecía bueno cuando, para mí, era uno de los malos de la trama.
¿Cree que ‘El despiadado país de las maravillas’ podría tener adaptación al cine?
Podría ser. La novela, como sucede con el cine, no te da respiro, te hace pasar de una hoja corriendo a la siguiente.
En el texto se adivinan algunos guiños literarios, ¿cuáles son sus referentes a la hora de escribir?
Pues está Murakami, que me atrae muchísimo. Su manejo del género es muy particular, a mí me fascina. También me encanta Jo Nesbø (en especial, su saga del detective Harry Hole). De él me interesa tanto su manera de escribir como el trato de los los personajes. Y también destacaría a Juan Gómez-Jurado, con una manera de escribir muy cinematográfica.
Me llama la atención su trayectoria. Usted es arquitecto, ¿cómo empezó su relación con la literatura?
Desde muy pequeño. Mi hermano y mi padre leían mucho y me lo inculcaron. Como todos los escritores, siempre se empieza leyendo mucho. En la universidad hice pequeños relatos. Luego ya fui escribiendo alguna novela, que se quedaba en el cajón... hasta que me lancé. Se la di a leer a mi hermano y a algunos amigos y vi que no se me daba del todo mal.
Tengo entendido que ya está trabajando en una nueva novela.
Sí, la he terminado y estoy en periodo de corrección. La verdad es que escribo bastante y tengo como cuatro novelas terminadas. Esta última me gusta mucho, porque la acción se desarolla entre Cádiz, Madrid y Conil. Llevo aquí en Cádiz 15 años y la ciudad es un paraíso de localizaciones para una novela.