GASTRONOMÍA
Miguel Domecq lanza al mercado un nuevo vino, el Entrechuelos Chardonnay rosado
Además, la bodega jerezana renueva la presentación del blanco, más en línea con los grandes Chardonnay del mundo
![Miguel Domecq lanza al mercado un nuevo vino, el Entrechuelos Chardonnay rosado](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2016/04/30/v/vino--620x349.jpg)
El paso de los años hace mejor al vino. No es una frase hecha. El tiempo, la experiencia y las mismas ganas e ilusión de los inicios también contribuyen a la excelencia. Miguel Domecq, en su bodega del Cortijo de Torrecera, presentó su acreditado vino blanco Entrechuelos Chardonnay otro de nueva creación, Entrechuelos rosado. Y en esa puesta de largo, celebrada ayer ante la presencia de numerosos amigos, así como del delegado de Agricultura, José Manuel Miranda, el alcalde de Torrecera, Manuel Bertolet, y la jefa de servicio de Agricultura Nuria Arenal, entre otros, Domecq expresó un deseo muy especial: el de situar los caldos de la tierra de Cádiz entre los grandes vinos de mesa del mundo. En este sentido, expresó, los vinos de su bodega van mejorando con cada vendimia.
En el acto de presentación, el bodeguero destacó la mejora de imagen conseguida con la nueva presentación de Entrechuelos Chardonnay, «más en línea con los grandes Chardonnay del mundo», de acorde con el reconocimiento que este producto está consiguiendo en el mercado. «En el interior de la botella encontraréis un vino que también este año ha crecido en equilibrio y complejidad aromática. No dudo que esta nueva presentación mejorará su imagen y aumentará la ya apreciable aceptación que tiene en el mercado», señaló.
Por otra parte, Domecq, apuntó la modernidad del Entrechuelos rosado, un vino rosado pálido que responde a una categoría emergente en el mercado del vino. «Este vino tiene complejidad por proceder de todas las variedades de uva de nuestra viña de Torrecera. Al mismo tiempo resulta un vino agradable, equilibrado y fácil de beber», abundó Domecq.
Después de una cuidadosa investigación, en el año 2003, el bodeguero jerezano plantó las variedades de uva que mejor se adaptan en las tierras albarizas jerezanas para los vinos de mesa. Algunos años después comenzó a producir vinos de mesa. «La calidad que hemos alcanzado es ya apreciable, sin haber renunciado a nuestras señas de identidad de vinos atlánticos andaluces producidos en nuestra bendita tierra», insistió agradecido Miguel Domecq, que subrayó que los vinos presentados «simbolizan muy bien el espíritu de los hombres que forman nuestra empresa que es el buscar cada día para nuestros vinos su mejora e innovación».
El acto de presentación de los nuevos vinos finalizó con un aperitivo en el que se procedió a la cata de los mismos.