Carlos Edmundo, el hijo predilecto que no se va de casa

La Fundación Ory organiza un ‘Oleaje’ al poeta y recibe decenas de vídeos de lectores y escritores

A. G. Latorre

«El mármol no es mi amigo. sino el viento», dejó escrito el poeta gaditano Carlos Edmundo de Ory (Cádiz, 27 de abril de 1923 - Thézy-Glimont, 11 de noviembre de 2010), del que se está conmemorando el 97 aniversario de su nacimiento . Él, como escritor vitalista, prefería la celebración de la vida que de la muerte y, en esa línea, la Fundación Carlos Edmundo de Ory le han organizado un homenaje. Mejor dicho, un ‘ Oleaje ’, con vídeos con recitados de la obra del escritor. Y es que como el mismo director de la Fundación, Salvador García, recordaba, «en vida le quisieron hacer un homenaje y él lo rechazó, y sólo lo admitió cuando se dijo que sería un Oleaje». Tradición que, dos décadas después de su último viaje, se mantiene.

«Debido a las circunstancias actuales, este año hemos optado por intentar inundar nuestras redes sociales con lecturas de textos de Ory , o relativas a su figura», informaron desde la Fundación Ory, que subraya que la iniciativa se abrió «a toda la ciudadanía , lo que no deja de ser un guiño a su propósito de creación colectiva». Y es que no hay que olvidar que, en los años 60, el autor coordinó en Amiens su Taller de Poesía Abierta. Para participar sólo había que enviar un vídeo a la Fundación o compartirlo en los perfiles de redes sociales de la Fundación Carlos Edmundo de Ory con el hashtag #oleajeaOry.

El propio director de la Fundación se asombró del éxito que tuvo la convocatoria que, pese a estar pensada para un día, se terminó prolongando durante toda la semana . «Si el mundo de la literatura suele estar limitado, el de la poesía lo está mucho más... y sólo en el primer día recibimos medio centenar de vídeos con recitados de Carlos Edmundo», detalla con orgullo García, que indica que algunos fueron más allá y le enviaron pequeñas ‘performances’ con textos del poeta. Puede ver el canal donde se han subido los vídeos pinchando aquí .

Lo cierto es que la entidad cultural ha conseguido uno de sus propósitos: convertir el defecto en virtud. «Nosotros todos los años organizábamos un acto cerca de la estatua que tiene en la Alameda. Éste no hemos podido por las circunstancias que estamos viviendo, pero pensamos que si el ‘Oleaje’ se llevaba a las redes podíamos acercarlo a quienes, desde fuera de Cádiz, quieren participar en los actos de Carlos Edmundo », explica el director de la Fundación.

Así fue. Llegaron vídeos y mensajes desde mucho más allá de Puertatierra, como Madrid, Valladolid, México o Nueva York, provenientes de aficionados y de escritores, como Eduardo Lago, Benítez Ariza, Beatriz Aragón, Javier Vela, García Argüez, Fernández Palacios o Alberto Porlan . «Ha sido muy especial porque todo el mundo tenía un poema de De Ory favorito y, aunque alguno se repite, cada recitado expresa una vivencia distinta del lector respeta a lo escrito».

Entre los que más han emocionado a García está el vídeo de Arcadio Pardo , que a sus 92 se ha querido sumar a este homenaje. También la contribución de José Antonio de Ory , su sobrino, que ha participado con un poema recitado al japonés. «Y, por supuesto, un vídeo que nos ha enviado Solveig, hija del escritor, en el que un molinillo gira mientras van apareciendo algunos de los ‘aerolitos’ del poeta».

«Todas estas contribuciones servirán para engrosar el fondo sobre De Ory, ya que constituyen un documento de cómo su memoria sigue viva y cómo la interpretan sus lectores», desvela García.

Por esas cosas del destino, alguno de esos homenajes a Ory han sido dobles. Como el del cantautor Fernando Lobo , con una versión del ‘Cuando no cante más’, que escribió, con letra del gaditano, Luis Eduardo Aute , recientemente fallecido. «Los dos tenían muy buena relación, como queda constatado en el fondo documental; cuando todo se normalice habrá que considerar hacerle un homenaje también a Aute», explicaba Salvador García.

Vida y obra más allá del Covid-19

Lectura a la orilla de la estatua de De Ory en la Alameda.

Lo cierto es que el homenaje a Carlos Edmundo de Ory no ha sido la única actividad que ha trastocado el coronavirus. La Fundación tenía programado para esta primavera un encuentro literario para tratar la figura del autor gaditano como traducto r. En él, se iba a dar una especial importancia a la vinculación del máximo exponente del Postismo con la lengua francesa y se iban a leer algunas de sus traducciones. «Al final, lo hemos pospuesto para noviembre», desveló García, que no deja de reivindicar una obra como la de Ory, « lúcida, crítica y muy lúdica , que cobra especial relevancia en un contexto como el actual».

También están en el aire las jornadas que se iban a celebrar en octubre sobre la figura del escritor , «aunque como los actos sobre poesía no suelen ser multitudinarios, no creo que tengamos muchos problemas».

Y es que Carlos Edmundo de Ory, como París, no se acaba nunca. Y no sólo porque su obra conocida siga sorprendiendo por moderna y transgresora al lector, sino porque la i nédita guarda aún numerosas sorpresas que la Fundación custodia. «Durante el confinamiento hemos repasado muchos de los documentos (recordemos que, la Fundación De Ory custodia el fondo documental del escritor) como el ‘Ensayo del árbol ’, que es una delicia y no está aún publicado», detalla García, que desvela que entre estos tesoros se cuenta una copiosa correspondencia e incluso una novela . «Carlos Edmundo no deja de sorprender», concluye

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