ENTREVISTA A JESÚS MAESO DE LA TORRE
«Cádiz fue el Wall Street de la época, el centro del comercio del mundo y donde se decidían los precios»
Jesús Maeso acaba de publicar ‘Comanche’, una novela que recrea el ambiente en la frontera norte de las posesiones españolas en América
![Jesús Maeso, en el Parque Varela.](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2018/10/21/v/jesus-maeso-kORC--1248x698@abc.jpg)
Es difícil hacer una entrevista cuando el entrevistado es tan gran conversador. Jesús Maeso de la Torre (Úbeda, 1949) es un jienense orgulloso de ser gaditano y un prolífico novelista que no ha abandonado su vinculación con el mundo académico. Acaba de publicar ‘Comanche’ (Ediciones B), libro que aparece y desaparece en la conversación entre disgresiones literarias, apuntes históricos y confesiones de quien es uno de los autores más respetados del panorama editorial español.
–Nació en Úbeda pero, ¿se puede decir que Maeso de la Torre es un novelista gaditano?
-Absolutamente. Llegué en noviembre de 1969 y toda mi obra novelística la he escrito en esta ciudad. Venía por un año, conocí a mi mujer y aquí me quedé.
–Se nota que le gusta la ciudad por las veces que aparece en sus novelas.
-Cádiz tiene un peso histórico inmenso y conocerlo es un valor añadido para una novela. De ahí que aparezca en ‘Tartessos’, ‘Las lágrimas de Julio César’ (en Cádiz juró ser el dueño del mundo), ‘En una tierra libre’ o en la propia ‘Comanche’.
–¿Le gusta el adjetivo de histórico que le colocan a veces a su oficio de novelista?
-(Durante un minuto, Maeso pierde la sonrisa. La recupera cuando la letra vuelve a negrita) No, no me gusta nada. Antes que todo quiero hacer literatura, aunque emplee escenarios históricos glamourosos a la hora de montar la novela. Lo que plasmo en mis novelas son las virtudes y las sombras del hombre, nunca me centro en los reyes, en los cancilleres o los papas. Además, las tramas son inventadas. Que me consideren en este país como novelista histórico lo acepto, pero no me tengo como tal.
–¿Se encuentra más cómodo cambiando el escenario en cada novela?
-Mucho. Y de punto de vista. Incluso de género del protagonista, siempre me ha gustado dar el punto de vista femenino. Luego, en cada trama, debe ser el lector el que saque sus conclusiones.
–¿Tiene alguna máxima a la hora de tratar los temas en las novelas?
–La que me sugirió Umberto Eco en Roma: respetar el espíritu de la época en la que se ambienta la novela. ¿Cómo vas a poner a un hombre de la Edad Media a hablar de derechos humanos? Creo que por eso gustan tanto mis novelas. Si no se respeta esta máxima, y es algo que sucede en la actualidad con demasiada frecuencia, se cae en el presentismo más absurdo.
–Vamos a pasar a ‘Comanche’, su última novela. ¿Cómo se interesa por este apartado de la historia española?
–Por dos razones. La primera, el año pasado la Academia Norteamericana de la Lengua Española me nombró académico y sentí que, en ese momento, contraía una deuda con ellos. La segunda razón llega en los Museos Vaticanos, donde se enseñaron un gorro de guerra indio y me explicaron que correspondían a un guerrero comanche, Cuerno Verde, que luchó contra los dragones españoles en la época de Carlos III. Y me dije «ya tengo personajes e historia».
–Los dragones, protagonistas en la novela, son en gran parte desconocidos para el español medio.
-Es incomprensible, eran unos soldados fabulosos y no hace falta ser español para reconocerlo. Que 2.000 soldados, con un orden militar ejemplar, controlaran 4.000 kilómetros de frontera entre Nueva Orleans y San Francisco enfrentándose a unos guerreros como los comanches es admirable. Podríamos decir que eran superiores a los tercios, pese a que no tengan tanta fama.
–En la novela aparecen lugares míticos como San Francisco, Tucson, El Paso, Alburquerque... uno cree que John Wayne va a aparecer en cualquier momento.
-Ése quería que fuera el eslogan que precediera a la novela: «Antes que John Wayne, Clint Eastwood y el Séptimo de Caballería, estuvimos los españoles». El Séptimo de Caballería, por cierto, copió los uniformes y el modo de actuar de nuestros dragones de cuera.
«Antes que John Wayne o el Séptimo de Caballería, estuvimos los españoles en el Lejano Oeste»
–Llega el 12 de octubre y dicen que España cometió un genocidio en América.
-Es para echarse las manos a la cabeza. España en la Edad Moderna deja su gran legado al mundo: el mestizaje. Un genocidio requiere voluntad y premeditación, algo que no sucedió en ultramar, donde surgieron 200 millones de mestizos. ¡Si cuando España se fue habíamos dejado más de 100 universidades en el continente! Por no hablar de que los únicos pueblos indios que han sobrevivido son los que estuvieron en contacto con los españoles, el resto fue masacrado. No voy a decir que todos allí fueran hermanitas de la caridad, pero para como era la sociedad en la época los españoles se comportaron con una gran humanidad.
–¿Y por qué parece que nos da vergüenza nuestra historia?
-Porque el mundo anglosajón nos ha tratado malévolamente, crudamente. Han conseguido que la leyenda negra de todos los países haya prescrito, menos la de España. Y lo que es peor, nosotros lo hemos aceptado y ha calado. Debemos tener mejor consideración de nuestra historia e ir con la cabeza bien alta. ¡Es que transformamos el mundo, nosotros enseñamos lo que el resto de las naciones sólo podía imaginar!
«Tenemos un gran complejo con nuestra historia, cuando dejamos un legado único: el mestizaje»
–En ‘Comanche’ vuelve a emerger Cádiz, ¿qué importancia tenía la ciudad en la época en que transcurre la novela?
-Sería difícil de hacerse una idea hoy en día. Cádiz era el centro del comercio mundial, llegaban productos de América y Asia hasta la aduana, actual Diputación. Cádiz era el Wall Street de la época, aquí se decidía el precio de todas las cosas.
–Se presenta ‘Comanche’ pero creo que ya está trabajando en otra novela.
-Así es. Se llamará ‘Oleum’ y versará sobre la Hispania romana, con personajes como Séneca, Lucano, Los Balbo. Ahora ésa es mi novela, ‘Comanche’, como las anteriores, ya son del lector. Los libros son como los hijos, los quieres, pero cuando salen de casa deben seguir su propio camino.
–Para terminar, una pregunta sobre un paisano suyo. ¿Qué le parece la designación de Joaquín Sabina como pregonero de Cádiz?
-Maravilloso. Joaquín es un hombre de una gran inteligencia, además de ser tremendamente gracioso. Hay quien felicitar a quien lo haya sugerido como pregonero. Yo lo quiero mucho, nacimos en el mismo año, casi en la misma calle y los dos estudiamos en la Safa.