Novedad editorial
«La vida me ha dado la oportunidad de acompañar a personas que se enfrentan a la muerte cada día»
La escritora Enia Ruiz de Castroviejo publica su nueva novela, ‘Cielo’ (Samarcanda), en la que refleja el dolor por la pérdida de los seres queridos y muestra su experiencia como psicooncóloga en la Asociación Española Contra el Cáncer
La escritora Enia Ruiz de Castroviejo (Sevilla, 1974) ha brillado en los últimos años después de haber publicado ‘La trilogía del silencio’ (Samarcanda), unos libros llenos de emociones en donde se reflejan sus 21 años de experiencia como psicooncóloga en la Asociación Española Contra el Cáncer . Ahora vuelve a ahondar en ese universo emocional gracias a la publicación de su última novela, ‘Cielo’ (Samarcanda). Se trata de un viaje trepidante que llevará al lector a un plano diferente en la percepción de los sentimientos. Un paseo por el más allá de los sentidos, del tiempo y del espacio. Un triángulo de amor en el que la muerte trasciende más allá de nuestra realidad.
¿Qué descubrirá el lector en esta obra?
El tema principal se centra en realizar una revisión del pasado para encontrar las claves de un presente perpetuo. El lector será capaz de rescatar lo mejor de uno mismo. Invita a profundizar y a abrirse a ese complejo mundo interior que todos tenemos pero que a veces es de difícil acceso, a reelaborar recuerdos traumáticos, a realizar una retrospectiva de la vida desde cada uno de los personajes, a realizar una metamorfosis en el camino de la evolución hacia dimensiones superiores. A la protagonista le cuesta mantener el equilibrio entre el escepticismo de su mente científica y la simpleza de lo más primitivo. Le cuesta soltar la balanza, pero al final realiza un viaje sensorial entre la luz y la oscuridad, entre el abrazo y la soledad. Anna vuelve a su pasado para rescatar lo que el olvido depuró de su registro de experiencias. Vuelve para percibir detalles que pasaron desapercibidos, para captar las señales que se mantuvieron al margen de su perspectiva más rígida, para hacer una nueva lectura de su vida más diáfana, más generosa, más sencilla. Y en ese ir y venir sus lágrimas se purifican, sus heridas se asientan, el mundo deja de prometer algo distinto para ella. Sale de su país, de su casa, de su planeta. Sale de la vida y se sitúa en otra dimensión. «Sobre la luz, en la luz, con la luz…»
¿Quién se puede ver identificado en esta novela?
Esta novela está dirigida a lectores interesados en reflexionar sobre el sentido último de las cosas, de la vida, del más allá, del bien y el mal, de nuestro papel en el planeta Tierra, del amor como parte noble de nuestra alma. Va dirigida a personas que buscan un espacio de refugio, renovación y creatividad en el que empezar y terminar cada día, un eje de energía y espiritualidad, un lugar en el que encontrar cobijo y que nutra sus sentidos. Va dirigida a todos los que apuesten por el amor como centro del universo, a los que se amparan en la energía única y universal que nos conecta a todos, a lo que buscan las virtudes de la vida eterna más allá del plano físico.
No es tu primera novela...
Anterior a ‘Cielo’ salió publicada ‘La trilogía del silencio’, un trío de novelas que provocan una reflexión e invitan a acceder al mundo interior que todos tenemos. El tema fundamental es la gestión de emociones en cualquiera de sus versiones, dándole prioridad no tanto al motivo que nos lleva al sufrimiento sino a cómo gestionamos ese sufrimiento.
Entonces, ¿son del género autoayuda tus novelas?
Son novelas que pueden encuadrarse dentro del estilo de novela narrativa terapéutica, en cuanto a que ofrecen las claves necesarias para que los personajes puedan adquirir una actitud positiva y de resiliencia ante la vida, se enfrenten a sus propios retos y se disminuya el sufrimiento al que se ven sometidos. Al provocar reflexión en el lector e invitarlo a acceder a su mundo interior para descubrir los patrones que determinan y condicionan su comportamiento, también pueden encuadrarse dentro de la categoría de libros de autoayuda. Y claro que pueden servir de herramienta de autoconocimiento y autoterapia, aunque al estar dotadas de un trasfondo reflexivo, también van dirigidos a lectores interesados en conocerse mejor a sí mismos, al mundo que el viven o a las personas con las que se relacionan.
¿Qué has aprendido al tratar con la muerte durante todos estos años?
Durante estos últimos 21 años he tenido el privilegio de acompañar a personas en situaciones límite obligadas a tener que luchar por sobrevivir, y el aprendizaje vital que se adquiere te lleva a comprender que nos enfrentamos a muchos tipos de pérdidas a diario. Pérdidas de salud, afectivas, de pertenencias, de identidad, de seres queridos, de trabajo… pérdidas que, en definitiva, nos obligan a estar sujetos a un cambio constante y a poner en marcha un mecanismo de adaptación basado en la resiliencia. Las pérdidas, la muerte y los cambios son parte de la vida y nos cuesta entender que nada se rige por un planteamiento, un nudo y un desenlace ordenado necesariamente.
Al igual que a Anna, la protagonista de la novela, me he sentido atraída desde muy pequeña por la muerte y los misterios que la envuelven. esa travesía me permite profundizar sobre el tema, reflexionar sobre las necesidades del ser humano, sobre mis propias necesidades. Me reconforta pensar que hay vida después de la muerte y aunque no evidencias claras, creo ciegamente en ello. En cualquier caso, no se trata tanto de morir sino de vivir la vida que nos toque bajo el amparo del amor y el agradecimiento. Estamos expuestos al devenir de la vida y la muerte, por eso cobra especial importancia vivir el presente y practicar el agradecimiento a diario.
¿Qué relación tiene ‘Cielo’ con el misterio de la muerte?
El ser humano siempre ha experimentado una profunda inquietud sobre la muerte. Una parte de la sociedad asume el hecho de morir amparándose en creencias propias o religiosas. Otra parte niega el acto de morir hasta el último momento como mecanismo de defensa o como asignatura pendiente, otros tantos, conectan con el fin último desde el horror cuando se relacionan de forma directa con alguna pérdida al asociarla con la pérdida de identidad, la soledad, el vacío, la oscuridad, la separación. Pero hay un factor común entre todos ellos, una inclinación intrínseca que reside en una preocupación especial por el futuro, ya que en él se satisfacen nuestros deseos y nuestros fines. En ‘Cielo’ la protagonista realiza una revisión de su pasado, presente y futuro en la justa medida del conjunto en sí, como partes de un todo. No hay pasado ni futuro sin presente y en ese ejercicio reflexivo encuentra las claves del sentido de su propia vida, algo que puede ayudar a todo el que lea el recorrido fenomenológico que realiza de principio a fin.
Geneorisidad
«Anna, mi protagonista, y yo somos exploradoras, observadoras, críticas y soñadoras. Las dos pensamos que la vida es una excusa para dar y recibir amor»
¿Qué tiene Anna de Enia?
Anna y Enia tienen mucho en común. Esta novela está protagonizada por una chica que emigra de su país huyendo de lo conocido. Anna soñaba con empezar una nueva vida en un nuevo lugar, tener nuevas expectativas. Ambas tenemos en común el amor por las letras, la tendencia a darle a todo la vuelta, somos exploradoras, observadoras, críticas y soñadoras. Las dos pensamos que la vida es una excusa para dar y recibir amor.
¿Qué escritores han influido más en tus novelas?
Más que escritores en sí, ha sido mi larga trayectoria como psicóloga en el campo de oncología la que ha inspirado mis textos. La propia experiencia en primera persona es la que ha ido guiándome a través de las letras. Con solo hacer una lectura recopilatoria de los cientos de casos que han pasado por mi consulta he tenido más que suficiente para sentarme frente al ordenador y dejarme llevar por los personajes que he ido creando. Ni que decir tiene que grandes pensadores como Epicuro, Arístipo, Aristóteles o Sartre y sus disertaciones sobre la felicidad como fin último han nutrido mis reflexiones para escribir ‘Cielo’. En cuanto a escritores, me gusta leer a Manuel Vilas por su genialidad y a Almudena Grandes por su inteligencia.
¿Qué tipo de reflexiones provoca ‘Cielo’?
La vida nos ha ofrecido la oportunidad de formar parte de una aventura que se desarrolla en un escenario cambiante, salvaje, misterioso, a veces hostil, pero absolutamente maravilloso. El ser humano que observo reduce su vida a quemar etapas sin freno, a competir con otros seres, a alcanzar un bienestar que choca de frente con las leyes de la naturaleza y ‘Cielo’ invita a realizar una parada para reencontrarnos con nuestros perfiles más benévolos, con nuestros seres queridos, con los ojos del alma que llevamos dentro. En esencia somos parte del todo y ese todo forma parte de nosotros.
¿Qué relación has tenido con la vida y la muerte?
Al igual que a Anna, me he sentido atraída desde muy pequeña por la muerte y los misterios que la envuelven. Por otro lado, la vida me ha dado la oportunidad de acompañar a personas que necesitan ayuda, que se enfrentan a la muerte cada día, al dolor, a pérdidas de todo tipo y esa travesía me permite profundizar sobre el tema, reflexionar sobre las necesidades del ser humano, sobre mis propias necesidades. Me reconforta pensar que hay vida después de la muerte y aunque no evidencias claras, creo ciegamente en ello. En cualquier caso, no se trata tanto de morir sino de vivir la vida que nos toque bajo el amparo del amor y el agradecimiento.
¿Por qué has escrito ‘Cielo’?
Son muchos años viviendo de cerca el sufrimiento que generan las pérdidas, el vértigo que provoca el precipicio de la vida hasta tener la certeza de que nuestra vida termina. Son muchos años acompañando a personas que se enfrentan con el cara a cara de las despedidas, que se sienten paralizadas por el miedo a la oscuridad, a la soledad, a la nada. Años sufriendo la falta de amparo que provocan la muerte y sus oscuros secretos. Y no todos tenemos la suerte de encontrar un refugio que nos sostenga. No todos tenemos la suerte de terminar nuestros días en paz, ni de encontrar respuestas, ni de ser capaces de soltar. Es difícil hacerle frente a la muerte. Y esta es la razón por la que he tenido la necesidad de compartir la historia de Anna, si visión de la muerte, sus reflexiones, sus particulares descubrimientos. ‘Cielo’ es una forma de hacerle frente a la muerte.
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