NOVELA POLICIAL

José Luis García: «Yo quiero hacer una historia creíble y que enganche a la gente»

El escritor y periodista presentó el miércoles en la Fundación Cruzcampo «Velo de espejismos», la quinta novela de la saga del inspector Santana

Pepe Fernández, José Luis García y Julio Cuesta, en un momento de la presentación RAÚL DOBLADO

JESÚS MORILLO

«Velo de espejismos» es la última novela de José Luis García y un nuevo caso del inspector Santana que, en esta ocasión, investiga el hallazgo del cadáver de una mujer estrangulada en un vertedero de basuras. El escritor y periodista, especializado en sucesos y excelente conocedor del medio policial, reincide en un personaje y un grupo de homicidios de Sevilla que lo han acompañado desde «La casa número 5» (2007). La nueva entrega, la quinta, se presentó este miércoles en la Fundación Cruzcampo , con introducción del periodista Pepe Fernández .

-¿A qué nuevo caso se enfrenta el inspector Santana?

-En esta novela Santana se va a enfrentar, fundamentalmente, a un asesino que intenta saber más que él y que intenta, como todos los asesinos, el crimen perfecto. Un crimen que va a resultar particular porque muchas veces lo que tienes delante no es exactamente así. Hay un choque muy curioso entre los pensamientos e ideas de Santana y un asesino que no termina de conocer en ningún momento.

-¿Es su novela más oscura?

-No, porque son crímenes que si tu coges la hemeroteca los vas a encontrar en muchos sitios. La novela empieza con un crimen en un vertedero. Cadáveres tirados en contenedores de basura y vertederos hay muchos. Siempre he planteado casos verosímiles. No intento en ningún momento dar un salto en la ficción. Lo que aquí se ve tiene muy pocas licencias literarias, en cuanto a que si un análisis de ADN tarda cuarenta y ocho horas, tarda cuarenta y ocho, y no diez minutos como puedes ver en una serie de televisión. Los casos son muy reales y muy pegados al suelo, te los puedes encontrar.

-Para estas novelas se ha nutrido de su experiencia como redactor de sucesos, especialmente en ABC

-Sobre todo, de las técnicas, relaciones y los modos de trabajar. Hay muy pocas licencias en ese sentido. Si la gente habla de determinada manera, habla así; y si el malo es un cabrón, el malo es un cabrón… no se dulcifican las cosas. Eso es lo que intento.

-¿Nunca le ha interesado novelar un caso real?

-No, no me lo he planteado nunca y, además, lo rehúyo. Aunque utilices todo el entramado de investigación de un crimen, de forenses, de juzgados… no tienes por qué recurrir a un caso real. Distinto es que en las novelas haya referencias reales a casos que hubo, pero son pinceladas puntuales y para situar un poco la investigación.

-Santana iba para trilogía, pero se ha convertido en un personaje que casi ha cobrado vida propia.

-Exactamente. Comienza, yo diría, que casi accidentalmente. Planteé «La casa número 5» como un caso de un cadáver momificado que aparecía en una casa de una pareja joven que acaba de rehabilitarla. Lo investiga la Policía y llegó Santana y empiezas a pensar cómo es el policía, cómo piensa, si es más cabezón, si es más intuitivo… y aquello va creciendo… y se comió la novela. Donde realmente se consolida es en la siguiente, donde estabilizo más al grupo de Homicidios. Me he tirado treinta y tantos años haciendo información de sucesos y siempre me tocaba lo mismo. Yo veo un caso y se me ocurren ideas. Hay un poso que de pronto dices: de aquí sale una historia. En una novela sé donde empieza y a dónde quiero llegar y por medio dejo que los personajes vivan por sí mismos. Así aparecen historias en el desarrollo personal de cada uno.

-Ya estará pensando en la sexta

-No, ya está la idea para la sexta. Ahora mismo sé por dónde empieza y por dónde quiero ir.

-Ha comentado que Santana es enemigo de estar pegado al sillón y de que los jefes le indique lo que es políticamente correcto.

-Santana efectivamente es así. Hay una cosa que me hace mucha gracia cuando veo literatura negra o policial española y te dicen: está protagonizada por el comisario tal. Siempre me entra la risa floja. No he conocido en treinta y tantos años un comisario que haya sido capaz de salir a la calle. Los comisarios están para pensar ¿Un comisario haciendo una investigación a pie de obra? Hay un cierto desconocimiento por las influencias que nos llega de fuera, muchas series, muchas películas, que te deforman una realidad que aquí no es así.

-¿Por qué cree que ha tardado tanto en España en crearse una literatura policial, negra?

-La literatura negra y la policiaca, que a mí me gusta diferenciar una cosa de la otra, y la frase no es mía, ha estado históricamente minusvalorada. La novela negra ha tenido mala prensa. Ha sido una cuestión de pensar que la novela negra o la novela policiaca es de segunda. Yo no busco hacer un retrato social o psicológico, yo quiero hacer una historia creíble y que a la gente le enganche, y que le sirva, dentro del estilo que es, que sea capaz de distraerlo. Creo que la gente sigue pensando que es novela de segunda.

-Y eso a pesar de que hay autores consagrados en España, los nórdicos, Chandler...

-Existe la idea de que la novela policiaca puede escribirla cualquiera y después ves por ahí lo que ves.

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