Escaparate «Oliam»
Libros recomendados: ‘Las cosas de la vida’, de Andrés Amorós
La obra es una suerte de madeja de lecturas de la que sobresalen hilos de los que Amorós tira para contar historias
Un lector es un paseante, un peregrino, alguien que atraviesa cientos de páginas, pide posada en una novela, merienda en un ensayo y toma café en unas memorias. De todo aquello toma notas en cuadernos y libretas, que algún día repasará como quien mira un álbum de fotos. Y cada una de esas anotaciones le recordará no sólo las lecturas, sino especialmente los paseos. Eso es ‘Las cosas de la vida’ de Andrés Amorós: una suerte de madeja de lecturas de la que sobresalen hilos de los que Amorós tira para contar historias que a su vez están enredadas a otros libros y otras caminatas, porque ‘Las cosas de la vida’ no es una obra de erudición sino de divagación. Amorós prefiere emplear la palabra «divulgación», pero eso es porque le cuesta dejar de ser el profesor cariñoso que es. En cambio, a mí me ha dejado la sensación de ser un compañero de viaje. De esos que en un alto del camino abren la tartera para compartir un autor, una película, una canción o una media verónica. ‘Las cosas de la vida’ no tiene argumento, se puede abrir por cualquier página y lo mismo conviven en la misma página Fellini, Machado y Montaigne o Eliot, Ayala y Cervantes. ¿Por qué no? Montaigne es una presencia recurrente en este libro de Amorós –“Soy yo mismo, lector, la materia de mi libro”-, porque los ensayos también nacieron como el álbum de lecturas clásicas del Señor de la Montaña. El subtítulo de ‘Las cosas de la vida’ es «Guía para perplejos», como el tratado de Maimónides que sanaba el alma.
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