Sector del libro

Librerías y editoriales sevillanas afrontan con reajustes e incertidumbre la profunda crisis del coronavirus

Las mayoría de librerías han cerrado o se vuelcan en la red. Las editoriales han reprogramado sus lanzamientos

La mayoría de librerías sevillanas ha cerrado sus puertas por la alerta sanitaria Vanessa Gómez

Jesús Morillo

Si hubiera que elegir una palabra para definir el ánimo del sector del libro en Sevilla ante la crisis del coronavirus esa sería incertidumbre . Algo más de un mes después del decreto de estado de alarma que ha conllevado el cierre de la mayoría de establecimientos y tras la celebración del Día del Libro , hay una certeza entre libreros y editores : esta crisis va a ser más profunda que la económica de 2008, que en cinco años redujo a casi la mitad el número de editoriales en Andalucía y que en un solo año, 2014, provocó el cierre de 160 librerías en la comunidad, el 24% de las que había el año anterior.

Las previsiones ahora son terroríficas . La Federación de Gremios de Editores de España prevé que la facturación para este año podría caer a la mitad en el mercado interior, es decir, entre 1.000 y 1.200 millones de euros . Unas cifras consecuentes con el desplome en un 80% de las ventas de libros desde el inicio del confinamiento, según un informe de Nielsen.

La Confederación de Asociaciones de Gremios de Libreros de España también dibuja un negro panorama: estima que cerrarán entre el 50 y el 70% de librerías y editoriales.

Ante estos datos, la preocupación y la incertidumbre, al desconocerse el tiempo en que la actividad económica estará ralentizada, se han instalado en un sector que, pese a todo, no se resigna al peor de los escenarios.

Las editoriales, paralizadas, están reprogramando su calendario de lanzamientos y dando prioridad a los libros que mejor acogida pueden tener en el mercado. Mientras que las librerías, de las que solo un pequeño porcentaje sigue sirviendo on line, se vuelcan en las redes para reforzar su papel de prescriptores .

Peor que en 2008

«Tenemos claro que la crisis va a ser peor que la de 2008 , en un sector que de por sí es precario y tiene pocos fondos de los que tirar, amenazado, además, por las grandes plataformas del comercio electrónico y otras formas de ocio. El miedo es lógico, pero, y esto es una opinión personal, confío en que los lectores quieran irse como otros veranos con una montañita de libros en vacaciones», explica la codirectora de la Feria del Libro de Sevilla , Nuria Lupiáñez .

Librerías como El Gusanito Lector y Casa Tomada están activas en las redes para mantener contacto con su comunidad y reforzar su papel de prescriptoras

A esa luz al final del tunel, aunque no se sepa muy bien qué dia llegará, se aferran las librerías, la más golpeadas hasta la fecha por la crisis, ya que llevan cerradas desde la declaración del estado de alarma. La mayoría en Sevilla no tienen actividad y solo la mantienen, más allá de las grandes cadenas, la Botica de Lectores, Rayuela, El oso y su libro, Casa Tomada y el Gusanito Lector . Entre las cerradas, Caótica anima a sus clientes a hacerse socios y, al igual que hacen otras librerías, a adelantar sus compras de libros para recogerlos cuando reabran.

«El de las librerías, como el teatro, es un sector en permanente crisis , pero aquí estamos. Lo único que puedo hacer es mantener el contacto con nuestra comunidad», explica Esperanza Alcaide , de El Gusanito Lector .

Esta librería de la calle Feria sigue sirviendo libros por internet y con la actividad volcada en las redes . En su página han organizado diversos talleres, concursos de micorrelatos y carteles, de niños a adultos. Además, han activado un boletín con recomendaciones y reseñas de sus libros favoritos, y colgado lecturas en su canal de Youtube.

Talleres y redes

El Gusanito Lector no ha hecho un Erte entre sus trabajadores. Tampoco Casa Tomada , la librería del Muro de los Navarros , que tampoco ha cerrado y que se ha volcado en la otra pata que sustenta su negocio: los talleres de creación literaria .

Una de sus tres socios, María José Barrios , explica que cerrar en marzo «era un desastre, porque los talleres no los hubiéramos podido recuperar hastas octubre. Así que apostamos por mantenerlos y crear otros adaptados a la gente que está metida en casa, que puede tener trabajo, pero más tiempo libre o estar sola. Participan en ellos entre 100 y 150 personas ».

Ambas libreras son conscientes de que la crisis ha llegado en unos meses, de abril a junio, en el que al calor de las ferias del libro -pospuestas la mayoría a otoño-, se concentra el 30% de la facturación , esto es, el segundo momento del año, tras la campaña de Navidad, en el las ventas suman otro 45%. Con lo que un confinamiento más allá de junio, podría culminar, con julio y agosto inhábiles, en cinco meses de inactividad .

La Feria del Libro de Sevilla se ha pospuesto a finales de octubre Vanessa Gómez

Pero tanto Alcaide como Barrios no son partidarias de reabrir hasta que pueda garantizarse la seguridad . «Lo primero es que nadie enferme», señala la primera. Ambas confían en que las ayudas anunciadas por las administraciones puedan aliviar algo la situación y en que el público no se eche en manos del comercio electónico y vuelva por el valor añadido que da una librería . «Las librerías tenemos que transmitir que somos más que una tienda, sino un espacio de recomendación de lecturas y de talleres», mantiene la segunda.

Editoriales, paradas

Las editoriales aún no han sufrido directamente esta crisis en sus ingresos, pues suelen facturar entre 90 y 120 días, pero han visto parada toda su actividad. «Las distribuidoras tuvieron un amago de servir novedades, pero después rectificaron. Además, cerraron las imprentas . No había opción y lo correcto, para evitar contagios, era parar», explica la editora de Renacimiento Christina Linares . Renacimiento ha trasladado su actividad a las redes sociales, organizando encuentros como el del pasado viernes con la directora de la colección Elena Fortún , Nuria Capdevila-Argüelles .

Las editoriales creen que el sector se contraerá, pero confían en el valor refugio del libro y en la vuelta del lector a las librerías

Este frenazo ha obligado a los sellos a reprogramar todos sus lanzamientos , en un momento en el que se concentraban algunas de sus principales apuestas. «He tenido que replantarlo todo y debo ir en los próximos meses a libros que tengan un valor más seguro en el mercado. He cambiado toda la planificación del próximo año y medio», explica el editor de El Paseo , David González Romero .

«Contracción en el mercado va a haber», da por seguro González Romero, pero se agarra a que «en las crisis el libro es un producto refugio , algo barato con lo que pasar bien el tiempo». Además, valora la línea de ayudas para la compra de libros para bibliotecas públicas, por valor de 430.000 euros, a librerías y editoriales andaluzas puesta en marcha por la Consejería de Cultura . «Es una forma de reconocer que lo que publicamos las editoriales tiene valor cultural », explica.

Tanto este editor como Linares creen que los lectores, tras la crisis, volverán a las librerías, pese a la tendencia en favor de las multinacionales del comercio electrónico. «Esos monstruos siempre ganan, porque sus condiciones siempre son mejores, pero puedes pagar un poco más y tener una librería cerca de casa en la que te recomienden libros y poder llevar a tus hijos a los cuentacuentos », concluye esta última editora.

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