NOVEDAD EDITORIAL

Jesús F. Creagh: «Sevilla es como una flor que debemos impedir que se marchite en el olvido de sus esencias»

El ex hermano mayor de la Cena acaba de publicar la obra «Esto no estaba en mi libro de Historia de Sevilla» (Almuzara)

Jesús F. Creagh repasa la historia de Sevilla, pero alejándose de los tópicos Jesús Creagh Zorrilla

Andrés González-Barba

Frente a la Sevilla más conocida y «oficial», existe otra llena de curiosidades y rarezas que pocas personas conocen. Es precisamente esta segunda visión de la ciudad la que ha querido plasmar Jesús F. Creagh (Sevilla, 1945) en su obra «Esto no estaba en mi libro de Historia de Sevilla» (Almuzara).

Respecto a las innumerables publicaciones que han salido sobre la capital hispalense, Creagh dice que su obra «no trata de ser un compendio que abarque la historia de la ciudad desde la antigua Hispalis hasta nuestros días, ni tampoco pretende plasmar una serie de anécdotas o leyendas que a lo largo de los siglos se han ido forjando con mayor o menor verosimilitud. Se ha pretendido en todo momento reunir en veinticuatro relatos personajes singulares, empresas señeras, rincones insólitos, conventos o hechos vividos que, por su naturaleza, no ocuparán páginas en las crónicas oficiales de Sevilla ».

Uno de los objetivos principales de este libro, como bien reconoce su autor, ha sido « huir del tópico y de la leyenda forjada tan superficialmente sobre Sevilla ». «Se pueden descubrir hechos ignorados o poco conocidos, pese a pasar ante ellos con asiduidad, que deben llenar en parte el pozo del conocimiento de tantos sevillanos o amantes de nuestra ciudad».

Otra de las cuestiones que siempre se plantean es si los sevillanos conocen realmente su propia ciudad. A este respecto, el autor de «La profecía de Sevilla» asegura que, en general, «para las nuevas generaciones se hace más difícil poder acceder a esa compleja maraña de datos y hechos que conforman la historia de cualquier ciudad, y más en el caso de la nuestra. Los libros tienen un coste, amén de las formas alternativas de comunicación exprés que utilizan fundamentalmente las nuevas generaciones y que tienden a la mayor concreción. Pero siempre debe quedarnos un resquicio a la esperanza de que algo llegue. Como no se logrará es si no se siembra».

Por este libro desfilan personajes célebres como doña María Coronel o Gustavo Adolfo Bécquer junto a otros que pertenecen más a la cultura popular como Paco Gandía . «Sin duda, para quien escribe merecen el mismo respeto y reconocimiento tanto los consagrados por la historia como esa amplísima mezcolanza de personas que han construido entre todos nuestra realidad social. A modo de ejemplo, debo manifestar mi admiración por un personaje nacido en el siglo XIX que tanto amó a las cofradías y que, como ocurre en muchos otros casos, murió solo, arruinado y ciego, como fue Agapito López y Raposo . Sin olvidarnos de otro investigador más conocido pero que tuvo un final tristemente semejante, como Félix González de León ».

Retrato de Grace Kelly en el Ayuntamiento

En este volumen hay también anécdotas deliciosas, como el retrato escultórico de Grace Kelly en el Ayuntamiento. «En realidad fue una licencia que se permitió un gran escultor como fuera Manuel Echegoyán , al que ayudaba uno de sus hijos cuando labraba la fachada de estilo plateresco del Ayuntamiento. Unos años antes había visitado Sevilla Grace Kelly, que vino a la ciudad siendo aún actriz y que causó una gran admiración entre los sevillanos, sobre todo entre los del sexo masculino. Y nuestro ilustre espartinero no fue una excepción, por lo que, sin más, decidió incorporar su bello rostro al elenco de dioses y seres mitológicos que adornaban los tondos de las arcadas ya concluidas».

Entre los pasajes más interesantes para este autor cabe destacar la historia del Hospital de San Lázaro, «apasionantemente triste», el hito que supuso la creación de la fábrica de cerveza de la Cruz del Campo o las claves ocultas del cementerio protestante. En cuanto a la afectividad de quien escribe determinados pasajes históricos, Creagh recoge curiosidades sobre los conventos de San Leandro y Santa Inés o sobre «el anecdotario inacabable» de Ignacio Montaño . «No puedo olvidar el mundillo de la picaresca sevillana, el mercadillo del Jueves, las portadas de la Feria de Abril o la inmensa gesta de la primera vuelta al mundo en vuelo sin motor , que rindió una etapa esencial en el aeropuerto de San Pablo».

Tampoco falta en esta obra la presencia de la Semana Santa de Sevilla , que Creagh conoce muy bien desde dentro. No en vano fue hermano mayor de la Cena. «Por supuesto no podía sustraer el matiz cofradiero que ha ocupado gran parte de mi vida». Entre los personajes que sobresalen en el libro destaca el caso de Rafael Franco , «quien amén de ser de los mejores, si no el mejor capataz de nuestra ciudad, además me distinguió con su amistad y me demostró su generosidad fuera de toda comparación posible. Tenía una personalidad única. Respecto a la hermandad de la Cena , ¿cómo no nombrarla si pertenezco a ella desde hace más de sesenta años?». Igualmente desfila por estas páginas la banda de las Cigarreras , de la que, según este autor, se hizo «una gran y acertada apuesta por ella desde sus inicios, dado que participó en su primera estación de penitencia con la Cena incluso antes que con su propia hermandad». Asimismo analiza el asunto de la Carrera Oficial:«La abordo desde sus orígenes, que es precisamente una etapa poco conocida y que nada tiene que ver con la actual».

Recuerdo a Dubé de Luque

Especialmente emotivo es el episodio dedicado al añorado Antonio Dubé de Luque , que falleció a finales de 2019. «Este capítulo descubre —según Creagh— lo que entiendo deben ser los cimientos de la Amistad con mayúsculas. No sólo fuimos amigos desde muy jóvenes hasta desgraciadamente su falta, sino que incluso prestó un singular servicio a mi hermandad en un momento crucial que paradójicamente le abrió el camino hacia su verdadera vocación, como era la imaginería. En este apartado hay un recuerdo especial al grupo de amigos que conformaron una tertulia inigualable por la entidad y personalidad de todos los que la componían».

Preguntado por si cree que los lectores tendrán una mirada diferente de la capital hispalense tras leer su libro, Jesús F. Creagh comenta que «el principal objetivo de esta obra ha sido dar a conocer esa panoplia de contenidos diversos que lo integran para que el lector se identifique aún más si cabe con la ciudad en la que tiene la dicha de vivir. Al mismo tiempo es un mensaje para que quienes la aman la salvaguarden aún mejor si cabe, porque Sevilla es como una flor que debemos impedir que se marchite en el olvido de sus esencias ».

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