AULA DE CULTURA DE ABC
«En Jerusalén ocurre lo más estrambótico y lo más trascendente»
El escritor Francisco Javier Expósito desvela las claves de su viaje espiritual y literario a Tierra Santa
¿Es posible mezclar a Melville con Tierra Santa? ¿Y pensar en ballenas en medio del lago Tiberiades? El escritor, periodista y poeta Francisco Javier Expósito Lorenzo (Madrid, 1971) propone en su libro «¡Somos Tierra Santa! La paz de Melville» (La Huerta Grande) un extraño y revelador viaje a Jerusalén que desentrañó en el Aula de Cultura de ABC , que patrocinan la Fundación Cajasol y la Real Maestranza de Caballería.
Francisco Javier Expósito mantuvo con Francisco Robles , director del Aula de Cultura, un curioso diálogo a modo de itinerario por los lugares míticos y místicos: Haifa, Monte Carmelo, Nazaret, Jericó, Lago Tiberiades, el mar Muerto, Belén, Jerusalén... Ambos han realizado este viaje y la conversación, donde se mezcló lo cotidiano y lo trascendente, fue un reflejo del libro. «Es una obra que puede considerarse un libro de viaje, pero también de reflexión y de meditaciones, una crónica periodística, un ensayo, una historia narrativa y también un diálogo con Melville. Y éste es uno de los hallazgos del libro», explicó Francisco Robles añadiendo que la obra evoca el viaje del autor pero también el que Melville hizo a Jerusalén en 1857 .
Y es que «¡Somos Tierra Santa. La paz de Melville» es un libro de viaje que en realidad se inicia en la infancia de Francisco Javier Expósito. «Leí «Moby Dick» cuando tenía 10 años en una de esas ediciones ilustradas de Bruguera. No comprendía por qué los hombres cazaban un animal tan maravilloso como la ballena. Ese es un libro lleno de luces y de sombras», asegura el autor.
El libro entronca con los libros de peregrinaje a Jerusalén, un género de siglos que Francisco Javier Expósito propone como viaje interior. «Yo pretendía seguir los pasos del maestro, buscar respuestas que quizás dentro de uno mismo . Allí las preguntas te asaltan a cada paso porque hay un complejo andamiaje de creencias. Tienes que ver todo con ojos muy abiertos y discernir qué te cuentan y qué ves tú», asegura.
Francisco Javier Expósito y Francisco Robles se convirtieron en peregrinos que descubrieron sus particulares experiencias en Belén, en el mar Muerto, en el lago Tiberiades, en Jerusalén. « En el libro abogo por romper las creencias , no las religiones, sino los muros que nos dividen. Dios está formado por el rostro de todos. Nosotros creamos a Dios. Todos somos Jerusalén».
El autor describió su experiencia en el lago Tiberiades . «Allí corre el viento de los místicos sin duda. Es increíble la pureza del paisaje y ese mar que no es mar. Para mí es el lugar de la calma, de la paz. Estuvimos dos noches durmiendo allí, en las mismas orillas del lago. Yo imaginaba que en cualquier momento vería andando a Jesús sobre las aguas. Y es que el imaginario colectivo es muy fuerte , el inconsciente colectivo del que hablaba Jung».
En el Jordán recibió un bautismo que en realidad fue «un renacimiento» y en el desierto recordó a Melville que se veía así por dentro, pedregoso y seco. Y describió los lugares rotos pero llenos de espiritualidad. « Jerusalén es el símbolo de la división humana . Han pasado tantas cosas allí, ha sido destruida tantas veces. Es una mescolanza, una pura fragmentación. Allí ocurre lo más estrambótico, pero también lo más trascendente», confiesa.
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