Isabel Coixet: «En Cataluña nos han debido echar algo en el agua»
La cineasta barcelonesa presentó su película «La Librería» adaptación del libro de Penélope Fitzgerald
La librería Caótica estaba a reventar. Hasta una ex-diputada sentada en las escaleras, mientras el público, en su mayoría mujeres, esperaba con avidez escuchar a la directora de cine, Isabel Coixet . Llegó y no decepcionó. Presentaba en Sevilla su película «La librería» basada en el libro de Penélope Fitzgerald y por cuya adaptación literaria ha sido premiada en la última Feria del Libro de Frankfurt , la más importante de Europa.
Coixet ha sufrido en los últimos tiempos insultos y persecuciones en su propia casa de manos de los independentistas radicales. «Lo que me ha pasado es algo que algún día escribiré. Lo confieso, como Ada Colau : estoy perpleja, pero no soy alcaldesa y lo puedo decir».
Luego se refirió a la huida de Puigdemont , «cuando he aterrizado y he abierto el móvil y he visto que este señor del flequillo estaba en Bruselas...¿Qué hace este hombre en Bruselas hablando con unos políticos flamencos que son de un partido pseudonazi. No entiendo nada. El otro día dije una cosa que creo que es lo único que se puede decir, y es que en Cataluña nos han echado algo en el agua y a lo mejor a mi casa no ha llegado».
Dijo no entender la situación de Cataluña , «me gustaría explicarlo. No sé qué decir. Yo veo ya una sinrazón, y lees los artículos de opinión y luego lees los de la prensa catalana, y dices..., es el agua, seguro que nos han echado algo». Sobre la reconciliación del pueblo catalán, «no lo sé, sinceramente. A mi, y odio el victimismo, me han pasado cosas que pensé nunca me ocurrirían . Si contara todo lo que me ha pasado, me lo tengo que tomar a cachondeo, porque el mundo ruin y mezquino de La Librería, yo lo he vivido. Y sobre todo lo que deseamos es dejar de hablar de este tema».
«La librería» es la historia de una mujer escrita por otra , por alguien que lo pasó muy mal en su vida. Viuda de guerra, con malos empleos y que empezó a escribir a los 60 años». En realidad La librería es una historia de coraje, de una mujer que salió adelante con muchísimos sacrificio».
Tardó siete años en conseguir financiación para su película, «La librería», «todo el mundo preguntaba si había historias de amor, o porqué la protagonista no era más joven . Pues nada, parte de la labor de un director es resistir y hacer lo que tiene que hacer». Y bromeó con la fórmula del cine, «de la gente que se reúne alrededor de un funeral. Para mi es un rollo».
Ironizó con algo que le preocupa de las películas, «siempre pienso, ¿de qué vive la gente? En Julieta de Almodóvar la protagonista es traductora y tiene un pisazo . Cómo, o ha heredado o de dónde lo saca? Me gustan los personajes de Penélope Fitzgerald porque tienen que ganarse la vida». Desveló además como anédota que el hijo de la escritora se casó con una sevillana, «y se llevaron fatal porque el chaval se casó muy joven».
Lectora ecléctica, lee novela negra que ahora selecciona mucho más, es también ávida lectora de comics, «antes leía muchos más. Me gusta la ciencia ficción y Úrsula Le Guin», y afirma que a la hora de elegir la lectura, «los libros te llaman». Admira a escritores como Ray Bradbury , a John dos Passos, o poetas como Philip Larkin, «autores que hay que poner en valor». En su trabajo cinematográfico asegura que le gustaría volver a trabajar con Sergi López o con Javier Bardem, «me gusta la gente que sabe hacer bien de bueno sin parecer bobo, porque ser malo es más fácil», y cuando le preguntaron por el «mensaje» de su película bromeó diciendo que, «yo los mensajes se los dejo siempre a Ken Loach. Cuando hago cine, sólo quiero contar historias».