Novela
Isaac Rosa: «La forma en mis novelas es tan social y política como el fondo»
El narrador sevillano reflexiona sobre el «malestar amoroso» en su nueva novela, «Feliz final»
Isaac Rosa (Sevilla, 1974) es uno de los contados narradores españoles que ha ganado en este siglo el prestigioso Rómulo Gallegos . Lo hizo con «El vano ayer» (2004), una novela que dio impulso a una carrera literaria que a partir de entonces lo situaría como uno de los nombres a seguir de la narrativa española y un autor social o político , adjetivos que han acompañado a novelas que hablaban del mundo del trabajo, la sociedad del miedo o la representación del franquismo.
Ahora Isaac Rosa, reinstalado en una Sevilla que dejó en la niñez, pone el foco en el amor , con una novela , «Feliz final» (Seix Barral), que, pese centrarse en lo sentimental para hablar del «malestar amoroso» , como le gusta denominarlo al autor, mantiene una coherencia con su obra anterior. De entrada, explica el autor, que ayer presentó su novela en la Biblioteca Infanta Elena , porque «Feliz final» surge del «mismo impulso».
«Todos mis libros surgen de una vivencia personal , de mi lugar en el mundo y de la gente que me rodea. Este libro tiene mucho de mi vivencia personal, amorosa, aunque no sea una autoficción o esté contando mi vida. En este caso, la pregunta de partida sería por qué nos queremos tan mal , qué está pasando en nuestras relaciones. Y también un cierto reto y ambición literaria de querer contarlo de una manera que provoque en el lector otra forma de relacionarse con el tema, el amor, que es el gran tema de la literatura, de la ficción».
Para abordar el tema, el autor recurre a una pareja con hijos en pleno proceso de ruptura que rememora su relación, para mostrar ese malestar amoroso y ver su conexión «con el malestar social », con el objetivo de dilucidar hasta qué punto estaban relacionados.
De esta forma y a través de la reconstrucción de la vida de la pareja, el autor presenta unos personajes que sufren las condiciones materiales del sistema económico , pero que también interiorizan la lógica de mercado en sus relaciones.
«Quería hablar por una parte de lo más evidente, que son las condiciones materiales, el trabajo, el poder adquisitivo, la precariedad, de qu e no todos tenemos el mismo presupuesto y capacidad para enamorarnos . Pero también del capitalismo como sistema cultural , con una serie de elementos ideológicos y de formas de vida que están dentro de nosotros y que tienen que ver con la ansiedad o la insatisfacción», explica Isaac Rosa.
Todo ello, con una estructura narrativa a dos voces, que cuenta la historia desde el final hacia el principio. «Eso tiene que ver con el reto literario de contar de otra manera , pero también con la metáfora que recorre el libro, que es la arqueología , el reconstruir el pasado como el que abre una fosa».
Ambición temática equivalente a la formal , que en el caso de este autor queda a veces en segundo plano por la etiqueta que le acompaña de escritor político o social, que reconoce que «no le pesa».
«En la cultura española, lo social es disuasorio y creo que hay muchos malentendidos sobre lo que puede ser literatura política o social , porque se da por hecho que es partidista, maniquea, que sacrifica lo artístico por lo político. Para mí, la forma es tan social o tan política como el fondo . Las decisiones estéticas no dejan de ser decisiones éticas o políticas».