Novedad literaria
Félix J. Palma: «Soy incapaz de escribir una novela sin elementos fantásticos»
El escritor presenta «El abrazo del monstruo», un thriller gótico donde ahonda en el tema del mal que hay en el ser humano
Félix J. Palma (Sanlúcar de Barrameda, 1968) es, más que un escritor al uso, un prestidigitador de la palabra , ya que maneja como pocos los recursos literarios, de ahí que sus historias estén repletas de sorprendentes giros narrativos, personajes de un gran calado psicológico, una fina ironía y, sobre todo, un dominio del elemento fantástico. Todos estos ingredientes se hallan en su nueva novela, «El abrazo del monstruo» (Destino), un thriller gótico donde el escritor Diego Arce se verá obligado a superar tres complicadas pruebas para recuperar a su hija, Ari , que ha sido raptada por «el Monstruo» , personaje ficticio creado por su padre en su novela «Sangre y ámbar» y que ha cobrado vida para vengarse del autor.
En la génesis de esta nueva historia del creador de la trilogía victoriana ha tenido mucho que ver el hecho de que Palma sea profesor y coaching literario . «Estoy ayudando a escribir novelas. En los talleres literarios hay un ejercicio muy habitual en el que se plantea la idea de “qué pasaría si...”. Por ejemplo, qué pasaría si tu perro hablara. Yo lo practico mucho con mis alumnos y conmigo mismo. Se me ocurrió una historia sobre un autor de thriller que escribe una novela en donde el villano tiene un plan malévolo, pero lo acaba deteniendo la policía. Entonces pensé qué pasaría si este, en vez de vengarse de la policía, se vengara del escritor , que es quien le impidió llevar a cabo el plan. A partir de ahí, me surgió la idea de una historia sobre un psicópata que expone a un padre a tres pruebas para salvar a su hija».
Por otra parte, Palma subraya que no le interesaba en sí la idea de que este padre diera la vida por su hija como si de algo abstracto se tratara. «Yo quería que Diego hiciera cosas concretas. Ponerlo en la tesitura de que el amor que siente por su hija no fuera tan importante como la resistencia al dolor físico o el miedo a amputarse una parte del cuerpo. Eso no significa que la quiera menos. No quería poner a un padre modélico, sino a uno cobarde, egoísta, con miedo al dolor y que desenterrara, prueba tras prueba, a ese superhéroe que la hija cree que es. Al final, la superación de las pruebas será para él una catarsis hacia la purificación».
Otro de los grandes aciertos de esta novela es que no hay ningún personaje puramente bueno , «todos ellos tienen una mácula y guardan muchos secretos». «Diego se enfrenta a dos monstruos, al que creó en su novela, que es externo, y a ese monstruo que todos llevamos dentro y que está hecho de retales de nuestras cobardías e inseguridades y que es al que realmente tiene que vencer en ese camino hacia la purificación», dice el escritor gaditano. En todo caso, el autor de «Las corrientes oceánicas» asevera que «hay gente que puede ejercer la maldad con mayúsculas, pero yo creo que la mayoría de nosotros hacemos pequeñas maldades con minúsculas en nuestra vida diaria».
La importancia de la planificación
En cuanto a la planificación, Palma comenta que «si la comparamos a la estructura de novelas como “El mapa del caos”, que cerraba la trilogía victoriana, esta tiene una estructura de niños. Si en la trilogía había un narrador omnisciente que rendía tributo al narrador decimonónico, en esta he empleado un narrador multiperspectiva . Cada capítulo se cuenta desde el punto de vista de cada personaje, lo cual hace que sea más rico. El narrador fabrica un caleidoscopio y eso hace que el lector crea que un personaje es bueno hasta que lo mira otro».
«Yo tenía muy clara la estructura de tres partes en la planificación. Estuve un mes planificando y cuando vi que todo funcionaba, me puse a escribirla. No entiendo a los escritores de brújula. Me da mucho miedo sentarme ante el papel en blanco y ver qué sale ahí, y además me parece poco práctico porque estos escritores tienen que tirar muchas páginas antes de ver qué quieren escribir. La parte que más me atrae del proceso de la escritura es cuando estás planificando las novelas . Es una plastilina y ahí le puedes dar la forma que quieras. Primero parto de una idea, luego elijo el género que voy a desarrollar, la voz del narrador, cómo serán los personajes, etc.»
También esta obra es un ejercicio constante de metaliteratura . «He establecido un paralelismo entre la trama principal y la novela de Diego, “Sangre y ámbar”, que acaba en la Sagrada Familia , algo que tiene mucho simbolismo porque se trata de un templo que fue construido a partir de los donativos de las personas que querían expiar sus pecados. De alguna manera, eso es lo que Diego pretende hacer, expiar sus pecados para buscar ese camino hacia la purificación», reconoce el autor. «Sangre y ámbar» está ambientada en la Barcelona de 1913 porque al escritor le interesaba mucho lo que había ocurrido con la vampira del Raval —que murió ese año tras haber sido acusada de raptar y matar a niños— y conectarlo con «el Monstruo». No es extraño que esa parte tenga un tinte gótico. «Yo tengo un estilo muy descriptivo, por eso disfruto más escribiendo sobre algo de época que ambientado en la actualidad», dice.
Stephen King
Cuando a Félix J. Palma se le ocurrió la idea de esta historia le vinieron ecos de Stephen King. « Esta es una novela de Stephen King por muchas razones . Hubiera sido absurdo disimularlo. Si hoy en día lo que le ocurre a Diego le pasara a alguien, hablarían de que estamos en una novela de Stephen King porque él es un referente. A mí no me gustan las novelas donde no se hacen autorreferencias a otras novelas u otras películas como si no existieran. Diego es lector de King. Yo también soy lector de Stephen King, que es uno de los culpables de que me dedique a escribir. Deberían de darle un Nobel. Muchos estamos leyendo por él. “Misery” es una obra brillante y yo la recomiendo porque es un taller literario».
El uso de la ironía es otra marca de la casa de Félix J. Palma . «Como lector me cuesta leer algo donde el autor no tenga un punto irónico. Por muy bien que escriba, necesito esa ironía, y yo la tengo desde la época de mis cuentos y también la tiene el narrador de la trilogía victoriana. Aquí Diego la usa como válvula de escape porque necesita a veces reírse de sí mismo . El punto cómico de la novela lo aportan dos personajes: el juez Peralta y la comisaria Bargalló. «Me pensé mucho si estos personajes iban a romper el tono trágico de la novela, pero le he metido algún punto de humor», admite.
En cuanto a futuros proyectos, además de estar preparando su primer libro sobre la escritura, Félix J. Palma asegura que «estoy dándole vueltas a la idea de hacer un tríptico sobre secuestros . Si en esta novela la secuestrada es una niña, en la próxima un niño sería el secuestrador. Y siempre con un toque fantástico porque soy incapaz de escribir una novela sin elementos fantásticos . Si a mi novela le hubieras quitado el elemento fantástico hubiera sido un thriller más, y eso no me interesaba».
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