Novedad editorial
Diego Sánchez Aguilar: «Si la literatura no aporta un elemento novedoso o de diferencia, al final la consumimos como algo insípido»
El escritor presenta su primera novela, «Factbook» (Candaya), una reflexión sobre la crisis y las redes sociales
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Diego Sánchez Aguilar (Cartagena, 1974) ha logrado sorprender a público y crítica con su primera novela, « Factbook (El libro de los hechos)» (Candaya), una historia que plantea un mundo distópico y que arranca con el asesinato del presidente de la CEOE, que aparece ahorcado en un toro de Osborne. A partir de ahí se establece un lúcido análisis de la sociedad española de los últimos treinta años.
El escritor, que es doctor en Filología Hispánica y profesor de Lengua Castellana y Literatura, comenta en una entrevista para ABC que «en realidad mi novela no es una distopía como tal». « He jugado con los elementos propios de la distopía , pero no quería hablar del futuro, sino del presente. Le he dado un giro y una distancia al lector para hablar de la realidad actual».
Sánchez Aguilar reflexiona en su novela sobre la crisis económica de la última década. «Es una advertencia», puntualiza. «La crisis aparece como una amenaza constante de fondo de la realidad. Es un eterno ruido de fondo y la excusa para explicar el desmantelamiento del estado de bienestar. Los personajes habitan en un presente apocalíptico ».
Esa crisis afecta a Rosa y Gustavo , una pareja que se acaba de separar. «Rosa se ve interpelada por la crisis para luchar, mientras que Gustavo vive aislado en su mundo. Son dos formas distintas de reaccionar ante la crisis».
Hay otro tercer personaje protagonista que es un policía que investiga en el Factbook, « una red social clandestina ». «Esta red —aclara el autor— es un reverso de Facebook. En Facebook la gente muestra sus caras e intenta aparecer feliz, mientras que Factbook es un libro de hechos. Factbook trabaja mucho con la idea de la culpa , un elemento muy importante en la novela. Esa red social no te pregunta qué estás pensando como hace Facebook, sino qué has hecho, cuáles han sido tus acciones. También ahí se señalan los culpables. Se habla mucho de la culpa individual de cada uno, así como de la culpa social de gente que aplica leyes que saben que hacen mucho daño».
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En la novela se plantea también que la crisis «no es más que una excusa, una ofensiva global para acabar con la sanidad pública, las pensiones, etc.». También está la pregunta ética que se plantean los personajes:«Ante esos hechos, ¿qué he hecho yo o qué puedo hacer? Por eso se llama el libro de los hechos. Quiero que el lector se plantee lo mismo que me he preguntado yo al escribir mi novela ».
Otro tema básico a lo largo de la narración es el de la televisión , que es muy importante para el personaje de Rosa «por la idea del telediario como una película continua de la realidad». «El telediario —insiste— es un relato muy orientado que justifica la crisis. Rosa recibe ese relato oficial manipulado del mundo». «Por el contrario, para Gustavo el relato es sinónimo de ficción porque él es guionista. La ficción hace que nos preguntemos cómo somos nosotros mismos, cuál es nuestro futuro, nuestras expectativas».
Una novela muy trabajada
El ganador del Premio Setenil al mejor libro de relatos en 2016 subraya igualmente que «he pretendido hacer una buena novela, por eso está muy trabajada a nivel de estructura, personajes y diálogos. Cada voz es muy distinta . La de Rosa está rota y quebrada. La de Gustavo es una especie de torbellino, una espiral. La voz del investigador es una falsa entrevista en la que sólo escuchamos las respuestas. Si la literatura no aporta un elemento novedoso o de diferencia, al final la consumimos como algo insípido . A través de esos giros se puede desmontar esa realidad. Los discursos que son planos no aportan nada».