XLIV Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Sevilla
Eva Díaz Pérez: «Una tarde de lluvia dentro de una librería de viejo es para mí el paraíso»
La escritora y directora del Centro Andaluz de las Letras ha ingurado con el tradicional pregón la cita con los libros de lance en la Plaza Nueva
La escritora y periodista Eva Díaz Pérez es una gran aficionada las librerías de lance. En sus artículos periodísticos ha dejado sentidas estampas de su deambular por los anaqueles de librerías sevillanas oliendo a papeles viejos y con el tiempo detenido, llevada por ese sentimiento de búsqueda, de no se sabe muy bien qué, que todo bibliófilo experimenta ante la posibilidad de encontrar ese libro que parecía estar buscándolo desde hace años.
De ese «hechizo de acariciar y oler libros antiguos» habló ayer en el Círculo Industrial y Mercantil la escritora y también directora del Centro Andaluz de las Letras en el pregón inaugural de la XLIV Feria del Libro Antiguo y de Ocasión , que ha abierto sus puertas en la Plaza Nueva, donde permanecerá hasta el 8 de diciembre.
En su pregón, Eva Díaz Pérez hizo un encendido elogio de las librerías de viejo como lugares de la memoria que atesoran no solo las buscadas primeras ediciones sino libros que se cruzan en el camino de un lector y que parecían destinados solo para él, no solo por su contenido literario, sino porque conservan aún vestigios de quien fue su primer o segundo poseedor, lo que los convierte en libros aún más literarios , en opinión de esta autora.
«Entre los momentos deliciosos de la vida está ser ‘flaneur en una librería de viejo: deambular sin rumbo, pasear sin mapas, perderse entre las estanterías. Buscar a veces sin saber qué. Y descubrir ese perturbador olor a moho dulce. Los libros antiguos tienen una dimensión literaria . No está solo lo que cuentan en sus páginas. Poseen una inesperada vida interior. Una biografía. Han sido tocados y leídos, pasaron por sus páginas ojos que ya no existen», señaló al comienzo de su intervención la autora.
Porque Eva Díaz Pérez mantiene que « una tarde en una librería de viejo es para mí el paraíso . Allí no pasa el tiempo, pero sucede el tiempo, se dilata, se vuelve viscoso y dulcísimo». Por ese motivo, su pregón estuvo salpicado de recuerdos, algunos de ellos con referencias a la geografía bibliófila, de la londinense Charing Cross a la madrileña Cuesta de Moyano ; y, otros, evocando esos ejemplares antiguos que ha ido atesorando y que han marcado su vida, desde aquella edición de las ‘Novelas ejemplares’ que le descubrió la fascinación por los libros viejos o esa otra de ‘Troneras y danzaderas’, de Ramón Pérez de Ayala , con «una curiosa portada de Penagos ».
El pregón tuvo también paradas en momentos más inaprensibles que despiertan en la autora, pero también en muchos bibliófilos, las librerías de lance, como esa «sensación de absoluta felicidad que nos embarga a quienes amamos los libros viejos cuando nos encontramos por azar algo que hemos buscado toda la vida. A veces sin saberlo». Porque lo que más le seduce a esta autora de esas pesquisas es «toparme con un ejemplar que me esperaba solo a mí, quizás desde siempre».
La revelación del exlibris
Uno de esos ejemplares que parecían esperar a Eva Díaz Pérez se lo encontró una tarde en las estanterías de la librería Alejandría de Sevilla, cuando examinaba un ejemplar de ‘La copla andaluza’ de Rafael Cansinos Assens y encontró en su interior un misterioso papel. «Entonces lo despliego descubriendo que era un artículo mío sobre Rafael Cansinos Assens... escrito por mí en ‘El mundo’».
Un exlibris le reveló quien era el dueño del libro, alguien que nunca conoció pero del que la autora poseía varios ejemplares que fueron de su propiedad. «Cuánto me habría gustado conocerlo personalmente, charlar sobre nuestros gustos librescos que nos hacían coincidir —probablemente años después de su muerte— en el secreto de una librería ».
Y junto a esas sensaciones, Eva Díaz Pérez mostró también uno de sus sueños como lectora: encontrar libros perdidos como aquella ‘Historia de Sevilla’ que escribió Mateo Alemán , de la que no se sabe nada desde el siglo XVII, o el ‘Arte poética’ y la ‘Historia general del mundo’, de Fernando de Herrera .
«Quiero elogiar la valentía de los libreros que estos días vuelven a sacar los libros antiguos a la calle»
Sueños de una bibliófila como es la autora de ‘Hijos del Mediodía’ (2006) y ‘El color de los ángeles’ (2017), quien no quiso concluir su intervención dedicando unas cariñosas palabras a los artífices de todo esto, esa « estirpe de resistentes que son los libreros, lo que han salvado del tiempo a muchos de los libros que ya forman el paisaje de nuestras bibliotecas». Una apología, en definitiva, de las librerías de lance, especialmente, tras los duros meses de confinamiento y pandemia.
«Lo que quiero hacer es aplaudir y elogiar la valentía de los libreros , de los que estos días vuelven a sacar a la calle los libros antiguos y descatalogados, de segunda mano, de viejo, antiguos, joyas bibliográficas, de lance, de ocasión. Para que sigamos celebrando la vida, a pesar de todo».
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