Libros

Daniel Blanco: «El oficio de escribir hay que llevarlo con mucha templanza»

«Como era en un principio» es su nueva novela que parte de un curioso suceso ocurrido en su familia

El escritor Daniel Blanco ABC

Marta Carrasco

El regalo de un caro reloj que recibe una mujer de su marido; la extraña desaparición del reloj en medio de la vida doméstica y su inesperada aparición tres décadas después es en brevísimas palabras el núcleo de esta novela titulada «Como era en un principio» (Algaida), de Daniel Blanco.

Se trata de la cuarta novela de este periodista que un día colgó los «trastos» de la noticia diaria por la literatura. «Es mi cuarta novela. Llevo dos novelas juveniles, dos para adultos y en un mes saldrán otras dos novelas infantiles, una de un premio en México que gané y que va a estar en los colegios de todo México», dice el escritor. Además, se ha convertido en uno de los conferenciantes más demandados por institutos y centros escolares para campañas del fomento a la lectura, «hay que diversificar».

Confiesa que se siente más cómodo y libre, escribiendo para adultos, «cuando escribo para niños tengo muy presente cómo son los jóvenes y los niños del siglo XXI y cómo es su cerebro lector , estimulado por la cultura audiovisual, y estoy más enconsertado. Son una generación nueva de lectores, y los que hay son tremendamente apasionados y comprometidos, pero es verdad que el reto para los que escribimos para jóvenes y niños es entender un cerebro ya configurado con muchísimos estímulos».

«Como era en un principio» es una novela con volumen, nada menos que 536 paginas, «desde que empecé sabía que iba a quedar una novela contundente porque al ser una novela coral, lo que me requería era tener espacio y tiempo para presentar todos los personajes».

Lo más curioso es que esta es una historia real que pasó en la familia del escritor, «en 1987 a una tía mía su marido le regala un reloj carísimo. Ella presume mucho del reloj, y un día va a lavarse las manos y se da cuenta que no lo tiene. Pone patas arriba la casa y no lo encuentra. Mi tía entra en depresión por perder el reloj de oro y durante mucho tiempo la historia vive en mi familia y se va contando. Pero ocurre algo inaudito, y es que el último día que va al trabajo recibe un sobre con el reloj que había perdido hacia más de treinta años. Esto le confirma que alguien cercano se lo quitó y ahora se lo devuelve, pero lo que más le inquieta es que había alguien de su entorno con razones suficientes para hacerle daño».

Con la historia familiar por medio, Daniel Blanco empieza a desmenuzar muchos más detalles sobre la época en que sucede el robo y sobre qué pasó desde entonces. «Lo más terrible es que nunca hemos sabido es quien le quitó el reloj y cada uno en mi familia tiene en su mente muchos sospechosos».

Para Daniel Blanco este episodio familiar ha sido la feliz excusa para escribir una novela en la que hablar de un tema del que se confiesa apasionado, como es el de los afectos y desafectos dentro de la familia. «A veces son una trampa y ninguno estamos a salvo de las familias. Puede ser un refugio, el alivio, pero también la interperie y la herida. Aprendemos a amar pero también a odiar. En el momento a que no llegamos al standart perfecto de familia, al final se convierte en una fuente de fustraciones. Y yo pongo el foco de esa parte de la que no hablamos de las familias. Hay madres o hijos, hermanos que no se comportan como deben, pero asumimos estos, porque entendemos que al ser familia hay que aguantar. Diseccionar una familia desde ese lado, es más cruel».

Pero los efectos colaterales de la novela han trascendido a su propia familia porque al terminar el texto su entorno comenzó a preguntarle por los personajes y si eran o no uno de ellos... «y todos me lo preguntan en la parte negativa. Nadie me llama sobre personajes generosos o positivos . Me ha llamado la atención», asegura. En la novela, además de la historia real, hay una gran parte de ficción, «porque yo estoy atrincherado en la ficción», dice.

Por el momento la producción de Daniel Blanco no se interrumpe. En estos momentos está preparando la siguiente novela , «soy un gran investigador de la postguerra española desde el punto de vista de lo doméstico, y quiero saber qué pasaba en la casa de los españoles cuando se cerraba la puerta. En mi próxima novela recupero las figuras de las madrinas de guerra . El género epistolar y esa parte humana que es la correspondencia semiamorosa de las muchachas casaderas y los jóvenes que estaban en el frente. Cómo se cuela la esperanza, la seducción y la amistad».

Daniel Blanco no se arrepiente de haber dejado de ser periodista y dar el salto en el vacío a la literatura, «yo noté que había cerrado un ciclo. Me daba más miedo verme con 80 años y no haber hecho lo que quería . Como decía García Márquez, "Escribir es haber escrito". Pero sí, en el camino ha habido días desesperado, y uno se lleva seis o diez meses escribiendo una novela sin saber si te la van a publicar o si se va a leer. Este oficio hay que llevarlo con mucha templanza».

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