Cuarentena literaria

Cuentacuentos en tiempos del coronavirus: Atenea y Aracné

Los mitos grecolatinos son una excelente manera de acercar las lenguas clásicas a los más pequeños

Representación del mito de Atenea y Aracné ABC

Fernando Iwasaki

Hubo una época en la que los niños conocíamos los nombres de los dioses grecolatinos , sus atributos, amoríos, hazañas y -por qué no- sus mezquindades, porque los olímpicos podían ser muy barriobajeros cuando querían. Y aunque los mitos griegos han llegado hasta nuestros días gracias a la escritura, conmueve saber que durante los casi cuatrocientos años que duró la Edad Oscura todas esas historias fascinantes fueron narradas por aedas y poetas trajinantes que definieron el canon de los mitos que hasta ahora deslumbran.

Dediqué mi primera colaboración dirigida a los más pequeños a la noble tradición de leer en alta voz; pero contar un cuento sólo apelando a la memoria y a la improvisación que requiere una audiencia diversa es mucho más complicado que leer en voz alta. ¿Quién era la persona que nos contaba las mejores historias cuando éramos niños? Infinitos padres, abuelos, tíos y hermanos fueron nuestros Homeros cada vez que nos contaban algún cuento, leyenda local o anécdota familiar , porque el arte de contar historias es en realidad el oficio más antiguo del mundo.

Deseo compartir los títulos de tres libros maravillosos escritos por otros tantos abuelos eminentes, que existen gracias a que se animaron a poner por escrito lo que le contaban a sus nietos antes de dormir. Hablo de Europa contada a los jóvenes (1996) de Jacques Le Goff ; Breve Historia del Mundo (2005) de Ernst H. Gombrich y El universo, los dioses y los hombres (1999) de Jean-Pierre Vernant . El único helenista de los tres autores citados era Vernant, quien lo admitió así desde el prólogo: «Hace veinticinco años, cuando mi nieto era todavía niño y pasaba sus vacaciones con mi mujer y conmigo, se había establecido entre nosotros una regla tan imperiosa como el arreglo personal y las comidas: todas las noches, llegada la hora de que Julien se acostara, le oía llamarme desde su habitación, a menudo con cierta impaciencia: ¡Jipé, el cuento, el cuento! Me sentaba a su lado y le contaba una leyenda griega». Por eso Jean-Pierre Vernant –autor de Mito y Pensamiento en la Grecia Antigua y Mito y Tragedia en la Grecia Antigua - dedicó El universo, los dioses y los hombres a su bisnieto , porque sabía que ya no tendría tiempo de ser su Homero.

Debo reconocer que elegí contar en alta voz el mito de Atenea y Aracné , porque se trata de una historia que tiene como protagonistas a dos figuras femeninas; por no precisar que Atenea en la Grecia antigua fue quizá la divinidad más importante después de Zeus. Asimismo, su condescendencia a competir con la tejedora Aracné es un episodio singular, porque ningún mortal griego osó jamás desafiar a un dios a combate o algo parecido . Fulleros, tramposos y ladrones hubo más de uno -empezando por Prometeo -, pero la insolencia, determinación y seguridad de Aracné casi podría ser única. Y si a través de los mitos grecolatinos interesamos a los niños en las lenguas clásicas, miel sobre hojuelas.

Comparto títulos de mitología griega para niños, un milenario conocimiento que no se debería perder:

Ana María Shua: Dioses y héroes de la mitología griega (Alfaguara)

Jean Pierre Vernant: El universo, los dioses y los hombres (Anagrama)

Mercedes Aguirre/Alicia Esteban: Cuentos de la Mitología Griega (Ediciones de la Torre)

Claude Pouzadoux: Cuentos y leyendas de la mitología griega (Espasa-Calpe)

Ana Zugasti: Mitología para niños (RZ100Arte)

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