HISTORIA ORAL

Cuando Andalucía hizo pop

Fran G. Matute traza un mapa de la cultura pop, desde la creación de la revista Afal a los prolegómenos de la Expo92

Detalle de la portada de un número del fanzine «27 puñaladas» ABC

JESÚS MORILLO

¿Qué tienen en común Gonzalo García-Pelayo, Luis Gordillo, Carlos Pérez Siquier, Pepe Duarte, Manuel Ferrand, Gualberto García, Juan Cobos Wilkins, Guillermo Pérez Villalta y Juan Sebastián Bollaín? La respuesta la ofrece el periodista y gestor cultural Fran G. Matute en las doscientas páginas que componen «Días de viejo color» (Centro de Estudios Andaluces), crónica de la llegada y desarrollo de la cultura pop en Andalucía , acotada entre 1956, año de la fundación de la revista de fotografía Afal, y 1991, el año antes de la celebración de la Expo92, que supuso, en palabras de su autor, «la modernización» de Sevilla y de la comunidad.

«Transgredir después de haber alcanzado ese status de modernidad, no tiene tanta trascendencia, por eso aquí acaba la historia», señala Matute, quien presentó el miércoles el libro en el Cicus junto a la directora del Centro de Estudios Andaluces, Mercedes de Pablos , y el escritor Daniel Ruiz García .

El libro, planteado como una historia oral a través de entrevistas con los protagonistas y con investigadores, puede verse como un mapa de la cultura pop en Andalucía o, como prefiere denominarlo Matute, «un breve catálogo de aquellas manifestaciones de la cultura pop que han tenido trascendencia más allá del territorio andaluz , con creadores que, bien aquí o fuera de Andalucía, tienen en su obra una impronta de lo que es lo andaluz, mezclado con lo que viene de fuera».

Así, esta crónica arranca con los focos de introducción de la cultura pop en Andalucía, como las bases americanas de Morón y Rota, Gibraltar, la Costa del Sol y la Almería que acogió los rodajes internacionales. «Hubo una mini invasión de extranjería y los andaluces con inquietudes se acercaron a esa gente. Es la cultura anglosajona lo que aquí se asume», explica el autor, quien, incluso señala que fue el propio régimen de Franco quien amparó todo ese desarrollo para atraer al turismo de «alto standing», que «dejaba mucho dinero» y «mejorar la imagen de la dictadura en el exterior».

Esa bocanada de modernidad la supieron aprovechar artistas plásticos como el Equipo 57, Luis Gordillo y Guillermo Pérez Villalta; músicos y productores como Smash, Los Íberos, Gonzalo García-Pelayo y 091; compañías de teatro como Esperpento y La Cuadra; cineastas como Gabriel Blanco y Juan Sebastián Bollaín; «narraluces» como Julio Manuel de la Rosa, Alfonso Grosso y Manuel Ferrand... a los que sumar la huella del pop en la arquitectura «relax» de la Costa del Sol, los cómics de Nazario, la Cita en Sevilla y la creación de los fanzines .

«Juego con pop en las tres acepciones: cultura popular, popular y pop art », explica Matute, quien en esa historia ha querido ser «muy plural, incluyendo manifestaciones de todas las provincias y tocando todas las manifestaciones culturales o, prácticamente, todas. La novedad del libro es juntarlo todo. Con cada entrevista intento crear una inquietud al lector. Además, de todos los temas en la bibliografía se cita un libro o una monografía para seguir profundizando».

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