Ángel Rielo: «El dinero es como una droga que te sumerge»
El «feliciólogo» presenta «El pequeño libro de la felicidad» con el que quiere enseñara a la humanidad a encontrar y conservar la felicidad
Ángel Rielo es un showman, actor, monologuista, cantante, y ahora escritor que se ha hecho un hueco en el mundo de los estudiosos de la inteligencia emocional con su espectáculo «El Feliciólogo». Nacido en Madrid de padre gaditano dice sentirse «absolutamente» andaluz, «uno nace donde le toca por circunstancias». Viene a Sevilla a presentar su «Pequeño libro de la felicidad» con el que pretende enseñar a la humanidad a ser felices y a ayudar a otros a serlo.
Claro. Antes los padres trabajaban en la calle y las madres se quedaban en casa. Era otra forma de entender la vida, y llegó un momento en el que la prosperidad en nuestro país llevó a otro modelo de familia, en el que ambos padres están trabajando para conseguir esa casa y ese coche tan buenos y a poder ser tener otro coche más y una casa en el campo, cuando lo importante debería ser que tus hijos se críen bien y da igual si tienen una casa más pequeñita. Ese ansia por poseer cosas lleva a que ambos padres estén trabajando y los niños se estén educado en los colegios y luego en casa, ahora te entretengo con la videoconsola o con el ordenador o lo que sea y los hemos dejado a un lado, por eso surge esta pérdida de respeto, se inculca el «tu eres mi padre y estás obligado a darme», se pierde algo esencial. Hay que llegar a un punto medio entre la educación a palos y la permisividad actual.
¿Por qué es tan importante la inteligencia emocional?
Porque es la manera de gestionar las emociones. Todo lo que hacemos, lo que nos mueve son emociones, entusiasmo, tristeza, alegría, etc si no sabes gestionarlas las confundes, cuando tienes que aplicar una aplicas otra o te quedas estancado en la que no debes.
¿Cree usted en el «si te pasa es porque te conviene»?
Sí. Es un pensamiento budista y es muy bueno. Es real como la vida misma, lo que ha pasado es lo que tenia que pasar, la mente siempre tiende al «y si» pero eso no ha pasado. Te ha pasado esto, vive con esto, no sirve de nada que pienses que podría haber sido de otra manera, no vale para nada. Ese pensamiento budista, es de los que más me gustan.
¿Todo tiene un para qué?
Exactamente. Nos empeñamos en hablar de los porqués y a lo mejor no hay un porqué porque no te lo mereces. Tienes que buscar el para qué, y esto te lo da el tiempo, la paciencia te dice que al final tu vida cambia y se va a ubicar y encuentras un para qué, no quiere decir que te haya pasado eso sea obligatoriamente para que suceda otra cosa, pero si que una vez que te ha pasado ya aparece el para qué.