NOVELA

Andrés González-Barba: «Mi novela narra una Sevilla lúgubre y llena de sombras»

El escritor y periodista de ABC novela la Sevilla del mariscal Soult y un misterio alrededor de un cuadro perdido de Murillo

Andrés González-Barba RAÚL DOBLADO

EVA DÍAZ PÉREZ

La Sevilla escrita por Andrés González-Barba es una ciudad de sombras, de apariciones espectrales. Puro escenario gótico . El periodista y escritor sitúa «El enigma Murillo» (Almuzara) en la Sevilla de la Guerra de la Independencia , en una de esas épocas menos conocida, y en la que la ciudad vive uno de sus momentos más oscuros pero también más luminosos.

La guerra y el mundo romántico que está a punto de surgir es el escenario en el que sucede una novela donde también aparece el trágico episodio del expolio artístico . Precisamente, un cuadro desconocido de Murillo es el eje de esta historia de intriga sobrenatural que desvela una extraña Sevilla poco novelada .

«A mí me interesa mucho la literatura gótica y creo que la Sevilla de esa época me servía para hacer esos guiños. Mi novela narra una Sevilla lúgubre y llena de sombras . En esta historia está la huella de mis lecturas de Poe, Hoffmann, Wilde, Stevenson, Henry James, Dickens, Stoker o Mary Shelley», explica el periodista de ABC y también autor de la novela «Los diarios de Regent Street» .

También está Potocki y su extraña y fascinante «Manuscrito encontrado en Zaragoza» cuyas páginas se proyectan con claridad en algunos pasajes de la novela de González-Barba. Sin olvidar la atmósfera de las «Leyendas» de Bécquer que llena toda la novela, como un Bécquer antes de Bécquer.

También es una novela antibelicista. En esta guerra como en todas hay buenos y malos en ambos bandos

Andrés González-Barba

El misterio que encierra un cuadro de Murillo sobre el que no se tenía noticia guía una de las tramas de esta historia . Una Virgen con Niño que pintó Murillo en su etapa juvenil y que fascina a varios personajes. El lienzo ha permanecido oculto en la casa de una familia y finalmente el mariscal Soult , el gran expoliador de las obras de Murillo, consigue robarlo.

Soult es uno de los personajes novelados por el autor quien rompe el estereotipo que existe sobre él. «He intentando mostrar la parte más humana, la fragilidad, su lado amable . No está descrito como un sátrapa, con el perfil que nos han proyectado», afirma González-Barba.

La novela retrata la Sevilla sumergida en la guerra , pero en un momento extraño de su historia. Una época en la que la ciudad pasea sonámbula y contradictoria, dividida entre el aplauso a los vencedores y los liberales que intentaron rebelarse. « También es una novela antibelicista . En esta guerra como en todas hay buenos y malos en ambos bandos. En la novela también hay muchos guiños al mundo de Goya y sus grabados de la guerra», asegura.

El mundo negro de Goya

Está el mundo negro del Goya de la guerra con escenas que sugieren los terribles dibujos del artista . Imágenes que contrastan con «la luz amable de Murillo». «Murillo provocaba eso. Muchos de los personajes del libro se sienten fascinados ante su pintura. Al mismo Soult le ocurre. Yo he querido introducir un episodio en el que fabulo sobre las razones por las que el mariscal queda extasiado ante ese cuadro», explica el también autor de «El último tren de la estación del norte».

Además de la trama sobre el secreto cuadro de Murillo hay un potente argumento lleno de singularidad: el descubrimiento de una Sevilla sobrenatural . En la novela hay apariciones, bilocaciones, espectros que vagan por las orillas del Guadalquivir o fenómenos paranormales muy de la literatura del siglo XIX como el tema del doble. «A mí me fascinan estos temas, pero en la novela están tratados con seriedad y rigurosidad. La protagonista Teresa ve fantasmas y me basé mucho en las experiencias de una joven a la que le ocurrió eso», asegura.

José Bonaparte etrajo una concepción urbanística nueva a la ciudad, aunque destruyó también muchos edificios

Andrés González-Barba

«El enigma Murillo», que se presentará el próximo 6 de abril en el Centro Santa Clara , propone también una intensa lectura sobre la propia ciudad. «No hay duda de que Sevilla es un gran personaje de la novela », confiesa Andrés González-Barba que descubre una ciudad diferente y, sin embargo, muy reconocible. Una Sevilla en la que suena música de un fortepiano dentro de caserones antiguos, espectros, crímenes ocultos y secretos escondidos en el fondo de los desvanes.

La novela propone un curioso paseo por la Sevilla de comienzos del siglo XIX que se abre a la modernidad, pero que sigue anclada en el pasado. « José Bonaparte trajo una concepción urbanística nueva a la ciudad abriendo nuevos ensanches, aunque también destruyó muchos edificios . Es un personaje también con luces y sombras», afirma González-Barba que asegura que la aportación documental del profesor Manuel Moreno Alonso , especialista en este periodo, fue fundamental para pasear por esta insólita Sevilla napoleónica.

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