Poesía
Adonáis y Andalucía, una profunda relación poética de casi 75 años
La colección que convoca uno de los premios de poesía más prestigiosos de España mantiene su labor de descubrir nuevos talentos
La poesía desde hace más de setenta años en este país no sería la misma sin la colección Adonáis , la primera en la historia de la literatura española dedicada exclusivamente a este género y que el próximo año alcanzará su 75 aniversario , recuerda su director desde 2003, el poeta Carmelo Guillén Acosta (Sevilla, 1955).
Buena parte de los poetas que forman el canon literario español de la segunda mitad del siglo XX han ganado el premio o se han llevado uno de sus accésits, lo que da una idea de la influencia y prestigio de una colección muy vinculada a Andalucía y Sevilla , no solo por el número de autores que han sido distinguidos con el galardón.
Buenos ejemplos de ello también son que el título de la colección, extraído de un poema que le dedicó P. B. Shelley a John Keats , se lo sugirió el poeta Rafael Montesinos al primer director de Adonáis, el algecireño José Luis Cano , y que el dibujo del oferente con una rama florida que identifica a la colección, lo realizó otro sevillano: José María Martínez del Cid , discípulo de Gustavo Bacarisas y Gonzalo Bilbao . Además, la colección tendrá como mentor a Vicente Aleixandre en sus primeros años.
De la importancia de Adonáis dan una idea los nombres de José Hierro , Claudio Rodríguez , José Ángel Valente , Antonio Colinas , Félix Grande, Eloy Sánchez Rosillo, Blanca Andreu ...
Un capítulo aparte merecen los autores andaluces vinculados al premio y que han terminado de configurar el canon poético desde la posguerra, en una relación en la que se cuentan José Manuel Caballero Bonald , Carlos y Antonio Murciano , Fernando Quiñones, Rafael Soto Bergés, Antonio Hernández, Luis García Montero, Aurora Luque ... junto a escritores más recientes como Joaquín Pérez Azaustre, Raquel Lanseros (premio de la crítica del año pasado) y su última tiunfadora, la jiennense María Elena Higueruelo .
Una lista a la que sumar también a poetas sevillanos, desde su primer ganador, Joaquín Caro Romero , en 1965, al último por ahora en hacerse con el premio en 2013, Joaquín Moreno Pedrosa , pasando por otros que se lo llevaron, como José Antonio Moreno Jurado, José Antonio Gómez-Coronado y Carlos Vaquerizo , o que fueron distinguidos con accésits, como Julia Uceda y Lutgardo García .
Colección de prestigio
«Si mira la nómina de autores de los más de 670 libros que forman esta colección, la predominan los andaluces », explica el director de Adonáis, y entre ellos se encuentran clásicos que cuando ganaron el premio «eran unos desconocidos», por lo que reivindica, sobre todo, su papel de descubridor de nuevos talentos desde la década de los cuarenta, cuando España era «un desierto cultural» y esta era la única colección de «prestigio» .
La colección Adonáis comenzó su actividad en 1943 en la editorial Hispánica, cuando la fundó Juan Guerrero Ruiz , un hombre de letras muy vinculado a Juan Ramón Jiménez . Este sello, lo pone Guerrero Ruiz, explica Guillén Acosta, «en manos de un poeta, José Luis Cano. Tres años después, por cuestiones económicas, se viene abajo».
Esta primigenia vinculación andaluza se reforzará en la segunda y defitiva etapa de la colección, cuando Florentino Pérez Embid , natural de Aracena y muy vinculado con Sevilla, «funda ediciones Rialp y se hace con el sello editorial Adonáis por 25.000 pesetas, mantiendo a Cano como director». El primer premiado de esta segunda etapa será José Hierro, en 1949. Dos años después, lo ganará el primer analuz: el cordobés Ricardo Molina , del grupo «Cántico» .
Apuesta por la calidad
Desde entonces, la apuesta de Adonáis, señala su director, ha sido por la poesía de calidad , mas allá de modas y escuelas, y por la gente joven. Un papel que continúa en la actualidad esta colección, señala Guillén Acosta —también distinguido con un accésit del premio en 1976—, quien asegura que en estos momentos «se está haciendo tan buena poesía como en los años 50. En este época, además, llegan a la final del premio más mujere s que hombres».
Un ejemplo, solo en la poesía andaluza, de la variedad estilística que tiene actualmente la colección es que hay autores «neobarrocos, como los cordobeses José Luis Rey y Manuel Gaete ; otros com una líneas más clasicista que se da mucho en Sevilla, como Lutgardo García y Víctor Jiménez ; una línea más metafísica, con Jesús Montiel , José Julio Cabanillas , Adrián González da Costa y Antonio Praena ; otra más existencialista, con Diego Vaya y Carlos Vaquerizo; o una más reivindicativa con Raquel Lanseros y Diego Medina» .
Pero el denominador común, añade, es la «poesía con mayúsculas, siendo igual que la escriba un hombre o una mujer», explica Gillén Acosta, que concluye confiado en que el próximo año haya algún reconocimiento oficial a uno de los grandes pilares de la poesía española desde hace 75 años.
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