literatura

Rafael Jurado: «El cambio de fechas hizo que la Feria del Libro de Sevilla 2021 creciera en ventas un 30%»

La entrega este jueves del I Premio Almudena Grandes abre un certamen literario que traerá a Sevilla hasta el 6 de noviembre a destacados escritores

Feria del Libro de Sevilla 2022: programación, invitados, horarios...

Rafael Jurado, junto a las casetas que hoy acogerán el inicio de la Feria del Libro de Sevilla rocío ruz

Andrés González-Barba

Sevilla

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La Feria del Libro de Sevilla inicia este jueves una nueva edición —la segunda consecutiva en otoño— en la que se aspira a seguir la tendencia de crecimiento de público y de aumento de ventas que ya se logró en 2021. El director de la FLS, Rafael Jurado, comenta a ABC algunas novedades interesantes de este año, como la puesta en marcha del Hispalit, I Festival del Libro en Lengua Española de Sevilla, que abrirá Antonio Muñoz Molina. Hasta el próximo 6 de noviembre, la Plaza Nueva y la de San Francisco volverán a ser el escenario de la gran fiesta de las letras hispalenses

—¿Cómo se presenta esta segunda Feria del Libro de Sevilla que dirige tras la experiencia del año anterior, marcado por la pandemia?

—El año pasado fue muy complicado tomar decisiones porque no sabíamos el escenario que nos íbamos a encontrar. Al principio hubo incertidumbres, pero luego se resolvieron bien. También yo tenía incertidumbres porque era mi primera feria. Esta año, con la experiencia del anterior, sabemos un poco mejor cómo va todo. Evidentemente, no es la feria del año pasado porque ocupamos dos espacios, con lo cual la infraestructura es mayor y la programación también es mayor. Es un salto cualitativo y cuantitativo importante.

—Este año ha habido también un aumento de expositores y de casetas, ¿no?

—Efectivamente. Contamos con cincuenta casetas y se añaden catorce nuevos expositores a la feria.

—¿Y cómo influye que se vuelva a celebrar en otoño?

—Las fechas son más propicias por la climatología. Además, huimos de esa época de primavera que está saturadas de ferias del libro. También a nivel local ayuda el hecho de que en primavera hay dos eventos socioculturales que lo ocupan todo, como son la Semana Santa y la Feria de Abril. Entonces creo que ganamos en ese sentido. También destaca que haya editoriales como Blackie Books —de Barcelona—, cuya presencia este año en la feria nos parece muy interesante. La idea es seguir abriéndonos un poco más y traer algunos expositores nacionales que puedan estar aquí. Evidentemente los asociados y los locales tienen asegurada su estancia, pero si la feria sigue creciendo lo interesante es traer editoriales de fuera, como La Bella Varsovia, que en mi opinión tienen el mejor catálogo de poesía actualmente. Por supuesto tenemos un espacio físico reducido, ya que esto no es Madrid, donde hay más de trescientas casetas, pero queremos seguir aportando poco a poco e ir cambiando el modelo.

«En Sevilla tenemos festivales increíbles como el de cine, pero a lo mejor faltaba un festival literario de referencia como el Hispalit»

—¿Por qué han centrado este año la mirada en Hispanoamérica?

—Principalmente la idea era organizar el festival que hemos denominado Hispalit, y en ese sentido, la Asociación Feria del Libro de Sevilla tenía muy claro que fuese una fiesta del libro en español. Está claro que Sevilla tiene mucho vínculo con Hispanoamérica y estamos, además, en el horizonte de la celebración del centenario de la Exposición Iberoamericana de 1929. Por otra parte, yo creo que el panorama actual de literaturas iberoamericanas me parece muy interesante. Colombia y México tienen unas voces muy potentes, y el hecho de debatir en español y de tener esta serie de diálogos y de encuentros era una idea alrededor de la cual podría pivotar este evento que se quería hacer.

—Se ha apostado claramente por un modelo de diálogo entre los escritores. ¿Por qué?

—La feria se nutre del tradicional formato de presentaciones de libros y de firmas. No olvidemos que esto es un evento cultural, pero también tiene una importante vertiente comercial. Evidentemente, las presentaciones y las firmas son lo que más ayuda en este último sentido y también son lo que el público espera. Hay ferias que viven sólo de firmas, como San Jordi. En Madrid hay más presentaciones y firmas que programación cultural. Pero sí es verdad que nosotros creíamos que tenía que haber un foco de evento cultural dentro de la programación de la feria. En ese sentido lo hemos concentrado en este festival, que se va a desarrollar del 2 al 6 de noviembre y que hemos localizado en la carpa grande de la Plaza de San Francisco. Creo que ese formato de diálogo, que no es nada académico, sino muy abierto y dinámico, va a ser muy atractivo para el público y pienso que va a funcionar muy bien. Es un formato parecido al del Hay Festival de Segovia y al Festival Eñe, es decir, un evento donde puedes empezar a hablar sobre tu novela para luego tratar los puntos en común que tienes con el otro escritor de enfrente y acabar centrándote en otros aspectos como la sociedad, la política, el panorama literario, los últimos autores que has leído...

—Imagino que se abordarán asuntos de gran interés entre los escritores.

—Yo creo que vamos a tratar muchos temas y que va a ser un ciclo muy abierto. Vamos a hablar de feminismo, de literatura, de historia... También abordaremos asuntos conflictivos, como el de las ausencias y los desaparecidos en México. Tal y como está el panorama social y geopolítico, creo que el tema va a ir saliendo continuamente. Pienso que va a haber autores como Isaac Rosa que no van a eludir abordar estas cuestiones que son muy afines a su literatura. Este formato puede dar mucho juego.

—¿Se puede conseguir que este festival alcance un gran prestigio y que los autores se 'peleen' por venir como ha ocurrido con el ciclo 'Nocturama' del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo?

—Eso es fundamental. A mí me ha sucedido en otros eventos en los que he trabajado. Recuerdo la primera edición de Cosmopoética, que fue muy pequeñito, pero ya se notaba que iba a ser un festival muy importante. Luego ha pasado una pléyade de personas por ese festival. Aquí arrancamos con una primera edición muy potente con autores como Antonio Muñoz Molina, Jorge Volpi, Héctor Abad Faciolince, Brenda Navarro, Sara Mesa, Isaac Rosa, Marta Sanz, etc. Sentar ese precedente es muy importante para que los demás quieran estar en este festival. Hay pues muchos eventos literarios en la ciudad, pero no había un gran festival de referencia para que Sevilla esté en el panorama nacional. Tenemos festivales increíbles como el de Cine, el FeMÀS, el de Artes Escénicas o el Monkey Week, pero a lo mejor le faltaba un festival literario de referencia.

—El año pasado, cuando nuestro periódico sondeó al público, en general era partidario de celebrar la Feria del Libro en esta época otoñal e incluso hubo personas que aplaudieron el cambio de fecha porque era una época que podían aprovechar para hacer regalos de cara a la campaña navideña.

—Creo que el público también está contento por este cambio. En mayo mucha gente se va a la playa los fines de semana. Para el sevillano es más atractivo tener esta oferta.

«Hemos subido de unos 150.000 euros a unos 230.000 de este año, pero casi la práctica totalidad se irá en infraestructura»

 

—¿Ve positivo que desde ahora hasta el puente de la Inmaculada la Plaza Nueva vaya a estar llena de casetas, dado que esta feria y la del Libro Antiguo se celebran de forma casi consecutiva?

—Es muy importante la actividad de calle. Para nosotros hay una cosa que es impagable, el encuentro entre los lectores y los escritores. La gente espera con ganas estos diez días que vamos a estar en la Plaza Nueva porque quiere ver a sus autores, escucharlos, llevarles libros y que se los firmen. Luego tenemos una continuidad con la Feria del Libro Antiguo, que a mí personalmente siempre me ha gustado mucho. Me gustan las librerías de viejo y ver qué puedo encontrar. Conseguir algún libro que se te ha quedado colgado y que no has podido recuperar. Además, tienen una oferta muy bonita. Es importante que el libro nos acompañe como usted dice hasta casi Navidad. Durante la pandemia el del libro ha sido uno de los sectores que más ha resistido. A ver si esa continuidad logra que no se venga abajo y que siga esa fidelidad del público.

—¿Cómo fueron el año pasado las ventas en la Feria del Libro con respecto a ediciones pasadas que se celebraron en primavera?

—El cambio de fechas ha propiciado una tendencia al alza. Según una estimación que hicimos de forma interna el año pasado, estamos hablando a lo mejor de un treinta por ciento más en las ventas, algo que está francamente bien. Es verdad que también veníamos de un año en blanco y que la gente iba con muchas ganas a la feria. Este año tenemos ese fantasma de la crisis. Todos los periódicos y telediarios abren con ese terrible invierno que vamos a tener, pero el libro no es más caro que otros objetos. Yo creo que nos da muchas horas de acompañamiento y esperemos que nos vaya a ir bien.

—¿Qué presupuesto manejan en comparación a la edición anterior?

—Respecto al presupuesto, es cierto que el Ayuntamiento ha doblado su aportación. También es verdad que al tener una mayor infraestructura este año, casi la totalidad se nos va para cubrir esos gastos. La Asociación Feria del Libro de Sevilla ha hecho un gran esfuerzo por aportar más cantidad que sí va destinada a programación principalmente y al equipo de trabajo.

—¿Cuánto ha sido esa subida presupuestaria con respecto a 2021?

—El año pasado contamos con unos 150.000 euros y este debemos estar en unos 230.000 euros aproximadamente. Es una subida importante, pero la práctica totalidad se nos va en infraestructura. Esto se traduce en la necesidad de contar con más equipos de sonido, más cobertura de internet, electricidad, hay que aumentar también el equipo de trabajo, etc. Es decir, que hay mucho esfuerzo detrás cuando nos sentamos en una silla y estamos escuchando a un autor.

 

—También son importantes las efemérides que celebra la feria.

—Sí, este año nos hemos querido centrar en diversas efemérides, como las de José Saramago, Elio Antonio de Nebrija e incluso Magallanes, aunque estemos terminando el año. A mí particularmente me gusta mucho un aniversario que la gente tiene más considerado como cinematográfico pero que también es literario. Se trata del centenario del nacimiento de Pasolini. Este jueves vamos a inaugurar la feria con el premio Almudena Grandes, pero también acogeremos la entrega de los premios Ateneos, que son muy importantes. Queremos atender diferentes efemérides y eventos de la ciudad.

—¿La presencia de público creció con respecto a años anteriores?

—No tengo estadísticas de años anteriores, pero la afluencia del público fue masiva el año pasado. El primer fin de semana costaba trabajo transitar por la Plaza Nueva. El último fin de semana nos cogió la lluvia, pero aun así fue mucha gente. Un día de primavera con cuarenta grados no va nadie, pero con la lluvia la gente sí se acerca aunque tenga que usar paraguas. Ese fue el caso de la escritora Fatima Daas. A pesar de que cayera un tormentón increíble, el aforo de la carpa estuvo al setenta u ochenta por ciento.

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