Novelistas al rescate: así enseñan a escribir los astros de la literatura
Autores como Brandon Sanderson y Chuck Palahniuk comparten consejos y exploran el oficio de la escritura en sus últimos libros
Chuck Palahniuk: «Hay que mostrar a la gente lo que más teme»

«Vosotros sois la obra de arte», leemos de pronto, casi al final del libro. No está mal, ¿verdad? Sigamos. «El libro es una expresión de vosotros mismos, de la persona que erais en el momento de escribirlo. De los temas que os importaban entonces, ... de las conexiones interesantes que estableciste entre los personajes». Vale que suena a cuarteado mantra de autoayuda y a frase de la galletita de la suerte en el poco probable caso de que las galletitas de la suerte se produjesen en serie en talleres de escritura creativa, pero es por cosas como esta, por escuchar esta clase de consejos, por las que decenas, quizá cientos, de aspirantes a escritor peregrinan desde hace años a Provo, en el estado de Utah. A la Brigham Young University. A los cursos de escritura creativa de Brandon Sanderson.
A sus 47 años, Sanderson, coloso de la fantasía y la ciencia ficción, ha publicado más de treinta novelas y ha vendido veintidós millones de ejemplares en todo el mundo, así que algo del oficio sí que debe saber. ¿O no? «¿De verdad es posible enseñar a la gente cómo escribir? Es una pregunta que no tengo más remedio que hacerme a menudo cuando repaso mi vida, mi carrera, las clases que recibí», apunta ahora el autor de 'Elantris' en las páginas de 'Curso de escritura creativa' (Ediciones B), trasvase al papel de esas clases que viene impartiendo desde hace casi dos décadas y nueva cumbre de una tendencia editorial que cada cierto tiempo asoma la cabeza por las librerías: la de los escritores hablando de sus cosas.
Novelistas al rescate de (posibles) lectores con sus listados, guías, lecturas recomendadas, etapas imprescindibles y pasos a seguir. Ahí están, pidiendo paso en las estanterías, el libro de Sanderson; el recién llegado 'Plantéate esto. Momentos de mi vida como escritor que lo cambiaron todo', de Chuck Palahniuk; las nuevas ediciones en catalán de 'Suspense. Cómo se escribe una novela de misterio', de Patricia Highsmith; y 'Escribir', de Marguerite Duras…
«Sencillamente creo que es bueno escribir historias, que es positivo aprender a comunicar mejor, a sacar los relatos de la cabeza»
Brandon Sanderson
Novelista
He aquí el escritor como perro lazarillo de quien tiene las ganas pero quizá le falta todo lo demás. «Lo cierto es que los escritores siempre estamos dando consejos contradictorios -constata Sanderson-. Si leéis algún manual de escritura de un autor famoso, como 'Mientras escribo', de Stephen King, que es un libro estupendo sobre el oficio, veréis que habla de qué pasos dar para convertirse en escritor. Y quizá penséis que lo mejor es hacerle caso. Pero luego leeréis otro libro de otro autor, y ese libro os dirá que debéis hacerlo de una manera completamente distinta».
«Los escritores de narrativa, servidor incluso, no entienden demasiado lo que hacen, ni por qué funciona cuando es bueno ni por qué no cuando es malo», constata el propio King desde las páginas de su manual. «Este libro es corto porque la mayoría de libros sobre escritura están llenos de disparates», añade con sorna el autor de 'Carrie'.
A puñetazos con la novela
La novela, ya lo decía Haruki Murakami en las páginas de 'De qué hablo cuando hablo de escribir', «es una lucha libre abierta a cualquiera que quiera participar». «Entre las cuerdas que definen el cuadrilátero hay suficiente espacio para todo el mundo y, además, es muy fácil acceder a él. Es un ring considerablemente amplio. El árbitro no es demasiado estricto y nadie se dedica a vigilar quién puede participar», escribe el japonés.

La metáfora, claro, le viene que ni pintada a Chuck Palahniuk, autor que se estrenó entre puñetazos y mandíbulas desencajadas con 'El club de la lucha' y que ha decidido compartir conocimientos y secretos en 'Plantéate esto. Momentos de mi vida como escritor que lo cambiaron todo' (Literatura Random House). Palahniuk, producto a su vez del taller de escritura creativa de Tom Spanbauer, explica que una de las razones para animarse a escribir este libro fue el recuerdo lo que llama El Peor Taller de Escritura de Todos los Tiempos: miles de dólares a cambio de cháchara de vendedor de crecepelo en un hotel de lujo.
Nada que ver, claro, con las clases de Spanbauer. O con un libro en el que Palahniuk agavilla consejos sobre la tensión narrativa, el uso del humor, el manejo del lenguaje e incluso «un par de estrategias infalibles para venderles libros a los americanos» y los entrelaza con una colección de anécdotas disparatadas y delirantes. ¿Un ejemplo? El día que Stephen King (sí, otra vez el viejo Steve) se pasó ocho horas firmando ejemplares para 5.000 personas con su propia sangre en una iglesia desconsagrada del centro de Seattle. ¿Otro más? Los desmayos que se producían cada vez que Palahniuk leía en público su relato 'Tripas'. «Dejé de contar a los caídos cuando la cifra llegó a setenta y tres, pero seguí leyendo el relato. En varias ocasiones la gente se desmayaba mientras hacía cola y lo leía en silencio», recuerda el autor de 'Asfixia'. ¿Su consejo literario? «Si fueras alumno mío, te diría que fueras ingenioso en otros aspectos, pero no al escribir. No eres Noël Coward. El ingenio es una modalidad de ocultamiento». ¿Otro más? «Son esos momentos ridículos los que nos salvan la vida. El lenguaje no sirve de nada. Especialmente las palabras».
«Si fueras alumno mío, te diría que fueras ingenioso en otros aspectos, pero no al escribir. No eres Noël Coward»
Chuck Palahniuk
Escritor
En realidad, y pese a presentarse como manuales de escritura, todos son, en mayor o menor medida, historias de vida salpicadas de unos cuantos consejos. Ya lo advierte Patricia Highsmith en el prólogo de su manual para escribir novela negra, recuperado hace poco en catalán por L'Altra. «Es imposible explicar cómo se escribe un libro logrado, es decir, un libro legible. Pero esto es lo que hace que escribir sea un oficio tan entretenido como apasionante: la permanente posibilidad del fracaso».

«Si tienes la determinación real de escribir, nada de lo que pueda decir te detendrá. Pero si no la tienes, nada de lo que te pueda decir te convertirá en autor o autora», añade Palahniuk justo antes de elaborar un listado de problemas que van desde 'tu voz narrativa es aburrida' a 'a tu público no le sorprende tu obra' pasando por 'tu taller es una mierda' o la determinante y terminal 'tu obra no es tan buena como la de Amy Hempel'. Nada grave. «Le pasa a todo el mundo», concluye Palahniuk desde un púlpito hecho de brazos tatuados y pelotas de tenis atiborradas de cerillas.
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Y si todo lo demás falla, siempre se estará a tiempo de pegar de nuevo la oreja a las enseñanzas de un Sanderson que añade un matiz importante: todo esto, asegura, puede ser solo para divertirse. «Sencillamente creo que es bueno escribir historias, que es positivo aprender a comunicar mejor, a sacar los relatos de la cabeza y plasmarlos en la página de un modo que el lector encuentre interesante y le permita establecer una conexión emocional.
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