La cantera internacional de la literatura española
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Javier Marías se murió sin Nobel, y este año se cumplen doce sin que un escritor en español se corone en el olimpo de Estocolmo. En el Man Booker Internacional de 2022 no hubo finalistas en español. Tampoco en el de 2021. Antes encontramos grandes ... nombres de la literatura hispanoamericana (Mariana Enríquez, Benajimn Labatut, Juan Gabriel Vásquez…), pero hay que remontarse a 2018 para encontrar un autor nacido en España (Antonio Muñoz Molina). Y ocurre algo similar con los galardones internacionales de Francia: el Femina solo ha premiado a tres hispanohablantes en sus 37 años de historia, por ejemplo. Son síntomas de que algo está fallando con las letras en español fuera de las fronteras de un idioma que, no olvidemos, tiene casi seiscientos millones de hablantes.
Para César Antonio Molina, exministro de Cultura y antiguo director del Instituto Cervantes, esto refleja una constante histórica: el español es una lengua mayoritaria, pero no es una lengua de cultura. Ahí, insiste, seguimos con mucho que hacer. Es necesario, afirma, promocionar la traducción de autores clásicos y contemporáneos: es la única forma de crecer en influencia. Basilio Baltasar, presidente del premio Formentor de las Letras, confirma que existe una preocupante falta de conocimiento de nuestras letras. «En el I Coloquio Europeo de Traductores que organizamos este otoño en Formentor se puso de relieve la tendencia declinante que se viene confirmando: el menor interés de las editoriales europeas por la literatura española. Creo que antes de impulsar una razonable política de ayudas a la traducción, que debería ser tan enérgica como inteligente, se hace necesario entender la causa de esta preocupante deriva. Nos hace falta una investigación que dé cuenta de lo que está ocurriendo con la influencia de la literatura española. ¿Será fruto de unas circunstancias temporales o a causa de una falta de concordancia con las inquietudes de los lectores europeos? Es urgente averiguarlo».
En los años noventa explotaron en el extranjero autores como Arturo Pérez-Reverte, Javier Marías, Javier Cercas o Almudena Grandes, entre muchos otros. Desde entonces, una nueva generación ha tomado el relevo. Hablamos de Jesús Carrasco, Milena Busquets, Fernando Aramburu, Sergio del Molino, Manuel Vilas, Dolores Redondo, Karina Sainz Borgo, Sara Mesa, Irene Vallejo o Juan Gómez-Jurado, y de nombres más jóvenes como Aroa Moreno, Cristina Morales, Ana Iris Simón o Andrea Abreu. Pero esta presencia internacional responde más a la iniciativa privada que a una política pública de largo aliento, que sí existe en otros países. «Nos falta prestigio y presencia internacional, cosa que sí tenemos en la pintura. El tema de las traducciones siempre ha estado en el debate, pero en el ministerio siempre unas prioridades se imponen sobre otras y esto no ha salido adelante. En esto los nacionalistas son muy buenos. Han hecho las cosas en el mundo de la cultura mucho mejor que el resto de los españoles», remata César Antonio Molina.
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