Don Winslow: «Sin Don Quijote no habría novela negra»
El escritor estadounidense recoge telemáticamente el premio Carvalho
Una gripe le ha dejado varado en tierra, lejos de esa Barcelona en la que apareció por primera vez justo cuando 'El poder del perro' empezaba a causar sensación y a la que ha vuelto con cierta regularidad, casi siempre con premio de por medio, pero Don Winslow (Nueva York, 1953) no ha querido faltar a la cita, ni que fuese telemáticamente. Incluso se ha trajeado para plantarse ante el ordenador y, con sus mejores galas, recoger desde San Diego el premio Pepe Carvalho 2022 que le distingue como «el gran cronista de la realidad, un maestro contemporáneo de la novela negra».
Así, mientras en el Saló de Cent el periodista Sergio Vila-Sanjuán y el escritor y comisario de BCNegra Carlos Zanón glosaban este jueves la figura de Winslow y celebraban el impacto monumental de su narcoliteratura, Winslow tomaba impulso para irse aún más lejos y, tras los preceptivos agradecimientos, sacarse de la chistera uno de esos titulares para grabar en piedra. «Probablemente no debería atreverme a decir que sin Don Quijote no habría novela negra moderna, pero lo digo: Sin Don Quijote no habría novela negra. Hasta quienes no lo han leído están influidos por sus temas», ha dicho Winslow durante su discurso, una emotiva carta de amor al género.
«Cervantes es la fuente de todo lo que ha circulado en nuestra ficción. Él nos aportó los ladrones, las personas comunes... Y nos dio al Quijote; nos dio nuestra alma. Al fin y al cabo, Don Quijote fue un justiciero. Intentó ser heroico y decente en un mundo indecente. Y esa es la pregunta fundamental de la novela negra. Philip Marlowe se pone un gorro en vez de un casco y coge una pistola y no una lanza, pero se sigue inclinando contra los molinos de viento», ha relatado Winslow.
Autor de títulos como 'El invierno de Frankie Machine', 'Salvajes', o 'Corrupción policial', Winslow considera que la de escritor es una tarea tanto o más quijotesca que la del personaje de Cervantes. Y es que el género negro, explica, nació con hombres luchando contra un sistema diseñado para barrerlos. «Estoy muy orgulloso de ser un escritor de novela negra. Nuestro género refleja el mundo tal como es, más que otras ficciones. Es poético. Tiene música. Y el más bello de los lenguajes», ha reivindicado. Además también cuanta con «progenitores poderosos» como Conan Doyle, Agatha Christie, Chester Himes y Ross McDonald. Y no solo eso. Porque, apunta Winslow, «¿qué es el Oliver Twist sino una novela negra? ¿Y Enrique IV?».
Y qué es, claro, el Quijote sino el kilómetro cero de muchas, muchísimas cosas.