Søren Sveistrup: «Mucha gente ignora sus miedos, pero yo prefiero escribir sobre ellos»

El creador de «The Killing» debuta en la novela con el thriller «El caso Hartung»

Søren Sveistrup, en una imagen promocional Les Kaner

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Familias de acogida convertidas en trampas mortales, espeluznantes hombrecillos hechos con castañas, investigaciones policiales con las raíces bien hundidas en los despachos del ministerio de Asuntos Sociales, un retablo de crímenes, maltratos y mutilaciones que llevaría al sonrojo al mismísimo Stieg Larsson… En la universidad, Søren Sveistrup (Copenhague, 1968) sólo soñaba con «escribir la gran novela danesa» pero, en vez de eso, ha cruzado la barrera de los cincuenta convertido en el gran embajador de noir nórdico y en uno de los más implacables estilistas de la ficción criminal.

Un talento en expansión que empezó a manifestarse capítulo a capítulo con la emisión de «Forbrydelsen» («The Killing»), serie que abrió las puertas de la ficción televisiva escandiavana, y que cambia ahora de división y de formato con «El caso Hartung» (Roca Editorial), título con el que hasta ahora guionista y productor se estrena en la novela. Un debut tardío que conserva la atmósfera asfixiante y las tramas emponzoñadas de «Forbrydelsen» y con el que Sveistrup sigue aireando algunos de sus grandes temores y obsesiones. «Mucha gente opta por ignorar sus miedos, pero yo prefiero escribir sobre ellos», explica.

«Incluso si Stieg Larsson o 'The Killing' no la hubiesen descubierto al mundo, la tradición de la novela negra nórdica seguiría ahí»

Søren Sveistrup

Escritor

Y si de algo anda sobrada «El caso Hartung», armada alrededor de una serie de inquietantes crímenes de madres aparentemente negligentes y de la traumática desaparición de la hija de la ministra de Asuntos Sociales danesa, es de páginas capaces de poner los pelos de punta. «La familia es para mí algo muy importante, así que todo lo que escribo está muy centrado en el miedo a perderla. El de las familias disfuncionales que siguen luchando, que no se han rendido, es mi tema favorito sobre el que volver», explica.

Traumas propios

Así, con el maltrato infantil, las familias descompuestas y el poderío de la inspectora Naia Thulin, personaje moldeado con la misma pasta que la icónica Sarah Lund, reforzando el andamiaje narrativo, Sveistrup se sirve de sus propios traumas -hijo adoptivo, su madre se suicidó cuando él tenía 21 años- para ahondar en todas las caras del mal y, sobre todo, radiografiar los mecanismos de la violencia más atroz. «Estamos hablando de algo que es asqueroso, así que tiene que resultar incómodo -explica-. Además, si escribes novela negra hay ciertos elementos que deben aparecer, y la violencia es uno de ellos. Pero no soy un sádico; no disfruto con eso. Lo divertido es crear el suspense y dejar al lector sin respiración».

Admirador de Agatha Christie y Sherlock Holmes, en cuyas novelas aprendió a descodificar el mundo adulto, Sveistrup reconoce que, a la hora de escribir, las emociones son para él más importantes que «la trama y el juego de quién ha sido». «Para mí escribir sólo tiene sentido si mi corazón está ahí dentro y la novela dice algo sobre la sociedad y la condición humana. Sé que hay autores de novela negra que pueden publicar cada medio año, pero al final resultan tremendamente aburridos», explica.

Cubierta del libro Abc

Tan a pecho se lo toma que, mientras escribía «El caso Hartung», sufrió un colapso nervioso que lo dejó fuera de juego más de medio año. «Llevaba 170 páginas, estaba haciendo al mismo tiempo un par de series de televisión, otras tantas películas, y me levanté una mañana sintiéndome francamente mal. Durante el día entendí que estaba teniendo una crisis por culpa del estrés», relata.

Fue su mujer, explica, quien le animó a «arrastrarse de nuevo hasta el ordenador» y terminar línea a línea una novela con la que, pese al universo compartido y el retrato de una Copenhague de profundos contrastes y desigualdades, Sveistrup cree haber marcado distancias con «The Killing». «En cierto modo, creo que la he escrito ‘a pesar’ de la serie de la televisión. Al principio me costó tener distancia con ‘The Killing’, sí, pero creo que el libro muestra a un nuevo yo», aclara.

De ahí que no descarte más novelas protagonizadas por Thulin y su compañero, el esquivo y problemático agente de la Europol Mark Hess, y tenga muy claro cuál será su decisión si finalmente «El caso Hartung» se convierte en película serie de televisión. «Yo ya he hecho mi trabajo. Ahora les toca a otros», bromea un autor que parece contemplar con cierto recelo todo lo que tenga que ver con el «boom» del «noir» nórdico. «Quizá sea algo exótico por el mal tiempo, por lo cierto es que tenemos una gran tradición de novela negra. Incluso si Stieg Larsson o 'The Killing' no la hubiesen descubierto al mundo, la tradición seguiría ahí. Y no sé por qué», apunta.

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