Sherlock Holmes descubre a su Avellaneda
Se publican en España los «Archivos secretos de Sherlock Holmes», una selección de relatos apócrifos del sagaz investigador firmados por Kurt Matull y Matthias Blank
![El libro contiene las ilustraciones originales del alemán Alfred Roloff](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2020/05/30/IlustraciondeAlfredRoloff_3-k1NB--1248x698@abc.jpg)
¿Quién investiga a los investigadores? David Felipe Arranz , por ejemplo. Y es que este profesor de la Carlos III se ha convertido en una especie de Sherlock Holmes patrio para seguir la pista... del propio Sherlock Holmes. El también escritor acaba de reunir una serie de aventuras del más prestigioso de los sabuesos que no fueron firmadas por Conan Doyle. ¡Y sin rencores! Los «Archivos secretos de Sherlock Holmes» , se llama este libro lanzado por la editorial Funambulista escrito por los Avellaneda de Conan Doyle.
Pero retrocedamos a 2012, París. Allí encontramos a un todavía treinteañero Arranz echando un vistazo entre los vendedores de libros antiguos a orillas del Sena, cuando se topó con un extraño ejemplar: «No le di mayor importancia porque seguro que era muy conocido. Pero cuál es mi sorpresa cuando no veo la fecha del autor ni la fecha de edición. Estamos ante un enigma que tiene que ser resuelto», se dijo. ¿De qué libro se trataba? De un ejemplar con relatos de Sherlock Holmes apócrifos .
Y aunque pasan años, la historia sigue en su cabeza, y Arranz acaba yéndose a Alemania, a la biblioteca estatal berlinesa, donde localiza y confirma entre sus documentos a los dos «negros» de la escritura invisibilizados pero publicados en nuestro país por la editorial Atlante y Ediciones Povi. Se trata del polaco Kurt Matul l y el alemán Matthias Blank , cuyas prolíficas trayectorias literarias y cinematográficas tienen el añadido misterioso de las brumas que infundía el propio Conan Doyle a sus personajes.
¿Quiénes eran estos hombres? «Eran dos fenómenos que hacían cine, novela popular, viajaban... Su historia es fascinante y su pista me llevó hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando se interrumpió toda actividad cultural e incluso desapareció el rastro de uno de ellos», comenta Arranz, que quiere agradecer a su editor Max Lacruz que le permitiera este ejercicio detectivesco. «Eran los Corín Tellado de la Europa del primer tercio del s.XX, dos personajes volcados en la pluma, en el cine y enamorados de Sherlock Holmes».
El polaco Matull fue libretista de teatro y guionista cinematográfico, y de él ni siquiera sabemos su fecha de defunción. Nacido en 1872 en Pomerania, tras escribir su primera obra de teatro, «Mujeres de hoy», emigró a los Estados Unidos, donde trabajó como editor de política en el «Evening Post» de Nueva York. Tanto él como Blank eran escritores de novelistas de quiosco, aunque en su caso también se prodigó enormemente en la escritura de guiones de cine. Su colega de labor apócrifa, por cierto, incluso había creado anteriormente a su propio detective, el policía Luther Frank, del departemento de Nueva York.
La inteligencia de Conan Doyle
La historia nos lleva ahora a 1907, cuando estos dos novelistas solicitaron a la editorial Lutz , propietaria de los derechos oficiales del personaje en Alemania, poder escribir sus propias historias del detective. Y, curiosamente, se lo permitieron pero con una condición: que no saliera el nombre de Sherlock Holmes en el título («Los archivos secretos del mundialmente famoso detective», las llamaron).
Conan Doyle tampoco les denunció. «Es un rasgo muy inteligente dejar que su criatura viviera otras vidas en otras manos, esa estrategia de extender la fama de su personaje para que redunde en las ventas de las novelas originales. Imagínate en el 2020 que alguien cogiera el personaje de un autor. En aquella época transcurrió de manera muy alegre. Rusia fue de los primeros que tradujeron estas obras y fue un éxito apotéosico justo antes de la Primera Guerra Mundial».
Así, esta colección de historias que se reedita en España tiene una importancia para los devotos tal como «El Quijote » apócrifo de Avellaneda con respecto al original de Cervantes . Arranz los entronca incluso con las variaciones cinematográficas del mítico personaje en películas como «La vida privada de Sherlock Holmes» (1970) de Billy Wilder o las dos entregas dirigidas por Guy Richtie . Estos volúmenes de Funambulista, que lo que hacen es «remozar algunos pasajes y limpiar las erratas» de las antiguas traducciones lo que hacen también es homenajear a estos autores ocultos para el público español y de paso ofrecer una mejor y más barata oportunidad de completar el «canón holmesiano», cuatro novelas y 56 relatos, con estas cuatro historias más (de un total de 12 que publicarán en dos libros más).
Doyle terminó el canon original 1927. Y estos dos hombres lanzaron entre 1907 y 1911 su cascada de obras. Coexistieron pacíficamente, todos tuvieron éxito. Pero sobre todo uno de ellos. Efectivamente, queridos Watsons, ese fue... Sherlock Holmes.