Xosé Carlos Caneiro: «No me callarán las mareas y los batallones de lo políticamente correcto»

El escritor más premiado de Galicia presentó ayer en la Casa del Lector su nueva novela, acompañado por Alberto Núñez Feijóo, Darío Villanueva y César Antonio Molina

De izquierda a derecha, César Antonio Molina, Darío Villanueva, Alberto Núñez Feijóo y Xosé Carlos Caneiro, en la Casa del Lector MAYA BALANYÁ

LUIS VENTOSO

Xosé Carlos Caneiro (Verín, 1963) ya no tiene premio literario por ganar en Galicia, donde es un escritor de referencia, distinguido también por haberse apeado en su día del nacionalismo. Poeta y ensayista, es autor de una excelente biografía de Borges , traducida hasta al coreano, y un hombre polifacético : se pagó su licenciatura en Historia de pincha en Benidorm. Su arma es la prosa de altura, también en español. Ayer presentó en la Casa del Lector de Madrid una nueva novela: «Y solitario bajo el cielo como siempre estoy yo» (Trifolium) . Le acompañaron Alberto Núñez Feijóo , presidente de la Xunta; Darío Villanueva , director de la Real Academia Española, y César Antonio Molina , su anfitrión. Caneiro quiere hacer literatura trascendente y aguarda, allá en la raya entre Galicia y Portugal, a que el tiempo le dé la razón.

Véndase un poco. ¿Por qué conviene leer su nueva novela con tantas obras maestras que tenemos pendientes?

Me vendo muy mal. Como publicista soy escasamente hábil. Además siento pudor. Le diría lo que ha escrito en ABC el crítico Juan Ángel Juristo: una enorme novela que se revela como una curiosa metáfora sobre el juego de las identidades. Pero, por favor, que nadie pierda ni un minuto conmigo si tiene obras maestras por leer. Ninguna obra actual equivale a un capítulo de «El Quijote».

Ha ganado todos los premios literarios de Galicia, uno tras otro, pero en el resto de España es todavía un culto algo privado. ¿Por qué?

Como decía, soy inhábil para las relaciones públicas. No me interesan demasiado. Lo que debe hacer un escritor es dedicarse con rigor a su vocación, a leer y escribir. Me pregunto de dónde sacan tiempo los que tanto promocionan sus obras y viajan. No puedes leer reflexivamente cuatro o cinco libros por semana, como poco, y andar de jarana día sí y día también. La historia de la literatura pondrá a cada uno en el lugar que merezcamos, no lo dude.

Le he oído quejarse alguna vez de cierta «literatura nocillera». ¿Puede abundar?

Es la literatura sin literatura, o sea, sin revelación alguna. Más atenta al impacto mediático que al poder metafórico del lenguaje. Pasa con el arte contemporáneo, nos ofrecen majaderías y las aplaudimos. No lo entiendo.

¿A qué novelista le gustaría parecerse?

Tantos. Un solo nombre sería injusto.

Un día, usted abandonó el nacionalismo y el izquierdismo de su juventud. ¿Por qué se desencantó?

El Gobierno del bipartito gallego fue una pesadilla. Pero mi desencanto no se origina ahí, sino en las actitudes sectarias e intolerantes que observé. 

¿Puede darse en Galicia a medio plazo un problema como el catalán?

Imposible. El mío es un pueblo en el que siempre ha imperado el sentido común. Nuestro instinto suicida se detiene cuando vemos el acantilado. A los catalanes ya les está sucediendo lo mismo.

¿Le ha pasado factura el mundo nacionalista? ¿Le pellizcan mucho en Twitter?

Twitter es una jungla. Yo siempre he escrito lo que he querido. Y he vivido también como he querido. Ni me callaron los 16 años de Fraga en Galicia ni me van a callar las mareas y sus batallones de lo políticamente correcto.

¿Cómo ha conseguido que le presenten su novela el presidente de la Xunta, el director de la Real Academia y un exministro de Cultura? ¿Lobby gallego?

Darío Villanueva fue el primer lector del manuscrito. Le gustó. Es una persona de criterio literario infalible. César Antonio Molina es el director de la Casa del Lector, donde la presentamos. Feijóo es mi amigo. 

¿Hay mucho escritor sobrevalorado en España?

Sí, pero no duran demasiado. Más tarde aparecen otros sobrevalorados que quitan protagonismo a los anteriores, y así sucesivamente. En arte, solo el tiempo separa lo que vale de lo que no.

La gran literatura, ¿es lo que se cuenta o cómo se cuenta?

Cómo se cuenta. Sin duda.

¿Qué cuenta en su novela?

Desaparecen dos gemelas. Su padre, un maniqueo policía que opera con sucios negocios en la frontera portuguesa, las busca con la ayuda de un gigoló y otros personajes. Suceden episodios en Madrid, Compostela, un viaje a Roma. Y nada, ni nadie, son lo que parecen.

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