Ana Merino gana el Nadal con «El mapa de los afectos»
El premio rindió homenaje al centenario del nacimiento de Miguel Delibes, galardonado en 1947 con «La sombra del ciprés es alargada»
El Nadal de 2020 se escribe en clave femenina con «El mapa de los afectos» de Ana Merino (Madrid, 1971), una novela coral de relaciones humanas. Hija del escritor y académico José María Merino y esposa de Manuel Vilas, finalista del último Planeta, la ganadora ha desplegado su escritura en diversos géneros. Poeta -mereció en 1994 el premio Adonais por su poemario «Preparativos para un viaje»-, columnista de «El País», dramaturga, narradora juvenil con «El hombre de los dos corazones» (2009) y estudiosa de la historieta con sus «Diez ensayos para pensar el cómic» (2017), Merino dirige la cátedra de escritura creativa en lengua española de la Universidad de Iowa .
«El mapa de los afectos», que ha merecido los 18.000 euros de esta 76 edición a la que se han presentado 351 títulos, es la primera novela de Ana Merino. Ambientada en el Midwest americano, transcurre en una comunidad rural e ilustra la infinita combinatoria de los sentimientos humanos a partir de la relación secreta de una maestra de escuela a lo largo de dos décadas.
Planteado como una melodía encadenada de los afectos, el «mapa» narrativo que traza Merino recorre historias subterráneas de la comunidad, algún crimen sin aclarar, ausencias inexplicables… Cada capítulo corresponde a un afecto que implica a un personaje. Afectos que actúan también como vasos comunicantes entre la América profunda y el sur de España.
El jurado, formado por Alicia Giménez Bartlett, Care Santos, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello y Emili Rosales, valoró «El mapa de los afectos» como una literatura entroncada en la tradición feminista de escritoras como Lucia Berlin y Siri Hustvedt o con la literatura confesional del David Trueba de «Saber perder».
Ana Merino aseguró anoche en rueda de prensa que «El mapa de los afectos» es «una novela en la que los personajes que me han inspirado son genuinamente buenos , porque creo en la bondad». La autora está convencida de que «la novela puede ser considerada un alegato a favor de la bondad» que, a su juicio, «alimenta una percepción del mundo que nos ayudará a todos a salir adelante» . Para Ana Merino, «la literatura nos hace creer en los demás, nos permite empatizar con el alma humana».
La autora de «El mapa de los afectos» es una defensora de la caligrafía en estos tiempos en que escribir a mano no es una prioridad de los programas escolares. Su voz resuena subversiva bajo el imperio de los móviles como extensiones del ser humano: la profecía de McLuhan, hecha realidad. Como explica en una de sus columnas, Merino siempre pergeña de puño y letra su escritura: «Las teclas se me resisten cuando quiero disfrutar del proceso mismo de las ideas que se enlazan y dan sentido a un argumento», confiesa.
La ceremonia del Nadal conmemoró el centenario de Miguel Delibes (Valladolid 1920-2010), ganador en 1947 con «La sombra del ciprés es alargada».
Premio Pla, Laia Aguilar
El 52 premio Josep Pla de narrativa catalana ostenta también una autoría femenina con la novela «Pluja d’estels» (Lluvia de estrellas) de la barcelonesa Laia Aguilar.
Crecida en la literatura juvenil, Aguilar (Barcelona, 1976) da el salto a la novela de adultos con la historia, también coral, de un grupo de amigos que se reúne en una casa del Cap de Creus después de un trágico incidente que les afecta con el pretexto de confraternizar contemplando una lluvia de estrellas.