Manuel Vilas: «Me resisto a pensar que la literatura tiene que ser un ejercicio de minorías»

Finalista del premio Planeta con «Alegría», el autor aragonés ahonda en la senda de la aclamada «Ordesa»

Manuel Vilas, ayer en Barcelona Efe

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Sirviéndose de la misma madeja y elmismo telar que en la aclamada «Ordesa» , Manuel Vilas (Barbastro, 1962) resultó finalista del Planeta con «Alegría», novela de sentimientos que aborda «la lucha entre desesperanza y alegría» y ahonda una vez más en el vacío dejado por las pérdidas de seres queridos.

¿Por qué Alegría?

El narrador se da cuenta de que la experiencia de la vida le lleva al dibujo de una emoción que llama alegría, que le parece que es el objetivo final de un ser humano. ¿Dónde ve alegría? En las personas a quienes quiere. Es un libro sobre sentimientos.

Un libro muy poco premio Planeta, vamos.

También tiene su trama. Hay un personaje negativo que representa la enfermedad mental y está acosando al narrador constantemente.

Todo apunta a una continuación de «Ordesa».

Son novelas independientes pero escritas por el mismo narrador. Después de «Ordesa» tampoco podía escribir una novela de ciencia ficción. Tenía materiales aún por explorar ahí. Además, esa novela conectó con un público mayoritario, y pensé mucho en lo que pasaba con ella.

¿Y ha encontrado alguna explicación para ese éxito inesperado?

No tengo ni la más remota idea. El otro día estaba presentando la novela en Francia y un señor que era médico se levantó y me dijo “Je t’aime”. Quizá se trata de buscar un poco de fraternidad en un mundo tan hostil.

¿Cuánto esconde y cuánto muestra de su propia vida en la novela?

Hay una cesión al narrador de mi biografía. Le cedo lo que he vivido pero él hace lo que le da la gana. Los hechos suelen ser reales pero la interpretación no tanto.

¿Con «Alegría» se agota ya el universo «Ordesa»?

Lo que pasa es que el narrador habla de un libro donde están sus padres, y los padres vuelven a hablar con él. Al mismo tiempo, va presentando el libro por distintos sitios y se encuentra a gente que conoció a los protagonistas de la novela, lo que le lleva a un estado de celebración y confusión entre vida y muerte.

Al final son dos libros para despedirse de los padres.

Sí, pero el narrador no quiere, porque no quiere cerrar eso. Está loco. Si cierra ya no los ve y se pone triste. Mientras escribe sobre ellos los sigue viendo.

¿Qué cree que puede aportar Manuel Vilas al premio Planeta?

Hay una entente cordiale entre el premio y los escritores literarios. Yo creo en la popularidad de la literatura. Me resisto a pensar que la literatura tiene que ser un ejercicio de minorías. De ahí que esté contento y feliz de haber sido finalista: yo escribo para que me lea la gente, no solo cuatro culturetas.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación