Luisgé Martín gana el premio Herralde con una «fábula moral» sobre el amor, el deseo y la fidelidad
El escritor argentino Federico Falco ha resultado finalista con «Los llanos»
![Luisgé Martín, fotografiado este lunes en Barcelona](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2020/11/02/luisge-U45011678624QHQ-1248x698@abc.jpg)
Cuatro años después de explicarse a sí mismo y hacer inventario de sus «arrepentimientos» y de las mentiras que aceptó «con mansedumbre» con la muy autobiográfica «El amor del revés», Luisgé Martín (Madrid, 1962) vuelve a explorar el amor y la pasión en casi todas su encarnaciones en «Cien noches», novela con la que se ha coronado vencedor del 38 premio Herralde de Novela a fuerza de interrogarse sobre la posibilidad de la fidelidad. «Es una fábula moral y una novela de antropología social que explora tabús y mentiras», ha resumido la directora editorial de Anagrama, Silvia Sesé, durante el fallo de un galardón dotado con 18.000 euros y que también ha reconocido como finalista el argentino Federico Falco con «Los llanos».
«Cien noches», en palabras del jurado, es una «meditación hecha carne sobre el deseo y la imposible fidelidad»; la fantasía de un «moralista perverso y la de un antropólogo social». «Mi literatura siempre es una búsqueda del equilibrio, de la paz, a través de una serie de pulsiones que se van repitiendo», ha apuntado el propio Martín, quien ha relatado que la novela surgió de la lectura de un informe sexológico sobre la infidelidad y los porcentajes de hombres y mujeres que se declaraban fieles. «Ahí se me ocurrió qué pasaría si realmente a esas personas que han dicho que son fieles las siguiéramos», ha señalado.
Novela negra con tintes de novela erótica (o viceversa), «Cien noches» es, en palabras de su autor, una obra «optimista y vitalista» que trata de exprimir al máximo el carpe diem y los momentos que a uno le quedan. Para ello, el autor de «La vida equivocada» se mete por primera vez en el pellejo de un personaje femenino y da voz a Irene, estudiante de psicología en Chicago convertida en una suerte de detective del amor y el adulterio que, a la postre, acabará experimentando en sus propias carnes aquello que empieza investigando con vocación de científica de laboratorio y tubo de ensayo.
«Siempre me han interesado estos temas, me he ido acercando a ellos más o menos en mis libros, así que no lo he vivido como un problema narrativo especial», apunta Martín, para quien el problema de la literatura sexual es que «hay menos de la que debería». «Siempre se aborda desde los márgenes, desde la inexperiencia», apunta. Para romper todos estos tabús, el autor madrileño ha contado también con la colaboración de Edurne Portela, Manuel Vilas, Lara Moreno, Sergio del Molino, Javier Ovejero y Marta Sanz, autores invitados que se encargan de firmar informes policiales sobre seis presuntos fieles sospechosos de ser infieles.