Luis Eduardo Aute

Contigo aprendí

El escritor Ray Loriga rinde homenaje a Luis Eduardo Aute por los 50 años de su carrera

Luis Eduardo Aute, en una imagen de 1985 ABC

Por Ray Loryga

De Eduardo puedo hablar, por ejemplo, de nuestra amistad, de largas conversaciones tranquilas, pero nunca aburridas y siempre sin prisas. De parques extranjeros y propios, de viajes y hogares. De su formidable sentido del humor, consecuente con la distancia debida a todas y cada una de las cosas dramáticas, de su ironía carente de cinismo, de su inteligencia, al fin y al cabo. Pero todo eso fue después. Antes de conocerlo ya lo admiraba. Me gustó desde el principio el rumor paradójico de su voz, suave, fuerte, constante, firme. Tan pegado a su manera distinta de decir las cosas.

Lo que otros gritaban, justo o no, él lo dudaba, lo intuía, lo insinuaba. Y así ha seguido su enorme talento, invitándose a nuestro entendimiento, sin obligaciones, ni imposturas ni, desde luego, imposiciones.

Aute siempre ha apelado y apela a la inquietud de quien le escucha, de quien lee entre líneas (y también gracias a las suyas, los peldaños de la necesaria escalera hacia un pensamiento propio). Su mirada es única y compartible, generosa. A Eduardo le doy las gracias por acompañarme tantos años, antes sin conocerlo y ahora como amigo.

Y así hasta hoy y hasta mañana y hasta siempre.

Como decía aquel bolero, «Contigo aprendí».

…y slowly.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación