Kurkov: «Si gobernaran las mujeres, el mundo sería más verde y se ralentizaría la economía»

El escritor ucraniano publica en España «El jardinero de Ochákov» (Blackie Books), novela en donde satiriza el pasado soviético de su país pero también su presente, que casi sale peor parado. Todos sus libros están prohibidos en Rusia y en Ucrania los críticos no le reseñan por ruso-parlante

Andrei Kurkov Blackie Books / Ana Portnoy
Javier Villuendas

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Con sonrisa suave y muy presente, Andrei Kurkov (1961) pide levantando el dedo ampliar su teoría, que articula con sencillez, y un poco así es el tono de «El jardinero de Ochákov» , vonnegutianesco thriller recién publicado en España por Blackie Books de uno de los más afamados escritores de Ucrania. Pero más en su extranjero que «indoor», ya que es ruso-parlante y la ortodoxia literaria ucraniana eso lo penaliza.

Publicó su primer libro justo antes de caer la Unión Soviética y lleva más de 20 calando entre «la parte más disidente de la sociedad». Traductor de japonés, no sabía cuando era estudiante que la KGB intentaría enviarle a Japón como espía. Su madre, doctora, pudo dar el cambiazo a los papeles del servicio militar y acabó como guardia de prisiones en Odesa , donde escribió sus primeras obras infantiles.

Kurkov también es un prestigioso comentarista al que recurrir sobre los temas ucranianos, entre otras cosas porque adivinó que Putin iba a anexionar Crimea poniendo así su clarividencia muy en evidencia (en Rusia todos sus libros están prohibidos).

Un personaje suyo divide a la humanidad entre jardineros y silvicultores. Los primeros serían los que reparan lo que se estropea y adornan y ponen bonito el lugar en el que están. Los segundos son los destructores y cínicos que consideran que el mundo no puede cambiar. ¿Qué facción gobierna más en el mundo actual?

Los jardineros siempre serán vistos como disidentes y tratados como una minoría. Todo el mundo está en lucha contra un orden y en esa lucha contra el orden rompemos el anterior. Entonces, la actitud de los silvicultores es más combativa que la de los jardineros. Los que gobiernan no son jardineros porque, de hecho, los silvicultores se encuentran siempre en una competición constante por construir nuevas formas y modos de estar. En cambio, la gente normal y cotidiana está deseosa de que los que gobiernen sean los jardineros y sueñan con que acaben llegando. Mientras tanto, aceptan a los silvicultores porque, a la vez, la gente normal está impaciente por soluciones rápidas.

El discurso ecologista está de moda. ¿Cree que puede ser dominante y perpetuarse?

Cualquiera puede comprender que es necesario este enfoque. Pero si personas como Putin o Trump no se preocupan por este tipo de cuestiones, nos enfrentamos a que los líderes mundiales son, en realidad, enemigos del clima. Tengo sentimientos encontrados con el caso de Greta Thunberg . En el fondo, no deja de ser una repetición de otra chica de los 80, y creo que es interesante que el debate se haga público pero no deja de ser un instrumento y no entendemos realmente bien quién está utilizando este instrumento. En cualquier caso, la causa es buena y hablar sobre ello está bien. Quiero pensar que, al final, cuando los problemas realmente estén más próximos, los líderes mundiales comprenderán que es importante que cambiemos el enfoque. Hoy en día, cada vez es más difícil afirmar que a nadie le importan estas cosas porque el mundo económico y de las empresas, de alguna manera, han hecho suyo este mensaje de las energías eléctricas y verdes en un intento de mostrarse conscientes. Esto contrarresta la falta de interés de algunos líderes como Trump o Putin. La próxima cuestión que realmente va a unir al mundo es la lucha contra los plásticos de un solo uso.

Dice que los jardineros suelen ser mujeres y los silvicultores serían más los hombres. ¿Nos vendría mejor que gobernaran mujeres?

Sería un lugar diferente, desde luego. Más verde. Se ralentizaría la economía, porque es una cosa muy masculina. De hecho, el motor de la economía es algo muy masculino porque, de alguna manera, viola la naturaleza. Y lo de violar es muy masculino, violar cosas para conseguir lo que uno quiere.

¿Usted es jardinero o silvicultor?

Intento ser un jardinero todo el tiempo. Cuando era pequeño me fascinaban los cactus y siempre me han gustado las plantas. Hace un tiempo, volví de viaje y me traje unas semillas e intenté plantarlas a pesar de que mi terreno, por las temperaturas en invierno, lo hace insostenible. Pero sí, me fascina la naturaleza.

El libro satiriza el pasado soviético de Ucrania pero también su presente. ¿Ha sido Occidente una mala influencia?

No, Ucrania ha sido mala influencia para Ucrania. El paradigma mental de los ucranianos se basa en el s.XVI. En ese siglo, Ucrania era un territorio libre liderado por cosacos, que no tenía fronteras ni moneda propia. De hecho, las elecciones para jefe de Gobierno eran, más bien, elecciones para jefe del ejército. Digamos que había una suerte de sistema de anarquía democrática. Y esta es la base de la mentalidad ucraniana. En Rusia, sin embargo, su paradigma es más bien monárquico. Tenían un Rey y lo adoraban. Y cuando ya no les gustaba, lo mataban y ponían a otro Rey... que mataban de nuevo si no les gustaba. Ucrania es un país en el que el individuo tiene más peso en la idea de cómo se gobierna el país. Como resultado de este paradigma un poco anárquico, tenemos 350 partidos registrados en el Ministerio de Justicia para las elecciones en el Parlamento. Son partidos sin ideología, ni conservadores ni liberales. Es una reacción al periodo soviético. Los ucranianos se adaptaron a un proceso en el que solo había un partido y no nos resultaba natural. En cambio, sí resultaba natural para los rusos. Ahora mismo en Rusia tienes el partido de Putin que viene a ser el partido único, como el nuevo partido comunista de Rusia. Y, de hecho, todos los funcionarios de Rusia son miembros del partido. El problema es que las generaciones más jóvenes en verdad no están aprendiendo sobre el periodo soviético de Ucrania. Quizá les suene un poco Lenin , pero no lo conocen realmente. Esto se hizo adrede. El Ministerio de Educación está formado por nacionalistas ucranianos que consideran que el periodo soviético no forma parte de la historia de Ucrania. Y, por tanto, no debe estudiarse. Así estas generaciones más jóvenes no contemplan que pueda haber algún tipo de estabilidad fuera del capitalismo. Y yo quiero enseñarles esa suerte de estabilidad soviética en al que vivieron sus padres y abuelos. He elegido el año 57 porque nadie se acuerda del mejor año de la historia soviética, cuando se atisbaba la posibilidad de que llegara a convertirse en un sistema democrático. Algunas de las efemérides de ese año son que se lanzó el Sputnik y también tuvo lugar el Festival Internacional de la Juventud, celebrado en Moscú, cuyo resultado fue una epidemia de sífilis (risas).

¿Cuál sería la principal diferencia entre ambas épocas?

La mejor época para Ucrania está en el futuro. La diferencia es que el periodo capitalista hace que la gente esté más activa, porque les hace sentir que su vida depende de ellos mismos, mientras que el socialismo genera una sociedad más pasiva que es muy fiel al sistema pero que está siempre a la espera de ordenes y, por tanto, a la espera de pagos por ser fiel a esas órdenes. Creo que durante la época soviética, Ucrania fue más exitosa que la propia Rusia porque durante todo aquel periodo hubo seis secretarios generales y tres de ellos ucranianos, aparte de uno de Georgia y otros dos rusos.

En las dos épocas se bebe bastante alcohol, ahí habría un eje vertebrador.

Eso está cambiando ahora. En la época soviética si que había una diferencia entre intelectuales y proletarios. Tú podías diferenciarles por lo que bebían. Los intelectuales tendían al coñac y los proletarios al vodka. En cambio, los disidentes, como mi hermano mayor, empezaron de repente a beber vodka. Ahora en cambio, la cerveza está arrasando y se está llevando por delante al vodka y al coñac.

¿Es más conocido fuera de Ucrania que dentro?

Sí, creo que sí. Se debe a que soy de etnia rusa y escribo principalmente en ruso, aunque a veces en ucraniano. Lo cierto es que los críticos ucranianos tienden a no reseñar a los escritores ruso-parlantes. Entre los intelectuales ucranianos hay una división muy clara, los que consideran que solo los libros escritos en ucraniano son parte de la cultura ucraniana y en cambio una parte más progresista, porque hay que tener en cuenta que en Ucrania hay 24 minorías, que considera que cualquier libro escrito en cualquiera de estos idiomas forma parte de esta cultura. Hay unos pocos escritores ucranios que influyen en la intelectualidad de Ucrania a día de hoy, pero no realmente en la sociedad. Porque la sociedad no lee libros, lee periódicos.

¿En qué punto está ahora la revolución de Maidan de hace cinco años? ¿Cómo va la relación Ucrania-Rusia?

La relación es muy tensa y esto no va a cambiar en los próximos 20 años. Creo que Putin está intentando reconstruir la Unión Soviética y es probable que lo consiga con Bielorrusia, pero no con Ucrania. Aunque sí está intentando entorpecer los acercamientos de Ucrania con la UE.

Se le conoce por adivinar la anexión de Crimea en una novela. ¿Considera a Putin peligroso?

Sí, lo considero peligroso. Quiere hacer que Rusia sea tan peligrosa como en su momento lo fue la Unión Soviética y convertirse en una de las dos o tres potencias mundiales. Lo que no es consciente es de que Estados Unidos y China ya están ahí y no haría más que estar en medio de esas dos potencias. Con Putin el problema fue que era uno de los personajes de la novela y decía: «Si te portas mal, anexo Crimea». En Rusia todos mis libros están prohibidos. No solo ese. Hay una categorización en que se te cataloga como literatura extremista en función a otra lista a la que perteneces: si yo fuera musulmán, por ejemplo, o cualquier otra. Y no es que no pueda solo publicar es que tampoco se pueden importar mis libros. No te puedes llevar uno de mis libros de Ucrania a Rusia. Aunque, por otra parte, tampoco se preocupa demasiado por los derechos de autor así que hay muchas páginas web en la que puedes encontrar mi libro pirateado y descargártelo. Aunque esto es un problema porque las generaciones más mayores solo leen libros en papel.

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