Kate Morton: «Todas las familias guardan secretos»
La escritora australiana vuelve con «El último adiós», un perturbador rompecabezas
«El último adiós» (Suma de Letras) encierra la esencia del «estilo» Kate Morton . Pasado, presente, misterio, Inglaterra y secretos de familia vuelven a conjugarse en la quinta novela de esta autora, auténtico fenómeno de ventas. «Me gusta escribir sobre familias porque son la unidad básica de la construcción de nuestra sociedad. Además, podemos romper con los amigos, pero con los familiares siempre mantendremos esos lazos. Y todas tienen secretos. Muchos se acercan a mí y me cuentan que en la suya no hay, pero yo les contesto que claro que sí, lo que pasa es que todavía no los han descubierto», cuenta entre risas la escritora australiana.
Los amantes de los rompecabezas literarios que Morton crea en sus libros no se sentirán defraudados. Personajes e historias pasadas y actuales se van presentando como piezas. «Como escritora, adoro las palabras, las descripciones... Pero, al mismo tiempo, disfruto con la estructura de la novela. Creo que es porque era ambidiestra de pequeña y mi cerebro matemático es tan fuerte como el creativo. A veces tratar de encajar las piezas me vuelve loca, pero es muy satisfactorio cuando encuentro la forma en que la última encaja por completo», explica. No obstante, Morton reconoce que mantener la intriga hasta el final resulta más complicado: «Como los lectores conocen mi mente un poco más con cada libro, tengo que buscar formas distintas para que no adivinen cómo va a ser el final. Intento que cada libro sea mejor, a través de la composición. Espero que a medida que vaya madurando como escritora y como persona, mis rompecabezas vayan adquiriendo más matices y sean más profundos».
Una escritora de misterio
Quizá por ello en «El último adiós» aparece, por primera vez, una investigadora, Sadie Sparrow, una joven policía que se interesa por un caso abierto desde los años treinta. «Desde el principio, pensé varias ideas para este libro y una de ellas es que quería hacer una historia de misterio más complicada que nunca. Siempre me he visto como una escritora de misterio, incluso cuando nadie lo ha hecho. Son los libros que me gustaban cuando era niña y también cuando era joven. En todas mis novelas he tenido un personaje que tiene la misión de resolver el misterio. Normalmente me tengo que inventar todo tipo de triquiñuelas para que las personas se metan en el rol de detective, pero en esta ocasión iba a ser mucho más fácil porque ella lo era directamente», explica la escritora, que ha vendido diez millones de ejemplares de sus libros.
«Me veo como una escritora de misterio, son los libros que siempre me gustaron»
Los niños perdidos es otro de los temas transversales de la novela. Algo que sorprende bastante cuando se sabe que Kate Morton escribió «El último adiós» mientras estaba embarazada de su tercer hijo (Henry, al que se lo dedica). «Como madre es uno de mis grandes miedos, así que me resultaba muy interesante. Todos los libros son como cápsulas del tiempo de la vida del escritor durante el período en el que los escribe, algunas veces de forma muy obvia, otras de manera más sutil. Yo puedo ver la influencia del embarazo y de tener un bebé a lo largo de todas las páginas de la novela».
La historia gira en torno a un bebé que desaparece durante una fiesta nocturna de verano que organizan en su casa. Pero todos los personajes han sido niños perdidos de alguna manera. Hay abandonos, rechazos, adopciones... «Hasta Peter, que tiene una familia encantadora, se siente como un cuco fuera del nido –admite Morton–, apartado de sus padres biológicos». ¿Peter?, ¿niños perdidos? El nombre escogido no es casual. «Quería jugar con el hecho de que Peter Pan es el protagonista de un libro modelado a partir de un personaje real». Como tampoco lo es el de Alice, cuya madre se convierte de niña en la estrella de una historia infantil de gran éxito, al igual que sucede en «Alicia en el País de las Maravillas». Alice, al igual que Morton, también es una escritora de éxito, pero con 86 años. ¿Se ve la autora así a su edad? «Me encantaría encontrarme trabajando en mi novela cincuenta a esa edad. Pero no sé si voy a llegar, sobre todo teniendo en cuenta lo largos que son mis libros».