Joyce Carol Oates, un premio Carvalho oscuro y violento
La autora estadounidense gana la XVI edición del galardón gracias a su «personal tratamiento de la violencia» y a su renovación del género
A la espera de que llegue (que llegará) el ansiado Nobel de Literatura, Joyce Carol Oates tiene desde hoy un nuevo motivo de alegría: saberse ganadora del XVI premio Carvalho, galardón quizá ni tan prestigioso ni tan generosamente dotado pero que reconoce a la autora estadounidense como valiosa renovadora del género negro.
En concreto, el jurado ha querido destacar «el personal tratamiento que Oates realiza, desde diferentes ópticas, del fenómeno de la violencia y su trascendencia psicológica y social, su personal inmersión en el género para expandirlo y abrirlo al presente». Oates, nacida en Lockport (Nueva York) en 1938, es autora de medio centenar de novelas, más de cuatrocientos relatos breves, una docena de libros de no ficción, once libros de poesía y nueve obras de teatro en más de cinco décadas de trabajo.
No se trata, ni mucho menos, de una autora fácil de etiquetar ni de encajonar únicamente en el género negro, pero novelas como «Infiel», «Persecución», «Ave del paraíso», «Rey de picas» o la iniciática y pandillesca «Foxfire» adoptan sin demasiados problemas recursos del género para exponer las «maquinaciones del mal» y garantizar así que se pueda llegar a hacer justicia. «Mucha gente cree que me invento el lado oscuro del ser humano, pero es algo que está ahí», dejó dicho la propia autora en una visita a Barcelona. Gótico escorzado o para entretener la búsqueda de la Gran Novela Americana.
La autora, ha informado el ICUB este miércoles, recibirá el galardón en durante la próxima edición del festival BCNegra, que se celebrará entre el 21 y el 31 de enero.
A la hora de escoger a Oates y sumar su nombre a un palmarés en el que destacan James Ellroy, Dennis Lehane, Andrea Camilleri o Donna Leon, entre otros, el jurado formado por Carlos Zanón, Rosa Ribas, Anna Abella, Núria Cadenes, Daniel Vázquez Sallés y Sergio Vila-Sanjuán ha querido destacar que «desde sus inicios como escritora representa lo mejor de la narrativa norteamericana». Entre sus grandes virtudes literarias, «la mirada del violento y la víctima, la idea de culpa y redención» así como la venganza, el olvido y «quizá» el perdón.
Noticias relacionadas