Javier Pérez Andújar gana el Herralde de Novela con una «ida de olla maravillosa»

El autor barcelonés retuerce el género entre el humor y el horror con 'El año el Búfalo'

El mexicano Daniel Saldaña París resulta finalista con 'El baile y el incendio'

Javier Pérez Andújar, hoy en Barcelona Efe

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A Javier Pérez Andújar (Sant Adrià de Besos, 1965) , prestidigitador de la cultura popular e ilusionista de la literatura que se hace fuerte en los márgenes, le dejamos con la fenomenal, valga la redundancia, 'La noche fenomenal', disparatado delirio paranormal que llegó a las librerías en 2019, y le reencontramos ahora coronando nada menos que el podio del premio Herralde de Novela, galardón del que se ha llevado la 39 edición con 'El año del Búfalo'. A su lado, el mexicano Daniel Saldaña París ha resultado finalista con 'El baile y el incendio', ambientada en una ciudad de Cuernavaca asolada por los incendios y conectada de manera nada casual con 'Bajo el volcán', de Malcolm Lowry. «Yo siempre he querido ser un escritor mexicano», irrumpe de pronto Pérez Andújar. «Aunque, en realidad, lo más parecido a un escritor mexicano es un escritor charnego», añade un autor para el que no hay nada más serio que tomárselo casi todo guasa.

No extraña que, a la hora de tratar de resumir lo que se cuece en el interior de 'El año del Búfalo',el jurado haya optado por expresiones como «tronchante e irritante en la misma proporción» la algo más comedida aunque quizá más certera «una fiesta de inteligencia, imaginación y sentido crítico». «Es una idea de olla bastante importante, maravillosa y divertidísima», resume el escritor y portavoz del jurado, Pablo Villalobos, responsable a su vez de haber devuelto el galardón que otorga la editorial Anagrama a la senda del humor con su 'No voy a pedirle a nadie que me crea'. «Como buen español, diré que el veredicto lo acato pero no lo comparto», replica con sorna el autor de las burbujeantes y lúdicas y sin embargo lúcidas 'Los príncipes valientes' y 'Paseos con mi madre'.

A juzgar por todo lo anterior, se diría que el también autor de 'Catalanes todos' y estrella accidental de aquellas fiestas de la Mercè que el independentismo más inflamado intentó boicotear con un bufonesco contrapregón, ha firmado una novela ligerita y carcajeable, pero no van por ahí precisamente las cosas. La propia trama, pasean y lean, ya da alguna pista de por dónde van los tiros. Porque 'El año del Búfalo' es la historia de, agárrense, Folke Ingo, un escritor finlandés y comunista enamorado de España que a su muerte deja una novela póstuma protagonizada por cuatro tipos que permanecen encerrados en un garaje; cuatro voces a las que se van sumando, como notas a pie de página, acotaciones del representante del Ministerio de Humanidades, de los padres de uno de los tipos encerrados, del presidente del Club de Amigos de Gregorio Morán, de la exdirectora de un cineclub de Santa Coloma de Gramanet… «Lo que me me importaba es que el libro estuviera vivo, que le pasaran cosas», defiende Pérez Andújar.

Y tantas le pasan que, además de acuñar reflexiones sobre el fascismo y los efectos del colonialismo, 'El año del Búfalo', referencia a ese 1973 en el que se desarrolla la acción, brinca de Gadafi a Lumumba y de Mussolini a Franco. De Los Conguitos al Cola-Cao y de Patrick Modiano a Bing Crosby. De la CNT a José Luis López Vázquez y del coronel Sanders al detective Frank Cannon. Del humor, en fin, al horror. “Van en paralelo, pero no se mezcla. Por ejemplo, cuando fusilaron en Paracuellos a Pedro Muñoz Seca, el dramaturgo les dijo: ‘Podéis quitarme la vida, la familia, todo... Lo único que podréis quitarme es el miedo que ahora tengo mismo’. Es así se combina humor y horror”, ilustra.

Por tener, 'El año del Búfalo' tiene hasta un cameo de Carles Puigdemont. ¿Que qué hace? «Está dentro del maletero de un coche: lo que hace siempre, vamos», bromea. «La única manera de ser contemporáneo es vivir y leer a los clásicos. Si lo haces al revés no sirve», añade un autor para quien ese cruce aparentemente alocado de referencias no es más que un fiel reflejo de la vida misma. «Lo de ser pop tiene algo de chantaje. Es como si a un escritor del siglo XIX le dicen que es decimonónico. Para mí ser pop es como pagar el recibo del agua; es la vida normal. Si has crecido viendo al ratón Mickey ¿de qué vas a hablar? ¿de arte barroco?», apunta.

Se entiende así que 'El año del Búfalo' sea un barra libre de psicofonías, mensajes cruzados que envía Folke Ingo desde el más allá, cameos improbables y exámenes de conciencia a utopías políticas y crudas realidades. Incluso las notas al pie de página intentan dar un golpe de Estado para apropiarse a la narración principal. «Todo es política y todo es pop. Es una forma de vivir», subraya Pérez Andújar.

También 'El año del Búfalo' es, en cierto modo, un manera de vivir, ya que el autor barcelonés lleva arrastrando la novela más de veinte años. Más o menos, explica, desde que trabajaba en RBA, «el brazo armado de Planeta de Agostini», y conoció a un «un montón de gente que traía una leyenda latinoamericana». «De ahí me fui impregnando del sentimiento que hay en el libro», relata. El más que considerable retrasos, esas dos décadas de ejecución, también tiene su explicación. «Al principio no sabía cómo hacerlo», reconoce. Y luego, añade, no lo hacía por vergüenza a que alguien pensase que sí hacía libros raros era porque en realidad no sabía escribir. Una vez más, no hay nada mejor que estar terriblemente equivocado.

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