Javier Cercas: «Lo que ha pasado en Cataluña, que ha sido tan tremendo, me ha cambiado como escritor»
El ganador del premio Planeta cambia de registro literario con la intriga policial «Terra Alta»
En cuanto dio por acabada «El monarca de las sombras», novela con la que volvía a hurgar en su vida familiar para rescatar la historia de su tío abuelo, que murió a los 19 años en la batalla del Ebro como alférez de Falange, a Javier Cercas (Ibahernando, 1962) le asaltó la sensación de que había cerrado una etapa. El final de un camino que empezó a cobrar forma a finales de los noventa y que le mantuvo ocupado durante casi quince años. «Me di cuenta de que ya había colonizado el territorio que había inaugurado con "Sold ados de Salamina". Podía seguir por esa vía, sí, pero a condición de repetirme», explica el escritor para tratar de enmarcar el volantazo que le ha llevado a «Terra Alta», novela con la que se llevó el martes el muy deseado y aún más cotizado premio Planeta.
Una doble pirueta que, además de lanzar un sonado torpedo editorial a Literatura Random House en forma de fichaje estelar, sitúa a Cercas ante una audiencia aún más amplia. «Ojalá aporte algo a este premio que tiene la virtud de hacer llegar la literatura a mucha gente. Sí que en los últimos años tengo fama como de escritor intelectual, pero yo lo que quiero es escribir libros fáciles de leer y difíciles de entender. Libros como los que a mí me gustan», explicaba ayer el autor de Las leyes de la frontera antes de echar el cierre a una maratoniana mañana de entrevistas.
En «Terra Alta», intriga policíaca ambientada en Gandesa (Tarragona) y protagonizada por un agente de los Mossos de pasado turbulento y presente ligado a la resolución de un crimen atroz, Cercas no sólo cambia de registro sino que, asegura, lo hace también de pellejo literario. «Si un escritor cambia como persona lo hace también como escritor. Yo no me separo de mí mismo», dice.
En este caso, el autor de «El impostor» sitúa el catalizador, el mecanismo de rotación, en el octubre de hace dos años. «Llegó el desdichado otoño de 2017 y dejé la novela –recuerda–. No hice nada salvo escribir artículos para la prensa extranjera y angustiarme, como todo el mundo. Cuando volví a la novela, yo era una persona distinta y la novela también. Nunca pensé que viviríamos lo que vivimos en el otoño del 2017».
Salir del refugio «atómico»
Con todo, insiste Cercas en que «Terra Alta», cuya acción principal se desarrolla en 2021, no es una novela sobre el procés. La crisis catalana, destaca, no aparece por ningún lado, aunque sin ella probablemente tampoco habría novela. «Pensaba que no tenía nada que ver. Me metía en mi despacho y era como si estuviera en un refugio atómico. Hasta que salí y me di cuenta de que lo que había era esto. La justicia, el valor de la ley, la legitimidad de la venganza, la traición… Son temas que nunca había abordado. Soy un escritor distinto porque la realidad me ha convertido en un escritor distinto», insiste.
Un autor que echa mano de la «ficción pura» y de unos personajes espera que «memorables» para constatar que, en lo que a él respecta, nada es como fue. «Las peores experiencias son las mejores para un escritor. La felicidad no es nada productiva. Y la verdad es que esto que ha pasado en Cataluña, que ha sido tan tremendo, me ha cambiado como escritor y me ha abierto las puertas a un territorio nuevo. Así que en el fondo no sé si estar agradecido», explica.
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