Flotats sube al Lliure de Gràcia la cuestión judía

El dramaturgo regresa a Barcelona con una obra del francés Jean-Claude Grumberg

Flotats y Valentí Puig, en un momento de la obra ABC

MARÍA GÜELL

Los años franceses de Flotats siguen dando frutos. Si en 1981 ingresó en la Comédie Française y en 1995 recibió la Legión de Honor francesa, ahora nos descubre a su amigo parisino Jean-Claude Grumberg que por problemas de salud no podrá asistir el próximo miércoles al estreno en el Lliure de Gràcia de su obra «Ser-ho o no per acabar amb la qüestió jueva».

«Hace tiempo que quería montar una obra de Grumberg en España y por fin lo he conseguido», destaca un emocionado Flotats que no pasa por alto que hace cuarenta años presentaba en este escenario «La vida del rey Eduardo II de Inglaterra». Emociones a parte, Flotats se siente muy arropado por Lluís Pasqual, con el cual comparte su pasión por la cultura gala.

Dos vecinos se encuentran en el rellano de la escalera y empiezan un diálogo aparentemente banal. «Ser-ho o no» introduce la cuestión de los judíos de la mano del teatro del absurdo», anuncia Flotats que también destaca que hay mucho sentido del humor y que el público se sorprenderá a si mismo riéndose de temas que no son tan cómicos.

El teatro del absurdo de Grumberg siempre tiene una carga humana, toca la fibra más sensible

«El teatro del absurdo de Grumberg siempre tiene una carga humana, toca la fibra más sensible y se plantea cuestiones tan básicas como: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos? y ¿qué hemos conseguido?», concreta Flotats que recomienda leer la biografía de Grumberg al que definen como el autor trágico más divertido de su generación.

Flotats comparte rellano con Valentí Puig, un joven actor al que descubrió mientras hacía el cásting de la obra de Marivaux que estrenó en el TNC. «Le fiché y ya pensé en él para este montaje», desvela Flotats que se deshace en elogios hacia su partenaire. Arnau Puig tiene poco que añadir a las palabras del maestro: «Cada ensayo ha sido una lección de teatro».

Flotats está encantado de dar a conocer a este autor, ganador de cinco premios Molière y un premio César, y comenta que sigue con la misma pasión y la misma exigencia que siempre. Detrás de Grumberg se esconden dos mensajes esenciales: la tolerancia y aprender a escuchar al prójimo. «La obra no busca revancha», concluye Flotats.

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