'La faraona oculta' de Abraham Juárez, premio Edhasa de narrativas históricas

El escritor almeriense afincado en Mallorca indaga en su novela sobre el misterioso destino de la reina Nefertiti

Abraham Juárez posa en Barcelona tras ganar el premio de narrativas históricas de Edhasa Efe
Sergi Doria

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Todo el mundo admira el busto de la reina Nefertiti, pero se sabe muy poco de la esposa de Akhenatón, el décimo faraón de la XVIII dinastía que estableció el culto monoteísta al dios Atón.

Fascinado en su juventud por 'Sinuhé, el egipcio' de Mika Waltari y 'Dioses, tumbas y sabios' de C. W. Ceram, Abraham Juárez (Rioja, Almería, 1955) ha dedicado décadas, pertrechado de forma autodidacta con las investigaciones de la egiptología, a la escritura de 'La faraona oculta' cuyo manuscrito envió al premio de narrativas históricas de Edhasa: esta quinta edición coincide con el 75 aniversario del nacimiento de la editorial.

Primera novela del autor, que concurrió con el título de 'La otra Nefertiti', 'La faraona oculta' mereció la unanimidad del jurado por estar «magníficamente trazada, con una trama en la que personajes históricos se entremezclan a la perfección con otros imaginarios de una de las épocas más trascendentales y discutidas de la historia egipcia, la de Akhenatón, Nefertiti y Tutankhamón».

Juárez despliega, con las artes de la literatura documentada, algunas hipótesis sobre Nefertiti: «No se sabe con claridad que pasó con ella, si cometió una traición, si fue desterrada por Akhenatón, si murió antes que su esposo, o se reconvirtió en reina faraón». La novela, que recrea la pugna de Nefertiti y la princesa Mitanni Teryshepa por compartir el trono faraónico, apunta que Tutankhamón no nació del vientre de Nefertiti, sino de la relación incestuosa de Akhenatón con su hermana Kiya.

En cuanto al busto de Nefertiti, advierte el autor, «gracias a las nuevas tecnologías, sabemos que no es ni tan siquiera un reflejo fiel del rostro de la auténtica reina… Tras el rostro que contemplamos en el museo se oculta otro, que se supone el verdadero, en el que aparece una mujer con unos pómulos menos prominentes y una nariz imperfecta que la alejan de la idealizada imagen que conocemos».

En el centenario del descubrimiento de la tumba de Tutankhamón por Carter y el bicentenario del descubrimiento de la piedra de Rosetta por Champollion, «no conocemos ni la tercera parte del antiguo Egipto», subraya Juárez. Lagunas de misterio que alumbra con brillantes intuiciones esta novela histórica.

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