Ildefonso Falcones alega que cedió los derechos de sus obras por apuros económicos
El escritor barcelonés se ha desvinculado ante el juez del entramado societario en el extranjero con el que, según la Fiscalía, defraudó 1,4 millones de euros a Hacienda
Acostumbrado a alternar las listas de ventas con el bufete de abogados del que es socio, el escritor Ildefonso Falcones ha tenido que llevar al límite esa doble relación laboral para declarar como imputado por su presunto delito de fraude fiscal con el que, sostiene Hacienda, habría defraudado 1,4 millones de euros transmitiendo sus derechos de autor a entidades no residentes en España, informa Efe.
El autor de «La Catedral del Mar», que en el momento de conocerse la imputación ya aseguró que «los números no eran correctos», ha explicado ante el juez que en 2004 vendió el 80 % de los derechos de su primera novela, «La Catedral del Mar» al bufete que lleva su nombre y que éste a su vez los transmitió a una sociedad con sede en la República Dominicana, ya que en esos momentos necesitaba dinero, puesto que pasaba por dificultades económicas.
El ministerio público sostiene que, para evitar el pago de sus obligaciones tributarias por los beneficios de «La Catedral del Mar», «La Mano de Fátima» y «La Reina Descalza», Falcones y su esposa idearon un sistema por el que transmitieron los derechos de autor a entidades no residentes en España.
Ante el juez, el escritor se ha desvinculado así del entramado societario en el extranjero con el que, según la Fiscalía, defraudó 1,4 millones de euros a Hacienda y ha asegurado que desconocía que las sociedades estuvieran radicadas en países con un sistema de tributación favorable.
El autor barcelonés también ha relatado que en 2005 firmó un contrato de servicios con una empresa que administraba su hermano -también querellado- por el que percibió una remuneración de 36.000 euros anuales por confeccionar otras diez obras literarias, mientras la sociedad se quedaba con el 80 % de los derechos económicos sobre las mismas.
A su salida del juzgado, el escritor ha dirigido unas palabras a sus lectores y se ha mostrado confiado en que sus libros les gusten más que el «sainete» en que, a su juicio, él mismo se ha visto envuelto a raíz de la querella de la Fiscalía.
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