La editorial Gallimard rompe con el escritor pedófilo Matzneff y retira sus diarios íntimos de las librerías

La decisión de la firma gala está llamada a provocar una una tormenta de mucho calado, con muchas implicaciones para todas las instituciones oficiales y oficiosas del «mundillo» cultural parisino

El escritor francés Gabriel Matzneff AFP

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Éditions Gallimard ha decidido suspender «definitivamente» la edición y distribución de la obra del escritor pedófilo Gabriel Matzneff , dando un nuevo aldabonazo al escándalo que salpica con basura pedocriminal a ciertas elites culturales y políticas francesas.

La decisión de Gallimard está llamada a provocar una una tormenta de mucho calado , con muchas implicaciones para todas las instituciones oficiales y oficiosas del «mundillo» cultural parisino.

Gallimard es el editor más importante de Francia , una referencia normativa. Publicar en alguna de sus colecciones de narrativa, poesía o ensayo, es un espaldarazo que tiene dimensiones nacionales e internacionales, consagrando glorias y celebridades no siempre efímeras.

Gabriel Matzneff «desembarcó» en Gallimard gracias al apoyo de Philippe Sollers, antiguo novelista «vanguardista», reconvertido en «hacedor» y «valedor» de glorias literarias locales. Antoine Gallimard, heredero de la editorial fundada por sus antepasados, fue durante varios años reacio a la publicación de los diarios íntimos de Matzneff. Fue Sollers quien terminó imponiéndolo con argumentos no solo comerciales.

La suspensión de Gallimard de sus relaciones con el escritor pedófilo provocan un «ajuste de cuentas» entre partidarios y adversarios de Matzneff dentro de la editorial, que también ha publicado a alguno de los «íntimos» que acompañaban al escritor en sus viajes de turismo sexual pedófilo, en Manila .

Antes de ser editado y distribuido por Gallimard, los cuadernos íntimos de Matzneff, contando por lo menudo sus actividades pedófilas , habían sido publicados total o parcialmente por una editorial minoritaria, La Table Ronde , con un cierto éxito de crítica, pero sin llegar nunca al «gran público ilustrado». Fue Philippe Sollers quien introdujo a Matzneff en su colección personal, L’Infini, abriéndole las puertas al resto de las grandes colecciones de Gallimard.

Ungido con los «óleos santos» del gran editor de referencia nacional, Matzneff se instaló en el «púlpito» de la «alta cultura» francesa. A partir de los años 90 del siglo pasado, el escritor pedófilo comenzó a recibir honores políticos (celebrado y homenajeado por dos presidentes, François Mitterrand y Jacques Chirac), profesionales y comerciales. El vespertino “Le Monde” publicó regularmente sus artículos de opinión (muy favorables a la Rusia de Putin, en el terreno político). La Academia francesa (el Sancta Sanctorum de la literatura “oficial”) le concedió uno de sus premios anuales, la Academia Renaudot le concedió su premio de ensayo…

Puñal envenenado

Abandonando a Matzneff a su incierta suerte, Gallimard clava un puñal envenenado en la cerviz del escritor, dejando en suspenso una nube de relaciones peligrosas.

Antoine Gallimard, director general y primer accionista de la editorial creada por sus antepasados, ha decidido «barrer» la basura pedófila que se había acumulando en algunos de los pasillos de su venerable edificio, en la muy coqueta rue / calle Sébastien Bottin, en la más selecta orilla izquierda del Sena.

Abandonado y rechazado por Gallimard, Matzneff tendrá problemas para seguir difundiendo sus escritos pasados, presentes y venideros, cuando la justicia instruye el complejo e imprevisible análisis de los escritos pedófilos.

Varios especialistas en informática intentan rescatar una página web misteriosamente desaparecida, donde un «admirador» del escritor pedófilo publicaba sus “confesiones íntimas” , acompañadas de fotografías de niños y niñas de diez a quince años.

Matzneff había decidido el mes de diciembre pasado cesar «temporalmente» sus colaboraciones en el semanario «Le Point», cuyo director matiza: «No se despide a un colaborador que ha desaparecido voluntariamente». Se cierra la última o penúltima tribuna mediática del escritor pedófilo, huido de París y en destino desconocido.

Siguiendo instrucciones personales de Emmanuel Macron , Franck Riester, ministro de Cultura, ha decidido suspender , igualmente, las ayudas anuales concedidas a Matzneff por el Centro Nacional del Libro, desde el 2002. La justicia sigue instruyendo el escándalo.

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