«Ayala es uno de los intelectuales fundamentales del siglo XX español»
Antonio Astorga publica una biografía sobre el autor andaluz, que obtuvo el premio Domínguez Ortiz

El periodista Antonio Astorga , que durante años fue redactor de Cultura de ABC, ganó el pasado mayo el premio Antonio Domínguez Ortiz de Biografías , que concede la Fundación Lara , por «Francisco Ayala de viva voz. El escritor en sus entrevistas» , que acaba de publicarse. En él, traza un recorrido por la biografía del premio Cervantes, centrándose, sobre todo, desde su regreso a Granada en 1977 hasta su muerte en 2009, a partir de las numerosas entrevistas que ofreció el escritor andaluz en aquellos años.
— ¿Qué le atraía de Francisco Ayala para embarcarse en una biografía?
—Su personalidad y su brillantez, tanto literaria como humana, para mí Francisco Ayala ha sido un ser de luz.
— ¿Lo conoció como periodista?
—Justo cuando empezaba como periodista de ABC, en 1987 ó 1988, en la sección de Cultura. Me enviaron a los cursos de verano del Escorial y la primera entrevista se la hice a él. Fue imborrable. Departimos sobre lo divino y lo humano. Desde entonces me atrajo ese fulgor interior. Esa cordialidad y ese espíritu siempre liberal y acogedor que proyectaba.
— ¿Qué lugar cree que ocupa dentro de las letras españolas del siglo XX?
—De primera magnitud. Francisco Ayala es uno de los intelectuales fundamentales del siglo XX español. Fue un intelectual cosmopolita, un atento e inquieto observador del mundo en el que vivió. Se consideraba, sobre todo, un espectador privilegiado que ha atravesado dos siglos. Siempre mantuvo una actitud activa, profundamente creativa, vanguardista desde los años veinte, agitando la vida cultural con aquellas narraciones, sus colaboraciones periodísticas...
— ¿Cree que es un autor lo suficientemente reconocido en España?
—Esta obra se centra en la recepción en los medios que tuvo Ayala en España a partir de 1977, que es la etapa menos labrada de su obra. Él contó su vida mejor que nadie en ese prodigio que es «Recuerdos y olvidos». Es ella se basa toda la investigación sobre él. Luego ha habido biografías como la de Luis García Montero, Rosario Hiriart… La mía intenta mostrar esa recepción que tuvo hasta su muerte, con una primera semblanza concisa para situar al personaje. Quiero agradecer a todos los compañeros, porque hay más de medio millar de referencias bibliográficas en la obra, de las que yo me he nutrido para poder extraer ese pensamiento de Ayala. Él se sentía muy alegre por el reconocimiento en los medios. Tuvo todos los grandes galardones a los que un escritor puede aspirar, aunque le faltó el Nobel. Le pregunté una vez si soñó con este premio y me contestó: «¿Usted cree que me van a dar el Nobel a mi edad?».
— Ha optado por acudir a las entrevistas que ofreció el autor sobre cualquier otra referencia bibliográfica.
—Efectivamente, además él opina de todo en ellas, desde los nacionalismos al matrimonio homosexual… y emitía un juicio muy sereno. A Ayala nunca le gustaron los nacionalismos.
— ¿Su condición de exiliado es fundamental para entender su obra?
—Se vio obligado a exiliarse al final de la Guerra Civil y estuvo durante 21 años por tierras latinoamericanas y después en Estados Unidos. Volvió en 1960 por primera vez a España. Y todos los veranos siguió viniendo hasta que se instaló en 1977 definitivamente. El dijo: «Me fui para seguir viviendo».