La resurrección de «Millennium»
El autor sueco David Lagercrantz ha escrito con «pasión» la cuarta novela de la serie creada por Stieg Larsson, que ayer se presentó en Estocolmo
Stieg Larsson murió el 9 de noviembre de 2004 de un ataque al corazón, tras haber entregado a su editora el manuscrito de «Millennium» . Pero su saga, como pasa sólo con las grandes obras, le ha sobrevivido. Más de 80 millones de lectores en todo el mundo han sucumbido, a lo largo de los últimos diez años, a la trilogía protagonizada por la «hacker» Lisbeth Salander y el periodista Mikael Blomkvist.
Y ayer ese universo creado por el escrito sueco resucitó… de la mano de otro autor. Estocolmo acogió la presentación mundial de «Lo que no te mata te hace más fuerte» ( Destino ), la cuarta entrega de la serie, escrita por David Lagercrantz y que hoy llega a las librerías.
Casi tres millones de ejemplares, distribuidos en más de cuarenta países, para dar a conocer a una nueva cara, hasta ahora poco familiar para los lectores españoles ( Planeta ha lanzado una primera edición de 250.000 ejemplares), que ayer apareció resplandeciente en la sede de la editorial Norstedts .
No obstante, Lagercrantz ostenta el honor de haber sido elegido por Eva Gedin , la editora de Larsson , y por su familia (su padre, Erland, y su hermano, Joakim, gestionan sus derechos, tras haber derrotado en los tribunales a la pareja del autor durante más de treinta años, Eva Gabrielsson ) para continuar la millonaria saga. «¡He puesto tanta pasión en ello!», aseguró ayer el escritor (también sueco, y nacido en Solna en 1962) al poco de iniciar su comparecencia ante la numerosa prensa internacional que le esperaba.
Su atuendo -un elegante traje de raya diplomática azul marino- le emparentaba más con el James Bond de Ian Fleming que con el Mikael Blomkvist de Stieg Larsson (aunque, puestos a comparar, Lagercrantz es bastante más apuesto que William Boyd , el continuador de la saga del agente 007), pero casaba perfectamente con la atmósfera del «castillo» (así definido por Vargas Llosa , también autor de Norstedts en Suecia ), el impresionante edificio que acoge la sede de la editorial.
Le acompañaba Gedin, vestida de negro impoluto y calzando llamativas playeras (más acorde, por tanto, con el universo de su autor fetiche). «Conocí a Stieg Larsson hace más de diez años, cuando vino a entregarme el manuscrito de “Millennium” . Me dijo que esperaba que fuera un éxito para, así, poder convertirse en un escritor a tiempo completo. Su intención era escribir más libros de la saga», recordó ayer la editora.
Pero, de pronto, la muerte, que no atiende a planes ni entiende de futuros, se cruzó en su camino ( Larsson fumaba compulsivamente y bebía café como si la vida le fuera en ello) y en el de Norstedts, que desde «Millennium» no ha vuelto a dar otro pelotazo editorial. Según explicó Gedin, «hace tres años, empezamos a discutir la posibilidad de que alguien continuara la saga. Creíamos que había llegado el momento y queríamos dar la oportunidad a nuevos lectores en todo el mundo, siempre que encontráramos al autor adecuado».
Pero, ¿por qué David Lagercrantz ? ¿Era él el adecuado? Procedente de una acomodada familia aristocrática muy vinculada a la élite cultural sueca (su padre fue biógrafo de Strindberg ), el joven Lagercrantz trabajó como periodista de sucesos (algunos un tanto amarillistas) hasta que un día se compró un loft en el barrio de Södermalm (donde vive Mikael Blomkvist ) y decidió convertirse en escritor.
Entre sus «hitos» literarios se encuentra un libro sobre la investigación del suicidio del matemático Alan Turing y la autobiografía del futbolista Zlatan Ibrahimovic , con la que vendió más de millón y medio de ejemplares y que en otoño llegará a nuestro país.
«La idea vino de Magdalena (Hedlund), su agente. Lo describió como un escritor experimentado, que había trabajado como periodista y tenía gran capacidad para ponerse en la piel de otro», explicó ayer la editora. Una vez puestos de acuerdo con los herederos de Larsson , los editores se reunieron, hace dos años y en el más estricto secreto, con Lagercrantz , «para ver si estaba interesado».
El escritor sueco sintió «como una fiebre dentro de mí». «Había tantas razones para decir que sí… Me sentía expuesto y estaba aterrorizado, pero luego recordé cómo leyendo a Larsson había experimentado la misma sensación que leyendo a Dostoievski y el fantasma de Salander apareció ante mí. Ella siempre se negó a ser una víctima… Me di cuenta de que era un personaje del que quería escribir. ¡Y soñaba con ser Mikael Blomkvist !».
Esa «pasión» hacia el universo de «Millennium» y el «respeto» que Lagercrantz sentía (y sigue sintiendo) hacia su creador (« Larsson es un gran escritor, capaz de crear historias que se han metido en la cabeza de tantos lectores») hicieron que la balanza se inclinara y dijo «¡Sí!».
Comenzaron, entonces (hablamos de agosto de 2013), largas noches en vela (cuando lograba conciliar el sueño tenía «pesadillas») y días enteros de trabajo, hasta llegar a convertirse en una «obsesión» («no fue fácil vivir conmigo en aquella época»). Una madrugada, a eso de las cuatro de la mañana, tuvo, por fin, una revelación: «Vivimos en un mundo en el que necesitamos a Lisbeth Salander más que nunca». Escribió la sinopsis, envió un sms a la editora y se puso a escribir.
Novela remodelada
Tras entregar una primera versión a principios de 2014, el autor remodeló la novela (por recomendación de los editores, que veían demasiada semejanza con otra trama muy conocida) y, finalmente, entregó el manuscrito final (en mano) en enero de este año. «Todo esto tiene que ver con la pasión. Si no lo hubiera hecho, me habría arrepentido el resto de mi vida. Podemos hablar de literatura, podemos hablar de la crítica, de si tendrá éxito, de si gustará a los lectores, pero esto es lo mejor que he hecho en toda mi vida», remató Lagercrantz .
El autor sueco no pudo «resistir la tentación de ubicar la novela en nuestros días» (según él, «los peores ataques informáticos no vienen ahora de gente fuera de la ley, sino que los hacen los Estados y la Inteligencia»), añadiendo a la NSA y a la inteligencia artificial a la trama. « Lisbeth Salander tienen un componente mitológico. Es como los superhéroes, como Batman o Peter Parker . No envejece pero, citando a Dylan , los tiempos están cambiando».
Es decir, Lagercrantz hizo caso a Eva Gedin y respetó el universo de Larsson , aunque se sintió «libre» para crear su propia historia, con nuevos personajes. Y es que, como el propio autor sueco advirtió ayer, «la literatura debe ser libre y ahora soy mejor escritor».